Diosa Geek

autor Trybble

Capitulo 10: Amy


Traducción: [email protected]

{Nota: La palabra geek ha sido desde su aparición difícil de traducir al español, no hay una palabra en especial que pueda dar una idea aproximada del significado de `geek’. Geek representa una idea, un estilo de vida que podría resumirse como: “Persona que entiende todo acerca de las computadoras y demás tecnología” }

La fiesta de cumpleaños de Kevin estuvo excelente. Realmente disfruté la expresión en su rostro cuando Kim salió del pastel. “Ellos hacen una bonita pareja” pensé para mí misma al recordad la escena. A pesar de que Kevin se veía un poco receloso a cerca de los que estaba pasando cuando Walt y yo salimos con el pastel y Kim no se veía por ninguna parte. Bueno, por lo menos él disfruto. ¡Y seguramente estaría dándose gusto incluso más ahora que estaban de regreso en el apartamento!

Susan regresó después de que Kim y Kevin se fueron, para ayudarme a limpiar la sala de la fiesta. Afortunadamente, no había mucho desorden. Metimos el pastel a su armario de almacenamiento para el siguiente evento especial y regresamos a la sala de fiestas para quitar la mesa y las sillas. El personal de limpieza estaría mañana temprano para aspirar la alfombra y dejar todo listo de nuevo.

Le agradecí a Susan por permanecer conmigo y le di un gran abrazo por haberme ayudado a limpiar. Le debía bastante. Luego vi a Rodney mi jefe vagando por el club desierto, y le agradecí por dejarnos usar la sala para la fiesta de Kevin.

“No hay problema – Esa sala no estaba reservada para hoy en la noche” se rió. Me acerqué a Rodney y le di un besito en la mejilla, Susan se rió al ver que Rodney se ponía rojo.

Le dije a Susan y a Rodney que yo cerraría por ellos esta noche y que los vería mañana por la tarde para mi turno detrás de la barra. Me dijeron adiós, me agradecieron el detalle y se retiraron.

Eran ya muy pasadas la 3:30 para el momento en que terminé de cerrar el lugar y estuve lista para irme. Cuidadosamente cerré el cuarto de empleados y metí las llaves en mi bolso. Al tiempo que caminaba hacia mi carro, pensé “estos imbéciles del centro comercial deberían poner más luces aquí. ¡Está tan oscuro aquí que difícilmente encontraré mi carro!” Por suerte recordaba el lugar donde lo había estacionado, así que caminé en esa dirección. Finalmente, localicé mi carro en la penumbra. Desafortunadamente, no vi a Nick sentado en el capó hasta que fue demasiado tarde.

“Hola Amy” me saludo al tiempo que tuve un sentimiento de zozobra en el estomago. “¿Ya viste lo que me hiciste, perra?” Señaló el vendaje en su nariz y habló apretando los dientes. “Vas a pagar por esto ahora mismo.”

Me di la vuelta e intenté correr de regreso al centro comercial, pero Nick me agarró del brazo y no me dejó ir. Sus facciones estaba distorsionadas por la rabia, me golpeó fuertemente con el puño en un lado de la cabeza. Caí al piso, mi bolso cayó a mis pies. Estaba tan mareada por el súbito ataque, que no pude ponerme de pie ni mucho menos intentar defenderme.

El destello de la hoja de un cuchillo llamó mi atención, llenando de pánico mi cuerpo que ya estaba tembloroso. Con un movimiento dramático de su brazo, Nick comenzó a cortarme la ropa. El sonido de la tela al cortarse y la sensación de la brisa fría sobre mi cuerpo me aterrorizaron. Intenté levantarme y correr, pero Nick me golpeó la cabeza por segunda vez, luego me golpeó en el estomago. Me desmayé cuando mi cabeza golpeó el piso una vez más.

No debí haber esto desmayada mucho tiempo, pero cuando mi conciencia regresó, Vi a Nick yaciendo encima de mí, bombeando su pene dentro de mi coño. Las lágrimas ardían en mis ojos al tiempo que luchaba por contener mis emociones. Traté de concentrarme en defenderme. Con cada onza de fuerza que pude reunir, traté de empujar a Nick fuera de mí. Su única respuesta fue golpearme de nuevo. Arañé su cara al tiempo que el continuaba penetrándome, pero él volvió a golpearme en la cabeza. Agarré su cabello e intenté arrancárselo, pero Nick respondió agarrando mis manos encima de mi cabeza. Mis muñecas me dolían por lo apretado de su agarre. No me podía mover. La náusea me abrumó al momento en que el animal que una vez llamé novio me golpeaba fuertemente con los puños. El calor de su rabia acentuaba el olor a bosque de su colonia, una esencia que yo estaba cierta que odiaría. ¿cómo podía hacerme esto a mí? ¿Merecía yo su cruel castigo? Mi mente decía no, pero estar tirada en el frío piso con mis muñecas sujetadas sobre mi cabeza al tiempo que el pene de Nick penetraba en mí me hizo sentir sucia y casi merecer su cruel tratamiento.

El no tardó mucho en disparar su semen dentro de mí. Un sentimiento que una vez asocié con la pasión, ahora esta cercanamente ligado a la violencia y el odio. “¿Cómo pude haber amado a este tipo?” Pensé para mí misma al momento que Nick se salía de mí. El soltó mis muñecas y comenzó a golpearme de nuevo. Súbitamente, me di cuenta de que si yo no hacía algo pronto, Nick seguiría lastimándome.

Al mismo tiempo, vi un destello de luz reflejándose en la hoja de su navaja tirada cerca en el piso. Intenté alcanzarla, esperando poder usarla para mantenerlo a raya, pero Nick me golpeó. Me pateó en las costillas, haciendo que algo tronara dentro de mí.

El se inclinó sobre mí, agarró el cuchillo, e intentó cortarme con el. En el primer ataque pude empujar su brazo lejos de mí, pero con el segundo, el cuchillo me rebanó el antebrazo. Brotó sangre de la herida y yo me sentí más mareada. En ese momento, fue aterradoramente claro que ¡Nick quería eliminarme! El tercer ataque de Nick con el cuchillo terminó por cortarme en el cuello. Mi pulso cardiaco se acelero rápidamente al tiempo que vi lo grave que era esta última herida.

Al otro lado del estacionamiento, escuché un auto acercándose. Miré en esa dirección y vi unas luces acercándose a nosotros. Nick volteó a ver y vio lo mismo que yo. Era el pequeño auto de vigilancia con sus luces intermitentes color ámbar, y se estaba acercando a nosotros. Tomé ventaja de la distracción de Nick y le di una patada en las bolas. Chilló como un bebe y dejó caer el cuchillo, tomándose la entre pierna debido al dolor.

De algún modo, se las arregló para subirse los pantalones mientras estaba flexionado. Luego se escabulló hacia los árboles cercanos a la orilla del estacionamiento, dejándome tirada en el piso en un charco de mi propia sangre.

Desafortunadamente, el carro de seguridad del centro comercial dio la vuelta y entró en otro estacionamiento antes de que me vieran. Sabía que no había nadie más para ayudarme, especialmente a estas horas de la noche, así que busqué en lo más profundo de mí las fuerzas para luchar por mi vida.

Recordé que mi celular estaba en mi bolso cerca del carro. Si podía llegar hasta él, podría llamar por ayuda. Poniendo la palma de mi mano sobre la herida en el cuello, me arrastré con una mano en dirección a mi bolso. Granos de grava me raspaban las rodillas. Y el pavimento se sentía helado contra mi cuerpo desnudo.

Arrastrarme por el estacionamiento fue doloroso y difícil por decir lo menos. Tenía problemas para respirar, y sentía como si mi vientre estuviera en llamas. Encontrar mi bolso con mi visión nublada por la pérdida de sangre fue casi imposible, Estaba muy mal herida y lo sabía.

Por suerte, finalmente sentí mi bolso en el piso delante de mí. Me detuve unos segundos y respiré profundamente para reunir las fuerzas necesarias, busqué dentro de mi bolso y saqué mi celular. Esperaba que mi celular tuviera carga, dado que siempre se me olvidaba conectarlo al cargador. Afortunadamente tenía carga, el teléfono funcionó. Llamé al apartamento esperando que Kevin estuviera allí con Kim. “El me salvará” pensé. Kim respondió el teléfono a la primera llamada. Jadeando por aire dije “Ayuda... Nick... me encontró… en el centro comercial… me cortó…. con un cuchillo... dile a Kev....” y entonces me desmayé.

Cuando la neblina se despejó de mi cerebro, vi a Nick golpeándome. “¡Déjame en paz Nick!” grité. “¡Ayuda Ayuda!” chillé, mis brazos sacudiéndose violentamente. Esperaba que alguien estuviera cerca y pudiera ayudarme a librarme de Nick. Intenté abrir mis ojos. Cuando lo hice, me di cuenta de que había dos personas a cada lado de mí. Miré a la cara de uno de ellos y vi a Kevin.

“Gracias a dios Kevin está aquí” luego me desmayé.

La próxima vez que desperté, estaba en un cuarto de hospital con Kim y Kevin sentados a lado de mi cama. La única pregunta que podía formular mi cerebro era. “¿Dónde estoy?” Cuándo me escuché hablar, sonó como si alguien hubiera llenado mi boca con arena y me dolió demasiado.

Kevin se inclinó y puso su cabeza cerca de la mía. El dijo en voz baja, “ahora estas a salvo. Nick se ha ido, y estas en un hospital. Los doctores invirtieron bastante trabajo en ti, pero ellos creen que te recuperarás realmente pronto.”

Kim sostuvo una taza con pedacitos de hielo y la acercó a mi boca. “Toma. No quieren que bebas nada todavía, pero podemos darte pedacitos de hielo. Aliviaran tu garganta.”

Con la lengua metí un trocito de hielo a mi boca, su sabor era divino. Dejé que el hielo se derritiera y sentí el agua resbalar por mi garganta. Había mil preguntas en mi cabeza, pero la más importante salió como un susurro ronco. “¿Dónde está Nick?”

Kim tomó un respiro profundo y respondió, “En un montón de problemas. Después de tu llamada, yo llamé al 911 y después corrimos al centro comercial. La policía estaba llegando al tiempo en que llegamos y pude escuchar la sirena de la ambulancia no muy lejos. La policía buscó, pero no pudo encontrar a Nick por ningún lado. Ellos sospechan que algo lo asustó y lo hizo huir. La policía ha puesto un guardia en tu habitación del hospital para el caso de que quiera volverte a lastimar.”

La nausea me invadió con toda su fuerza conforme Kim que daba todos los detalles. Por el tenor de los hechos, fui muy afortunada a pesar de que no me sentía para nada afortunada en esos momentos.

“Cuando llegamos” continuó Kim, “Tu ropa estaba empapada en sangre, y se veía que había mucha más sangre en el piso.” Kim tomó mi mano y la apretó. “Al principio pensamos que estabas muerta, pero Kevin se agachó y te tomó en sus brazos. Afortunadamente, el pudo sentir tu respiración, pero muy apenas. Por suerte la ambulancia llegó algunos segundos después. Los médicos se las arreglaron para detener la hemorragia bastante rápido, pero ya habías perdido bastante sangre. Ellos te hicieron una transfusión y nos dijeron que eras una chica muy afortunada. Cinco minutos más y probablemente hubieras muerto” continuó Kim.

Mordí mi labio inferior, tratando de contener las lágrimas. Cuando recobré la compostura, Kim continuó con la historia. Ella sabía que yo deseaba saber todos los detalles de lo que me había pasado, incluso si eran difíciles de escuchar.

“Kevin viajó contigo en la ambulancia, mientras yo los seguí en mi carro. Cuando llegamos al hospital, tuvimos que esperar mientras te curaban. El doctor nos dijo después que el cuchillo no había dañado ningún órgano vital, de modo que te recuperarías muy rápido. Sin embargo te tomaron radiografías del pecho y encontraron 3 costillas fisuradas. Por suerte, ninguna estaba quebrada. Sentirás dolor por unas semanas, pero te recuperarás completamente” finalizó Kim.

Kevin tomó mi otra mano y la sostuvo fuertemente. Pude ver el gesto de preocupación en su rostro. Tomé un respiro profundo y dejé que otro pedazo de hielo se derritiera en mi lengua. “Nick me violó” dije casi como un graznido.

“Lo sabemos” admitió Kim, sus ojos llenos de tristeza. “Las enfermeras me dijeron que es una de las cosas que verifican en casos como el tuyo – después de que salvaron tu vida por supuesto. Ellas también me dijeron que pudieron obtener una buena muestra de esperma, de modo que empatarlo con el DNA de Nick será fácil. La policía encontró el cuchillo tirado en las cercanías y encontró las huellas de Nick en el. Ellos tiene evidencia más que suficiente para ponerlo lejos por un buen tiempo.” Después de escuchar los detalles, una hola de nausea me invadió. Mi boca empezó a llenarse de agua con la pavorosa sensación de pre-vomito. “Voy a vomitar...” Pude decir casi en un susurro al tiempo que llevaba la mano ha mi boca.

Kevin tomó el contenedor de la mesa rodante dispuesto para ese propósito, lo sostuvo delante de mí, y frotó mi espalda al tiempo que mi cuerpo se levantaba por la fuerza del vomito. Si no me hubiera sentido tan fastidiada, me hubiera mortificado de que Kevin me viera en ese estado. Pero en el estado en que estaba, honestamente no me importaba.

A Kevin y a Kim tampoco pareció importarles. Kim tomó el contenedor con el vómito mal oliente y salió de la habitación para deshacerse de el, mientras Kevin se dirigió al lavabo y tomó un trapo húmedo de la barra para toallas. Humedeció el trapo con agua tibia, y cuidadosamente limpió mi cara. Ese acto tan mundano fue enternecedor. Más que nunca, sentí una fuerte conexión con Kevin. Estaba apunto de decirle que lo amaba cuando Kim regresó, seguida de una enfermera.

“Ustedes dos, es suficiente” la enfermera habló quedamente mientras checaba los varios monitores. “Dejen que Amy descanse ahora. Podrán hablar con ella más tarde.”

“¿Nos podemos quedar? ¿Por favor?” escuché que preguntaba Kevin.

No escuché la respuesta de la enfermera, Kevin permaneció al lado de la cama, así que asumí que para ella estaba bien que Kevin se quedara. Kevin dijo amablemente “Cierra tus ojos, Amy, y descansa un poco.” El se acercó y tomó mi mano. “Aquí estamos” agregó, dando un apretón en mi mano para enfatizar.

Empecé a llorar levemente – estaba tan agradecida de estar viva y a salvo de Nuevo. Kim se acercó con una servilleta y me enjugó los ojos, luego Kevin me dio un beso en la frente. Tomé una respiración profunda y cerré mis ojos, sabiendo que Kevin y Kim me mantendrían a salvo.

Cuando desperté más tarde, estaba en una habitación de hospital diferente. Kevin estaba todavía a un lado de la cama, sin embargo había caído dormido en su silla. Mi cabeza y brazo me dolían bastante, pero aún así me sentí afortunada de estar viva.

Kevin debió haber sentido mis movimientos, porque se despertó casi al instante en que me desperté. El se acercó y tomó mi mano. “¿Cómo te sientes, Amy?”

“Mejor” pude decir. Entonces escuché un pitido a un lado de mi cama. Una enfermera entró en la habitación. Rápidamente vi dado el rumbo que llevaba que el sonido venía de una máquina contigua a mi cama. Arriba había una bolsa de transfusión con su tubo entrando dentro de la máquina y luego a una gran aguja que estaba insertada en el reverso de la palma de mi mano.

La enfermera revisó la bolsa y presionó algunos botones en la máquina. El pitido se detuvo, y ella retiró la casi vacía bolsa de transfusión y la reemplazó por otra llena. Ella presionó algunos botones más, y entonces pude escuchar un sonido de bombeo rítmico. De un modo me sentí confiada en que la medicina estaba haciendo su trabajo.

Entonces la enfermera me tomó la temperatura y sintió mi pulso. También midió mi presión sanguínea usando una máquina rara. Finalmente, hizo un montón de notas en un porta papeles, me guiñó un ojo, y dijo, “tu novio ha estado cuidándote muy bien. Ahora necesitas descansar” dijo ella, palmeando mi mano. “Vuelve a dormir.” Kevin asintió, así que cerré mis ojos, y pronto estuve dormida.

La próxima vez que desperté, me sentí mucho mejor. No muy bien pero mejor que la vez anterior. Todavía estaba conectada a la máquina de transfusiones, y Kevin y Kim estaban en la habitación conmigo. Pude ver la luz del sol brillando a través de la ventana.

Kim notó que yo estaba despierta de nuevo y le hizo señas a Kevin. Entonces ella abandonó la habitación al tiempo que Kevin caminaba hacia la cama y decía, “Buenos días, Amy. ¿cómo te sientes?”

“Jodida” respondí honestamente, “Pero jodida sigue siendo mejor que estar muerta.” Sentí mi garganta como si alguien la hubiera raspado con papel de lija grueso.

Kim regresó a la habitación con la enfermera. La enfermera tomo mis signos vitales una vez más, escribió algunas notas en mi tarjeta igual que como se ve en los programas de televisión. “Realmente está mejorando Sra. Anderson” dijo ella con una sonrisa que daba confianza. “¿Quiere comer algo?”

Hasta ese momento, la idea de comida no había cruzado por mi cabeza. Pero de repente me di cuenta de que estaba hambrienta, prácticamente muerta de hambre. Asentí con la cabeza en respuesta a su pregunta, y la enfermera abandonó la habitación.

“buenos días” dijo Kim, acercándose y dándome un beso en la mejilla.

La enfermera regresó trayendo una bandeja con un pequeño tazón de sopa, y la colocó sobre la mesa a un lado de mi cama. Le di un vistazo al tazón y pensé, “Me estoy muriendo de hambre y lo único que me traen es un tazón de sopa tamaño Barbie.” Kevin colocó la mesa en frente de mi, mientras Kim acomodaba la cama y las almohadas de modo que quedé sentada.

A pesar de que me dolía el brazo, lo usé para recoger la cuchara y poner una cucharada del tibio caldo en mi boca. Sabía mejor de los que esperaba, así que empecé a comer el resto de la sopa. Antes de darme cuenta, me sentí satisfecha pesar de que aún quedaba una pequeña cantidad de sopa en el tazón. Pensé que no estaba tan hambrienta como creía que estaba...

Los tres permanecimos sentados por un rato, sin decir nada. Fue sentimiento hermoso el saber que tenía amigos que me querían por quien yo era, y no solo por que fuera buena en el sexo. Dudaba que Nick o Alex o cualquiera de los tipos con quienes había dormido a lo largo de los años se hubiera preocupado siquiera por visitarme en el hospital, mucho menos estar a mi lado tan constantemente como estaban Kevin y Kim.

Cuando recuerdo el día en que le di a Kevin sexo a cambio de su ayuda en una clase que estaba a punto de suspender, nunca hubiera imaginado que esto pudiera pasar. Tener a alguien como Kevin a mi lado cuando las cosas andaban tan mal era casi demasiado bueno para ser cierto. Incuso aunque conocía a Kim desde mucho antes que a Kevin, ella era solo una compañera de cuarto – alguien con la que podía compartir mi espacio y sabía que ninguna de las dos nos haríamos volver locas una a otra. Ahora ella era mucho más que eso para mí...

Mientras permanecía sentada respaldada en la cama, una lágrima se formó en la comisura de mi ojo. Cerré mis ojos y comencé a llorar. Antes de darme cuenta, sentí que alguien se sentaba en mi cama y ponía sus brazos alrededor de mí. Luego sentí que alguien me limpiaba las lagrimas con una servilleta.

Puse mis brazos alrededor de la persona que me abrazaba, y me di cuenta que era Kevin. Súbitamente, sentí otro par de brazos rodeándome. También le importaba a Kim. Me solté llorando, mis hombros se sacudían violentamente.

Después de lo que pareció una eternidad, deje de llorar, pero no tenía ganas de moverme. Me sentía segura con sus brazos alrededor de mí.

Un golpe en la puerta señaló que alguien quería verme. Abrí mis ojos y Kevin fue a abrir la puerta y habló con alguien a quien no pude ver. Luego él regresó a la cama y dijo, “La policía quiere hablar contigo para que les cuentes tu historia, pero solo si te sientes capaz de hacerlo.”

Asentí con la cabeza, así que Kevin fue de regreso a la puerta y regresó con un tipo gordo de poca estatura vestido de paisano. “Hola, soy el detective Shultz y he sido asignado a su caso. ¿Le importaría hablar de lo que le pasó?”

El Detective Schultz se sentó y escuchó cuidadosamente cada palabra. El tomó bastantes notas mientras yo le decía todo lo que podía recordar del día que Nick me atacó. Después retrocedí en mi memoria y le conté como Nick me había drogado una noche y me había violado junto con sus amigos. También le dije al detective que yo tenía el video que Nick y sus amigos grabaron con el despreciable acto. Después le conté como Nick y yo peleamos el Día de San Valentín en el Cellar. Había mucho que decir. No tenía idea de que tan mal me había ido hasta que le solté todo al Detective Schultz de una sola sentada.

Todavía me sentía muy débil, pero sabía que hablar con él era importante, especialmente si deseaba que algún día Nick fuera atrapado. Hablé hasta que ya no pude decir nada. Kevin y Kim estuvieron sentados junto a mí y me tomaron de las manos todo el tiempo. Kevin no había escuchado todos los detalles antes, así que me dio un poco de vergüenza haber de eso delante de él, pero una vez que empecé, ya no me pude detener. Era como si el hecho de hablar sobre esto tuviera un efecto terapéutico en mí.

La enfermera regresó y sacó a todos del cuarto diciendo “Ella necesita descansar ahora. Pueden regresar a visitarla más tarde.” Kevin protestó, y la enfermera, que obviamente todavía pensaba que Kevin era mi novio, se aplacó, de cualquier manera hizo salir a Kim y al detective.

Kevin se sentó en la silla de Nuevo y sostuvo mi mano. Cerré mis ojos por un momento, pero debí haberme quedado dormida. Desperté y me encontré en un cuarto oscuro. Kevin estaba acostado en el piso a un lado de mi cama. Cerré mis ojos de nuevo y volví a dormir.

Por los próximos días, Kevin nunca se alejó de mi lado. Me ponía más fuerte cada día, y me sentía mucho mejor también. El día después que hablé con el detective, la enfermera me dejó caminar al baño por primera vez. Varias veces estuve a punto de caer, pero Kevin siempre estuvo allí cuando lo necesité.

Cuando Kevin me condujo de nuevo a la cama después de uno de mis viajes al baño, me di cuenta de que estaba saliéndole barba, Dada la forma en que su barba me raspaba la mejilla, sentí como si él tuviera varios días sin rasurarse. Luego me di cuenta que Kevin seguía vistiendo la misma ropa que llevaba el día de su fiesta de cumpleaños. Podía ver el lugar en que mi sangre había manchado su camisa. Comencé a llorar cuando me dí cuenta que Kevin no se había separado de mí el tiempo suficiente para darse una ducha y mucho menos para cambiarse de ropa.

Kim parecía también pasar mucho tiempo en el hospital, pero a menudo ella desaparecía y volvía aparecer con diferente ropa. Yo sospechaba que ella intentaba que Kevin también dejara el hospital, pero por alguna razón él no se iba.

Fue el Jueves en la mañana, cuando el doctor sintió que yo estaba en suficiente buena forma para irme a casa. Kevin me llevó en la silla de ruedas por el pasillo, mientras Kim acercaba su carro a la puerta de enfrente.

Ellos me colocaron en el asiento trasero tan suavemente como pudieron, Kevin se sentó a mi lado. El me sujetó y me sentí realmente bien. Mientras íbamos a casa, recibí un fuerte olor de Kevin. Como si la barba no fuera suficiente prueba, su fuerte esencia probaba más allá de cualquier sombra de duda que Kevin no había se había apartado de mi lado mientras estuve en el hospital. A pesar de su hedor masculino, me sentí segura en sus brazos, y yo quería permanecer así por siempre.

Cuando llegamos a nuestro apartamento, Kevin y Kim me ayudaron a subir las escaleras y me pusieron en mi cama. Estaba exhausta. De cualquier manera justo antes de que me durmiera, le pedí a Kim que hiciera algo muy importante. “Mete a Kevin en la ducha por mí. Por favor.”

Kim y Kevin se rieron dado que sabían el porqué.

El Detective Schultz pasó por el departamento el Viernes en la mañana para ver como estaba yo. Dijo que tanto mis huellas digitales como las de Nick estaban en el cuchillo. Dijo que las impresiones eran muy claras en ambos casos. Al principio, él se preocupó de que las huellas de Nick se hubieran distorsionado cuando yo tomé el cuchillo.

Agregó que el equipo de investigación comparó las muestras de cabello y piel que tomaron de mis manos con las que encontraron en el carro de Nick, el cuál estaba estacionado cerca del lugar del ataque. El Detective Schultz también dijo que la muestra de semen que ellos obtuvieron de mí podría ser la pieza final de evidencia que necesitarían para poner a Nick tras las rejas durante mucho tiempo.

“Y por favor, no importa que es lo que haga, no vaya a sola a ninguna parte” advirtió el detective. Ellos no habían podido encontrar a Nick todavía, pero lo estaban buscando arduamente. Los socios criminales de Nick, Tom y Eric, habían desaparecido también. La policía había cuestionado a Molly sobre el paradero de Nick, pero aparentemente ella tampoco sabía donde estaba.

Esa tarde, Kevin y Kim me llevaron al doctor. Los doctores me dijeron que mis heridas se estaban curando muy bien. Me quitaron los puntos de sutura, también. Me dolió cuando me los quitaron, pero estuve feliz de deshacerme de ellos. Los puntos de verdad me daban comezón, y necesitaba de toda mi fuerza de voluntad para no rascármelos. Los doctores también tomaron rayos X de mi pecho y dijeron que mis costillas estaban sanando adecuadamente. En tanto estaría adolorida por otras cuatro a seis semanas, en tanto no hiciera ninguna locura, sería libre de hacer lo que quisiera.

Kim había estado asistiendo a mis clases en mi lugar desde el principio. Les explicó a mis profesores lo que me había pasado, asumiendo que no lo hubieran leído en los periódicos, y todos ellos cooperaron con ella dándole asistencia extra de modo que pudiera servirme de tutora. Kim tomó notas excelentes, de modo que para el principio de la siguiente semana yo estaba completamente al corriente con mis clases.

De hecho asistí a mi primera clase en más de una semana el Lunes a posterior a mi regreso del hospital. Kevin me acompañó de mi carro hasta nuestra clase de astronomía y se sentó a mi lado. Permaneció conmigo hasta la hora del almuerzo cuando Kim se unió a nosotros. Entonces ella se sentó conmigo en mis clases de la tarde hasta que fue la hora de regresar a casa.

De algún modo Kevin supo que tan cansada estaba en ese punto. El apareció con su carro a fuera del edificio en el que tenía mi última clase, y nos llevó a mí y a Kim a nuestro apartamento. Los tres fuimos escaleras arriba y cenamos tranquilamente. Kim y Kevin me metieron a la cama, pero no pude dormir.

Escuché algunos chirridos provenientes de la otra habitación y asumí que Kevin y Kim se estaban divirtiendo un poco. Tan solo escucharlos haciendo el amor hizo que mis jugos fluyeran. Estiré mi mano y comencé a frotarme el coño. Luego me enfoqué en mi clítoris...

Por alguna razón, no fue suficientemente satisfactorio, así que abrí mi cómoda y saqué mi juguete favorito, un conejo rosa. Lo encendí y lo comencé a meter y sacar de mi coño mientras sus orejas me cosquilleaban el clítoris. Pude sentir como el orgasmo iba creciendo, pero era muy fugaz.

Justo cuando pensé que mi cuerpo no obtendría el desahogo que necesitaba, mi imaginación convirtió el pene de látex en un pene real – el de Kevin. Mi cuerpo se sacudió con un orgasmo masivo. Chillé de placer, y Kevin y Kim corrieron a mi cuarto – sin sus ropas.

Ellos vieron lo que estaba haciendo, y estuve feliz de que no pudieran leer mi mente. Kim vio el gesto de vergüenza en mi rostro y probablemente pensó que se debía a que me habían pillado usando mi juguete. Si ella supiera... Por primera vez pude admitir para mí misma que realmente amaba a Kevin. Ser atrapada usando el juguete no me incomodó. Desear a Kevin si.

El Martes en la mañana, el detective Schultz llamó para decirme que casi atrapan a Nick en casa de Molly. Pero por alguna razón. Nick sospechó algo y huyó antes de que pudieran atraparlo. Hubo una persecución en carros a alta velocidad, pero Nick se las arregló para escapar. El manejaba un auto robado, el cuál después fue encontrado abandonado en un gran terreno de estacionamientos.

El Detective Schultz también me advirtió que Nick no había ido a clases desde el día del ataque, y ninguno de sus amigos sabía donde se estaba escondiendo. También parecía que Nick estaba involucrado en otras cosas de las que el detective no quería hablar. Una vez más, cuestioné mi buen juicio al involucrarme con una persona tan despreciable.

Con un consejo paternal, el detective me recordó que el spring break comenzaba el Jueves y se prolongaba por once días. Me sugirió que tal vez sería mejor salir a alguna parte cálida durante el descanso de verano.

Cuando colgué el teléfono, Kim y Kevin estaban esperando para escuchar las últimas noticias. Dije “Ese fue el Detective Schultz. La policía no ha encontrado a Nick, pero el detective me recordó que el spring break está a tan solo dos días de comenzar y me sugirió que me fuera a algún lugar cálido...” todavía no terminaba de contarles a Kevin y Kim mi última llamada, cuando Kim tomó el teléfono de mi manos y corrió a su habitación.

Kevin se veía tan perplejo como yo me sentía. Ninguno de los dos sabíamos a quien estaba llamando Kim, mucho menos por qué.

Kim regresó a la habitación con una amplia sonrisa. “Está todo arreglado” señaló. “¡Nos vamos a Daytona Beach para el spring break!”

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