Diosa Geek

autor Trybble

Capitulo 9: Kevin


Traducción: [email protected]

{Nota: La palabra geek ha sido desde su aparición difícil de traducir al español, no hay una palabra en especial que pueda dar una idea aproximada del significado de `geek’. Geek representa una idea, un estilo de vida que podría resumirse como: “Persona que entiende todo acerca de las computadoras y demás tecnología” }

Me estoy enamorando de mi diosa. Creo que ella se está enamorando de mi también, sin embargo no entiendo como una diosa como ella podría amar a un geek como yo.

No tenía idea de que mi diosa fuera virgen. Me sentí honrado de que ella me eligiera para ser su primer amante. La chica mas hermosa en el mundo tendría que tener docenas, sino es que cientos de tipos persiguiéndola. Paranoico con que Kim tal vez eligiera a alguien más, decidí hacer todo lo que pudiera para asegurarme de que no eligiera a otro.

Después del almuerzo, Amy desapareció, dejándonos solos Kim y a mí en el apartamento. Hablamos bastante esa tarde. Nos sentamos juntos en el sofá, Kim me explicó como ella y Amy planearon nuestra cita del Día de San Valentín. “Se suponía que tú nos pedirías a las dos que fuéramos a cenar, y la tarea de Amy consistía en hacer que tomaras bastante cerveza. No se suponía que terminaras borracho, solo un poco mareado. Luego nosotras te llevaríamos arrastrando al Cellar para bailar un poco.”

“Esa parte funcionó bien.” Asentí.

“Se suponía que Amy te mantendría fuera de balance tanto como fuera posible, mientras que yo bailaría contigo todas las piezas románticas. De esa manera, yo podría estar cerca de ti y cuando fuera el momento indicado, te susurraría al oído, ‘Por favor llévame a casa.’ A lo que se suponía que tú dirías que si. Si decías que no, Amy estaría allí para evitar tu escapada.”

“Me parece un buen plan” dije, “Pero dejen todo a Nick para que lo desmadre.“

Kim me dio una de sus mejores sonrisas y dijo, “Creo que él complicó un poco las cosas, pero a la larga eso aseguró que tu y yo pasáramos la noche juntos.” Luego, hizo un guiño, “y eso es algo que quería hacer desde que te conocí.”

“No sé por qué” comenté luego hice una pausa y dije “Solo soy como cualquier geek...” Kim me interrumpió con una carcajada. “Esta bien, tal vez no soy como cualquiera” concedí, “pero sigo siendo un geek.”

“Pero tú eres mi geek” respondió Kim. Entonces ella me dio un beso en la mejilla, al cual yo respondí con un beso más profundo, un viaje al dormitorio de Kim y de propina otra ducha.

Mientras nos secábamos el uno al otro, me reí. Kim preguntó “¿Qué es lo que te divierte?”

“Me estaba acordando como Amy hizo el papel de Sargento y nos ordenó que cosas hacernos el uno al otro la otra noche. Levanta ese pecho, talla la espalda. Me sentí como se tuviera que darle el saludo, ¿sabes a lo que me refiero?”

Kim se río y dijo, “Estoy contenta de que Amy haya estado allí. Estaba tan asustada que probablemente hubiera olvidado el condón. Podría haber quedado embarazada, y eso hubiera arruinado nuestras vidas.”

Asentí mientras me ponía los pantalones, “Pero Amy realmente me confundió. Probablemente más de lo que lo haya hecho alguien antes.”

“¿En que sentido?” Preguntó Kim, alcanzando sus ropas.

“Bueno, incluso a pesar de que ella sabe que tu y yo nos gustamos, ella se asomaba por detrás de mí y me hacía cosquillas. A veces me pellizcaba el trasero o incluso me daba besos en los labios. Una vez ella me beso y comenzó a frotarme el pene por encima de los pantalones. Afortunadamente se detuvo antes de que me viniera, pero estuvo bastante cerca.“

Kim se río y dijo, “Esa es Amy siendo Amy. Ella es una persona muy afectiva y sensible. Ella me da abrazos fuertes sin ninguna razón en particular. Sé que Amy se siento realmente bien al unirnos.” Ella sonrió al espejo mientras sacaba su cabello del cuello de la camisa

“Aún así, no puedo evitar sentir que algo está pasando.” Kim se veía un poco avergonzada por un momento, entonces se acercó y me bajó los pantalones. “Aquí vamos de nuevo...” Pensé, dejando me llevar a lo inevitable.

Finalmente llegué a casa el domingo ya avanzada la tarde. Walt estaba sentado en el sofá de la sala de estar y me preguntó sonriendo, “¿cómo estuvo tu cita de ayer?”

Me sonrojé y dije, “No lo creerías.”

“¿A cuál sacaste, la sexy pelirroja alta, o la rubia de pechos grandes?” Preguntó Walt con una carcajada.

Me puse aún más rojo, mi cara ardiendo por el calor de la vergüenza.

“Vamos, puedes decirme” insistió Walt. Intenté irme, pero Walt se levantó y me bloqueó el camino.

Walt me miró a los ojos y exclamó, sorprendido “¿Ambas?”

Como no respondí, Walt dijo, “¡Saliste con ambas chicas!” sus ojos se abrieron aún más. Asentí.

“¿A dónde demonios fueron?” La voz de Walt estaba entre un grito y un chillido emocionado. Estaba claro que quería respuestas.

Dándome cuenta de que no tenia otra alternativa mas que hablar, me dejé caer en el sofá y le comencé a explicar, “Las llevé a Bentley’s para cenar, y luego al Cellar a bailar.”

“¿cómo demonios hiciste eso? Se necesita una identificación para entrar al Cellar, y he escuchado que la única manera de entrar a Bentley’s el Día de San Valentín es haciendo reservaciones los días antes de Navidad. Algo así, o conoces a alguien que tiene sus contactos.”

Pensé en mi conversación con el gerente de Bentley’s y recordé que no había tenido fortuna hasta que mencioné el nombre de Amy. Vagamente recordé a Amy diciéndome que había trabajado allí alguna vez. Luego recordé el truco de Amy para que pudiera entrar al Cellar. Sonreí al recordar a Amy mostrando su escote, y al portero apenas dejándonos entrar sin más preguntas.

“Esta bien, si no me vas a responder, esta bien” refunfuñó Walt, cruzándose de brazos. “Por cierto, ¿Qué le pasó a tu ojo? Se ve es doloroso” dijo, señalando el moretón y respingando.

“Podrías decir que el ex-novio de Amy se tropezó conmigo.”

“Eso debe doler. ¿Se encargó Amy de eso después?” Preguntó Walt

“Tal vez si, tal vez no” dije sonriendo, pasando a un lado del confundido Walt hacia la escalera rumbo a mi habitación.

El lunes en la mañana estaba recostado en la cama recordando todo lo que había pasado el fin de semana cuando recibí una llamada telefónica. “¿Quieres desayunar, amante?”

“Claro” respondí un poco mareado.

“Bien. Encuéntrame a las 8:30 en la Unión de Estudiantes. No llegues tarde. Adiós.” Fue hasta después de que colgué que me di cuenta de que la que había llamado era Amy, no Kim.

Miré el reloj y me di cuenta que apenas tenía tiempo suficiente para vestirme y llegar a la Unión de Estudiantes. Lo bueno es que el día anterior me había bañado dos veces, pensé para mí mismo con una sonrisa al tiempo que me ponía los pantalones.

Amy ya tenía una mesa cuando llegué. Ella estaba tomando café y mordisqueaba una rosquilla rellena de queso crema. “Lo siento, llegué tarde” dije “No pude encontrar un lugar cerca para estacionar.”

“Te perdono esta vez, pero la próxima…” Dijo Amy con una sonrisa maligna en el rostro. “Anda por algo de comida. No tengo clases hasta las 10.”

Por alguna razón estaba bastante hambriento, Así que cuando llegué al frente de la fila, escogí un gran desayuno con panqués, huevos, papas, y salsa. Tomé una Coca grande, y caminé de regreso a la mesa donde Amy estaba sentada.

Ella miró mi plato y río. “Diablos, debiste haber quemado bastante energía ayer” dijo Amy.

“Uh, solo estoy hambriento.” Hice a un lado su comentario, pero puede decir que me fui poniendo rojo de solo recordar mi intenso fin de semana.

“Si, como no.” Se burló Amy al tiempo que yo empezaba a devorar la comida como si no hubiera mañana. “Dado que tu boca está bastante llena” continuó, “Yo hablaré y tú escucharás. ¿Entendido?”

Asentí.

“Kim es muy especial para mí. Si lastimas a Kim yo te lastimará a ti. ¿Entiendes?” dijo Amy con un tono de advertencia en la voz.

Tragué mi comida y volví a asentir, mi cerebro fue incapaz de formar alguna frase.

Amy se detuvo por un momento y tomó un suspiro profundo. Con una voz mucho más calmada, agregó “Tú también eres especial para mí, y también me aseguraré de que Kim no te lastime. Ustedes dos deben estar juntos – un perfecto par de geeks vírgenes. Bueno ya no tan vírgenes” río, “pero ustedes entiendo de que hablo.”

Mientras yo me sentí relajado por el reconocimiento que hizo Amy de Kim y yo como pareja, un gesto e tristeza la embargó mientras habló. Y puedo jurara que vi unas lágrimas en sus ojos. Ella se mordió el labio inferior, tratando de ocultar sus sentimientos. Después de unos segundos, fue evidente que sus esfuerzos fueron inútiles.

“¡discúlpame!” dijo Amy justo antes de tomar una servilleta y sonarse la nariz. “Creo que me está dando algo.” Ella aspiró con la nariz como para comprobar la presencia de un resfriado. “De todos modos” ella continuó con una convicción disminuida, “Solo acuérdate de lo que te dije.” Luego Amy abandonó la mesa y se alejó caminando.

Me quedé sentado sosteniendo mi tenedor a medio camino entre mi boca y el plato, mucho más confundido que antes.

Kim y yo rápidamente caímos en la rutina. Los Lunes, Miércoles y Viernes después de la clase de Redes, Kim y yo normalmente pasábamos el resto de la tarde juntos en la Unión de Estudiantes. Usualmente Walt nos visitaba allí. Yo pensaba que Walt quería salir con Amy, pero yo podía decir que Amy no estaba interesada en él. Desde luego, dado que Walt no tenía novia, parecía que él veía a cualquier chica que le hablara como potencial novia. Sé que yo hubiera sumido lo mismo hace un par de meses.

Créanlo o no, nos las arreglábamos para estudiar bastante juntos en la Unión de Estudiantes. A veces trabajábamos juntos en la clase de Redes, mientras que otras veces trabajamos en nuestras clases de manera independiente. Yo había tomado una de las clases de Kim en año anterior, así que podía ayudarla un poco en las partes más complicadas. Mientras que lo inverso no era necesariamente necesario, Kim era extremadamente brillante. A menudo cuando yo tenía un problema que no podía resolver, encontré que Kim podía ofrecer un punto de vista único sobre cómo debía resolver el problema. Realmente deseaba que Kim siguiera aquí el tiempo suficiente para que obtuviera su título Universitario. Rara vez conocía agente tan inteligente como Kim.

Los días que no íbamos a la Unión de Estudiantes, usualmente me encontraba con Kim en su apartamento. Dudaba que Kim se sintiera a gusto en el mío, ella era la única chica que yo recordaba que hubiera entrado al apartamento que yo compartía con Walt y otros dos compañeros. Yo sabía que ellos trataban de comportarse frente a Kim, pero a veces ellos se las arreglaban para avergonzarme con sus acciones. Ya sea que fuera Walt eructando o alguno de los tipos dejando ropa sucia tirada por toda la casa, y esto podía llegar a ser realmente repugnante de vez en cuando.

Kim y yo no habíamos regresado ni a Bentley’s o el Cellar desde el día de San Valentín. Pobre Amy había sido vetada del Cellar por culpa del incidente con Nick, pero a Kim y a mí no nos importaba. No necesitábamos ir a algún lugar especial para divertirnos. Desde la primera vez que Kim y yo hicimos el amor, pasábamos casi todas las noches juntos en la cama. Adoraba despertar teniéndola en mis brazos.

Una de las noches que Kim y yo no pasamos juntos fue la noche antes de mi cumpleaños. Yo sabía que ella estaba en su apartamento –me había llamado para desearme buenas noches – pero yo también sospechaba que ella y Amy estaban planeando algo de nuevo. La pura idea de ellas dos conspirando para sorprenderme me hizo reír.

Mi cumpleaños cayó en Sábado ese año, y ocurrió que cayó en uno de esos días raros de Marzo en Maryland en los que la temperatura es lo suficientemente cálida para que puedas salir sin usar abrigo. El sol brillaba en el cielo y no había ni una sola nube hasta donde se podía ver.

Kim me dijo que me encontrara con ella en el espejo de agua a la cuatro de la tarde. Una vez allí, repetimos nuestro primer beso de hacía unas semanas. Esta vez, sin embargo, el beso fue menos vacilante y más imperioso. Esto tenía sentido dada la forma en que nuestra relación había evolucionado desde nuestro primer beso. Habíamos invertido bastante emocionalmente en nuestra floreciente relación. Tomados de la mano, caminamos a través del campus hacía un restaurante llamado Ledo’s.

El interior del restaurante Ledo’s lucía como si no hubiera sido redecorado desde la década de los 50’s. Las luces eran bastante tenues, especialmente cuando entrabas después de haber andado a plena luz solar. Esperamos a la anfitriona para que nos sentara en un cubículo pasado de moda tapizado con piel de color amarrillo desvaído.

Kim me dijo que me sentara, y luego ella se deslizó en el cubículo a un lado de mí. El espaldar del asiento era alto, dando la ilusión de privacidad. Kim desechó los menús cuando la mesera los trajo. En lugar de tomarse su tiempo revisando el menú, ella inmediatamente ordenó una pizza mediana con jamón, cebolla y extra queso. Ella también ordenó una cerveza para mí y una Diet Coke para ella.

La mesera me miró y me preguntó si tenía una identificación. Orgullosamente saqué mi licencia de conducir, probando que por primera vez era mayor de 18 años y podía beber cerveza legalmente. La mesera dijo, “Feliz Cumpleaños” y se alejó caminando para solicitar nuestra orden.

Kim me explicó que dado que Ledo’s era realmente un restaurante italiano, su especialidad era la pizza. “Si no la haz comido antes, te vas a llevar una buena sorpresa” ella dijo sonriendo.

Cuando pregunté a dónde iríamos después de comer, Kim solo sonrió y dijo misteriosamente, “Ya verás...”

Mientras esperábamos la comida, Kim estuvo muy callada. Pero mientras que no decía mucho, ella me dejó saber que disfrutaba de mi compañía de otras formas. Su pierna estaba presionada contra la mía, y ella descansaba su cabeza en mi hombro. Ocasionalmente, incluso se acercaba y me daba un beso en la mejilla.

Eventualmente la pizza llegó. Era diferente a cualquier otra pizza que hubiera visto. En lugar de un pan redondo, la pizza venía en una bandeja rectangular. Y en lugar de la usual pizza correosa, esta pizza estaba hojaldrada y sabía como la hojaldra de un pay. Estuve escéptico al principio, pero cuando mordí una de sus rebanadas rectangulares, fue increíble. Casi como la diosa sentada a mi lado, pensé con una sonrisa de contento.

“La mayoría de la gente ama u odia las pizzas de Ledo’s” dijo Kim, dándose cuenta de mi sonrisa. “Me alegro de que te guste.” Luego con un guiño pícaro, se acercó y me lamió la salsa de tomate de mis labios con su lengua.

Mientras que las sillas altas nos hacían sentir en privado, el otro lado del cubículo por supuesto estaba abierto. Una dama ya mayor nos echó una mirada de desaprobación desde una de las mesas cercanas. Sin embargo, el hombre que estaba con ella – asumo que era su esposo- abrió sus ojos y me indicó que se moría de envidia. El hombre luego centró su atención en Kim, y fue recompensado con una de sus sonrisas inocentes.

Después de la comida, nos montamos en el auto de Kim el cuál estaba estacionado fuera del restaurante, ella condujo hasta un centro comercial cercano. Nos estacionamos cerca de los cines y caminamos hacia la entrada principal del centro. Los pasillos estaban saturados de personas esperando entrar a la siguiente función del más reciente éxito de taquilla.

Caminamos por el centro comercial durante un rato mirando las diferentes tiendas y boutiques. Vi a Kim mirando su reloj de vez en vez, lo cual confirmó mi especulación de que ella y Amy había preparado algo de nuevo. Eventualmente, caminamos de regreso hacia los cines, donde pensé que podríamos tener algo de diversión en la oscuridad.

Sin embargo, en lugar de formarnos en la cola para comprar las entradas al cine, Kim siguió de largo hasta un lugar llamado Dave & Busters. Amy, Walt, y algunos otros amigos estaban parados en la entrada. A un lado de Walt estaba una chica vestida de paisano a la que nunca había visto antes. Hice una nota mental para preguntarle a Walt a cerca de ella más tarde.

Seguí a la multitud hacia adentro del lugar, esperando un centro nocturno o un bar elegante. En cambio, lo que vi era difícil de creer. Mis ojos se abrieron ante la vista que tenía delante. Recordé haber pasado muchos cumpleaños en lugares como este – una pizzería repleta de video juegos, luces relampagueantes, mesas de premios y multitud de personas. Después de acostumbrarme al ambiente, me quedó claro que Dave & Busters no era para niños. ¡Oh no, esto era un Chuck E. Cheese para adultos!

Amy nos guió a través de interior poco iluminado del salón de juegos para adultos. Era mucho más grande de lo que se veía desde el interior. Vi mesas de billar, mesas de poker, mesas de dominó, varias barras y una zona de comedor bastante lujosa. Parejas bien vestidas caminaban por el salón, retándose en los juegos, o dándose besos mientras tomaban sus bebidas.

Cuándo Kim me vio mirando la zona del comedor, ella se me acercó y me susurró al oído, “su comida es cara y no es tan buena como la de Ledo’s.” Entonces ella metió su lengua en mi oído, estremeciéndome. Me hizo cosquillas, tuve que aguantarme las ganas de reír.

Seguimos a Amy por una rampa y pasamos a través de un portal en arco con un anuncio de neón que decía “The Million Dollar Midway”. En el otro lado del portal, se veía como si hubiéramos sido transportados a Las Vegas. Las parpadeantes luces de neón, el sonido de las charlas y las risas, y el sonido de los juegos creaban un ambiente festivo. ¡El ambiente perfecto para que una persona se divierta!

Caminamos hacia una caseta llamada Power Station. Amy mostró una pieza de plástico del tamaño de una tarjeta de crédito y dijo, “Todos los juegos en este cuarto usan una Power Card. Puedes agregar dinero a la tarjeta en cualquiera de las Power Station como está. Dependiendo del juego, puedes ganar boletos, los cuales puedes cambiar por premios en la caseta de premios en el lado más alejado del salón. Son las 7 en punto y quiero que nos encontremos aquí nuevamente a las diez. Buena suerte y que todos se diviertan.”

Amy se acercó caminando y me entregó mi tarjeta. Luego me dio un fuerte abrazo y un beso húmedo, y dijo “Kevin, aquí está tu tarjeta. ¡Feliz cumpleaños!”

La siguientes 3 horas fueron un trazo confuso. Kim y yo abollamos defensas corriendo carreras de NASCAR virtuales. Luego Amy, Walt, y su invitada (quien después supe que se llamaba Jessica), se nos unieron para otra carrera. Volamos boca abajo en un simulador de aeroplano que olía como si alguien hubiera expulsado su comida dentro y yo casi expulso la mía también. Luego perseguí a Amy y a Kim en un juego de snowboard, y todos jugamos James Bond en un simulador de realidad virtual.

Un grupo entramos a una especie de cine diferente a cualquiera que hubiera visto antes. Nos tuvimos que poner cinturón de seguridad en los asientos, y al tiempo que me ajustaba el cinturón, me pregunté pera que eran las agarraderas en los descansa brazos del asiento.

Cuando la película finalmente empezó, parecía que estábamos en un carro de Hot Wheels gigante encima de una intrincada pista anaranjada. Al momento que nos deslizamos por la rampa en nuestro carro virtual, los asientos se inclinaron hacia delante. Cuando entramos en una curva inclinada, los asientos se movieron hacia los lados. Juro que pude sentir el aire en mi cara al tiempo que corríamos por la pista. Cuando el carro atravesó un giro en forma de lazo, sentí como si fuera a echar fuera mi comida una vez más.

El carro saltó a través de una gran abertura en la pista, dándonos la sensación de que perdíamos peso, y escuchamos explosiones ensordecedoras al tiempo que vimos flamas aparecer en la pantalla. Luego un sonido zumbante nos llegó desde la esquina más alejada. Mientras rodábamos por una serie de curvas muy inclinadas, el sonido zumbante se hizo cada vez más y más fuerte y pareció cambiar de dirección.

Finalmente, vimos la gigantes ruedas cubiertas de hule que daban impulso al carro de Hot Wheels que se venía sobre nosotros. Con una vuelta quebradora de cuellos, volvimos a rodar por el circuito por segunda vez.

Cuando la película finalizó, nos desabrochamos los cinturones y salimos juntos del cine. Cuando me levanté, casi caigo al piso debido a que estaba muy mareado a causa del viaje. En el camino hacia fuera del cine, vi el ventilador gigante que simulaba la brisa junto con las docenas de bocinas que hacían el sonido tan real.

Eran casi cuarto para las diez cuando Kim y yo vagamos por la sección de juegos de carnaval. Encontramos una mesa vacía en la sala de espera y nos sentamos por un minuto. Kim me miró con una sonrisa feliz en su rostro y me dio un beso. Ella acarició mi cuello con sus labios, y pronto empezamos a ponernos más intensos y calientes. Kim estaba frotando el exterior de mis pantalones mientras yo deslicé mi mano bajo su blusa para jugar con sus senos.

Casi golpeó el techo cuando escuché a alguien aclarar su garganta a un lado de nuestra mesa. Amy estaba parada golpeando el piso con el pie. Ella nos recriminó juguetonamente, “Los quería a todos de vuelta en la Power Station a las 10 en punto. Son casi las 10 y media. ¡Los hemos estado buscando la última media hora!”

Amy me tomó del brazo y me arrastró de vuelta a la Power Station donde el resto de los invitados a la fiesta estaban esperándonos. “Síganme” dijo cuando finalmente estuvimos todos reunidos.

Dejamos el casino y seguimos a Amy rampa arriba, pasando por el área de comedores, hasta una puerta marcada como Reservado. Ella abrió la puerta y la seguimos dentro. Encontramos una mesa repleta de bocadillos. “Sírvanse algunos bocadillos” dijo Amy. “Nosotros regresamos en un minuto.” Amy le dijo a Kim y a Walt que la siguieran y desaparecieron por otra puerta. La pobre Jessica se quedó parada allí como un alma perdida en sus jeans holgados y su suéter difícil de describir.

Unos minutos después, Amy y Walt empujaron a través de la puerta un pastel de cumpleaños de 1 metro y medio de alto con velas brillantes. Al ver el pastel gigante, todos comenzaron a cantar feliz cumpleaños. Amy me dijo que pidiera un deseo y soplara las velas.

Al tiempo que caminaba hacia el pastel para soplar las velas, la parte superior del pastel se abrió y Kim saltó. ¡Mi deseo de cumpleaños se había vuelto realidad! Kim vestía el bikini más breve que hubiera visto. Ella gritó “¡Feliz cumpleaños, Kevin!” salió del pastel y me dio una gran beso. Mi cuerpo se calentó mientras acercaba a mí su cuerpo escasamente vestido. Sus pechos presionados contra mi pecho al tiempo que ella apretaba su abrazo y susurraba en mi oído, “Te amo Kevin.”

Abrumado por la felicidad, reí y juntos apagamos las velas. Al examinarlo con más cuidado, me di cuenta de que la última parte del pastel era real. Amy cortó rebanadas para todos, y Kim se alejó por unos minutos para cambiarse de nuevo a sus ropas de calle. Era casi la media noche cuando los invitados se empezaron a ir. Walt y Jessica fueron los últimos en irse justo después de la una, dejándonos a Amy, Kim y a mí solos en el salón privado.

Nos sentamos y hablamos sobre lo divertida que había sido la tarde hasta casi las dos a.m. Una persona del staff asomó la cabeza por la puerta y dijo “Amy, estamos a punto de cerrar.”

Amy me abrazó y me dio otro beso de cumpleaños. “Lleva a Kevin a casa y dale tu regalo de cumpleaños” le dijo a Kim. “Yo tengo que hacer algunas cosas aquí y llegaré más tarde a casa.”

Amy nos acompañó a Kim y a mí a la entrada principal de Dave & Buster’s. EL lugar estaba bastante silencioso dado que la mayoría de la gente se había marchado. Salimos caminando por la puerta y nos encontramos fuera del centro comercial cerca del auto de Kim.

Kim condujo de regreso a su apartamento y entramos juntos en el. Ella me dijo que me sentara en la mesa del comedor, mientras que traía mi regalo de cumpleaños. Desapareció en su habitación, presumiblemente para traerme mi regalo. Después de unos minutos, Kim me llamó, “Kevin, ¿Puedes venir? Necesito ayuda...”

No soy alguien que se pueda resistir a ayudar a una diosa en apuros, me levanté de la mesa y caminé por le pasillo hasta su recamara. Ella estaba sobre la cama totalmente desnuda, boca abajo, con un listón rojo brillante alrededor de su trasero y un moño estratégicamente colocado. “Ya tuviste mi coño y mi boca” comenzó, “Dejándome con un solo agujero virgen. Ese es mi regalo de cumpleaños para ti.”

Me subí a la cama y le di a Kim un beso profundo. La rodé a un lado sobre su espalda y comencé a frotar sus pezones mientras la besaba. Sus pezones se pusieron erectos, y la escuché gemir al tiempo que frotaba mi mano sobre ellos.

La besé bajando por su cuello hasta sus pechos, haciendo una breve pausa para torcer mi lengua sobre sus aureolas, evitando sus erectos pezones. Mientras seguía mi camino al sur hacia su zona de placer, Kim movió su cuerpo, desabrochó mis pantalones frenéticamente, y colocó su cabeza debajo de mi pene. Ella empezó a juguetear con su lengua.

Cuando alcancé su sexo, Kim ya estaba húmeda por la emoción. Metí un dedo dentro de ella, mientras que mis labios rodeaban su clítoris. Para entonces, Kim había engullido mi pene y estaba envolviendo el sensible glande con su lengua. Le di ligeros mordiscos a su clítoris, y escuché un gemido apagado.

Una sensación familiar comenzó a surgir en mis bola. Dado que deseaba guardar eso para más tarde, lo saqué de la boca de Kim, y me moví en la cama de modo que me pude concentrar en ella. Continué lamiendo su abertura, pausando de vez en cuando para enterrar mi lengua tan dentro como podía, o para morder su clítoris con mis dientes.

Pronto sentí a Kim empezar a escalar hasta un orgasmo masivo. Incrementé la intensidad de mis esfuerzos y pronto Kim estaba retorciéndose por toda la cama. Cuando se calmó, continué lamiéndola, y empezó a retorcerse por segunda vez.

Solamente la abracé mientras regresaba al mundo real, y luego le di un beso en los labios. “Es tu turno” me dijo mientras tomaba una botella de crema de su mesa de noche. Puso cierta cantidad sobre su palma y la frotó sobre mi pene. Luego se dio vuelta y quedó sobre su estomago. En lugar de poner su culo al aire como pensé que lo haría, se recostó sobre su estomago y colocó una rodilla hacía arriba a un lado de ella. “Amy dijo que sería más fácil de esta manera” me Explicó Kim, mirándome sobre su hombro.

Kim me pasó el bote de crema y me dijo que me pusiera un poco en mi dedo y lo usara para ayudarla a aflojarla un poco. Mientras empujaba mi dedo lentamente dentro de su culo, no pude evitarlo y comencé a jugar con su coño una vez más. Finalmente, Kim rogó “Por favor, ¡hazlo ahora!”

Busqué un condón y Kim dijo “No te preocupes. Por ahí no me puedo embarazar.” Me coloqué detrás de ella y posicioné mi pene sobre su entrada trasera. Apunté el glande hacia el hermosos hoyo de su culo y empujé. Mi pene se dobló casi a la mitad, y salió. Use un poco menos de presión la segunda vez, y fui recompensado cuando la cabeza de mi pene se introdujo dentro de ella.

Cuando escuché un chillido de dolor, empecé a retroceder. Kim me detuvo, diciendo “Estoy bien. Sólo necesito un poco de tiempo para acostumbrarme a la sensación.”

Kim empujó su trasero hacia mí, lo cual tomé como una señal de que ella deseaba que continuara. Sentí como si una prensa estuviera estrujando mi pene. Continué empujando mi pene lentamente dentro del culo de Kim, y después de un minuto o dos, estuve completamente dentro. Lentamente saqué mi pene, pero solo hasta la mitad. Empujé de nuevo hacia adentro, y fue un poco más fácil la segunda vez. Suavemente, entré y salí de su ano, y cada vez fue un poco más fácil.

Pronto, empecé a balancearme atrás y adelante. Pude escuchar la emoción en la respiración de Kim. Al tiempo que me movía más y más rápido, su respiración se tornaba más y más acelerada. Sentí mi esperma comenzar su camino a través de mi pene. Intenté bajar el ritmo, pero Kim gritó “¡Más rápido, más rápido, Kevin!”

Incrementé el ritmo mientras trataba de contener mi orgasmo. Kim se tensó y comenzó a temblar debido a un orgasmo. Su clímax me distrajo de mis esfuerzos por calmarme, y también tuve mi clímax. Por primera vez, descargué mi semilla directamente dentro del cuerpo de Kim. Fue un sentimiento maravilloso.

Tiré hacia fuera del cuerpo de Kim y me moví a su lado. La besé y ella dijo “Feliz Cumpleaños, Kevin. Te amo.”

Me las arreglé para decir “Te amo”, pero Kim ya se había dormido debido al cansancio. Momentos después, yo también me dormí.

“Ring, ring… Ring, ring” Lentamente volví a la vida cuando escuché al teléfono haciendo un ruido espantoso. Kim ya había rodado hacía el y estaba por levantar el auricular. No pude escuchar lo que la otra persona estaba diciendo, pero por la expresión en el rostro de Kim, supe que no podía ser nada bueno.

Kim colgó el teléfono y empezó a vestirse. “Era Amy” explicó sin aliento mientras buscaba sus ropas. “¡Está realmente herida y necesita nuestra ayuda!”

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