Diosa Geek

autor Trybble

Capitulo 14: Kim


Traducción: [email protected]

{Nota: La palabra geek ha sido desde su aparición difícil de traducir al español, no hay una palabra en especial que pueda dar una idea aproximada del significado de `geek’. Geek representa una idea, un estilo de vida que podría resumirse como: “Persona que entiende todo acerca de las computadoras y demás tecnología” }

Despuerté la mañana siguiente con una Resaca aún peor que la de un día antes. “¿Qué pasó?” pensé para mi misma, frotándome la adolorida cabeza. Había sido cuidadosa y solo había tomado una margarita, pero sentía como si hubiera tomado una docena.

Un gemido enloquecedoramente fuerte me llegó desde el otro lado de la cama. Miré y vi a Kevin, había rodado y me daba la cara. Estremeciéndome por el dolor, me di un masaje en las sienes. Nunca creí que la arrugar una sábana podía ser algo tan ruidoso. Era obvio que Kevin estaba sintiendo por lo menos tanto dolor cómo yo. De hecho, por imposible que parezca, el se veía peor de lo que yo me sentía.

Todos los músculos de mi cuerpo me dolían al tempo que rodaba para mirar a Kevin. Juntos podríamos encarar el nuevo día. Susurré a Kevin “Buenos días,” inmediatamente hizo un gesto de dolor y dijo “¡Deja de gritar!” AL mismo tiempo me llegó un espantoso soplido de su aliento. Olía como si un gato hubiera su boca como caja de desechos. Me cubrí la boca con la mano mientras pensaba si mi aliento sería igual de apestoso.

Una risa ensordecedora me llegaba desde algún punto por encima de mí. Dolorosamente recorri el cuarto con la vista. Parpadeando por la acometida de la luz, fue dolorosamente obvio que alguien había movido el sol unos 80 millones de millas más cerca de la tierra, lo cual no solo hacía el cuarto demasiado brillante, sino que lo dejaba también fuera de foco.

La luna se acercó a mí, como si fuera a golpear la tierra. Pero entonces una segunda luna empezó a acercarse. Pero la tierra tiene solo una luna… Parpadeé y de algún modo me las arreglé para no gritar del dolor.

Las lunas se transformaron en caras. Dawn y Amy miraron abajo hacia mí con grandes sonrisas torvas en sus caras. Realmente un pensamiento aterrador…

Cerré mis ojos, sin ganas de enfrentar el nuevo día, y volví a dormir. p.

* * * Un dolor edntro de mí me hizo despertar por segunda vez. Un dolor realmente agudo. Un dolor mucho peor que el que sentía dentro de mi cabeza. Supe que tenía que levantarme, así que me forcé a levantarme de la cama. Me tambaleé hasta el baño e hice una mueca al oir el ruido de la tapa del baño cuando la levanté.

Mi estómago se contrajo y el contenido de mi comida apareció en el inodoro. Otro encogimiento y ek inodoro se llenó con mi vomito multicolor. Varias veces más un calambre me dio en todo el cuerpo, pero con cada calambre hubo un poco de alivio. Finalmente, no quedó nada dentro de mí excepto por el terrible sabor en mi boca.

Dolorosamente, me levanté del suelo y fui al lavabo. Sentí otro calambre en el estómago pero afortunadamente nada salió.

Sentí el reconfortante frotar de una mano en mi espalda. Amy se acercó y descargó el retrete. El sonido de la descarga y el consecuente ruido del agua arremolinándose en el retrete me lastimaron la cabeza.

Amy sacó una tasa de papel del dispensador sobre el lavabo y la llenó con agua. La llevó a mi boca y tomé un sorbo. Circulé el agua por mi boca y la escupí. Después de eso mi boca no sabía tan mal, asi que tome un trago más grande y enjuagué el resto de ese desagradable sabor de mi boca.

Amy volvió a llenar la tasa de cartón, y me pasó dos píldoras blancas, y me hizo señas para que me las tomara. Hice lo que me indicaba ella, y luego Amy me llevó de nuevo a la cama donde inmediatamente me volví a dormir.

* * * La oscuridad saludó mis ojos tiempo después, y un poco del dolor se había desvanecido. Rodé, miré a Kevin y sonreí. No importaba cuán mal me sitiera estar al lado de Kevin me hacía sentir mejor. Mi vejiga me decía que era tiempo de levantarme, así que me fui de puntas al baño, tratando de no despertar a Kevin.

Sentada en la taza del baño, empecé a mear. Después de lo que pareció ser una eternidad, finalmente terminé. Me sentí mucho mejor. Ahora que mi vejiga estaba vacía, me di cuenta de que estaba hambrienta y con mucha sed, como si no hubiera comido y bebido por días.

Lentamente, deambulé hasta la cocina. El reloj en el microondas me indicó que eran las 5:15. Pensé que estaba muy oscuro para ser pleno día, así que debí dormir solamente algunas horas. Pensé en la noche anterior y sonreí por haber ganado el tercer puesto en un concurso de camisas mojadas. Cómo había cambiado mi vida desde que conocí a Kevin…

Busqué un vaso en la alacena, pero se me cayó y se rompió en cien pedazos. Afortunadamente, no me corté. Traté de recoger los pedazos más grandes mientras Dawn entraba en la cocina. Ella se hizo cargo de la situación y me llevó hasta una silla. Sacó otro vaso de la alacena y lo llenó con leche del refrigerador.

Me disculpé por el desorden ocasionado, pero solo me salió un graznido. Tomé un sorbo de leche y sentí como el fluido alisaba algunos de los rasposos bordes de garganta. Mientras bebía, Tía Dawn limpió el desorden que ocasioné.

La segunda vez que intenté hablar, susurré un “Gracias.” Dawn sonrió y me contestó con un susurro “Buenos Días Kim, ¿Te sientes mejor?” Asentí y levanté el vaso para más leche. Tía Dawn me complació, y a la mitad de mi segundo vaso de leche mi garganta se satín lo suficientemente bien para hablar con voz medianamente normal. Me las arreglé para decir “Buenos Días tía Dawn.” Ella se acercó y me dio un beso en la mejilla.

“¿Tienes hambre?” Preguntó. Asentí. “Panqués y tocino ¿te parece bien?” De nuevo, asentí.

Dawn se convirtió en un torbellino de actividad. Pronto, un plato lleno de panqués, huevos revueltos, papas rayadas y tocino aparecieron frente a mí. Limpié el plato en tiempo record. “¿Más?” Preguntó Dawn.

Negué con la cabeza y dije, “Me siento mucho mejor ahora. Gracias, mami” la miré y le dí una de mis mejores sonrisas de niña pequeña. Ella había sido cómo una madre para mi después de que perdí a mis verdaderos padres.

Por alguna razón, una lágrima rodó de los ojos de Tía Dawn al oír mis palabras. Me acerqué y le di un abrazo, y su llanto se desató al tiempo que me abrazaba.

Después de unos minutos, Tía Dawn se calmó. Entonces ella tomó un suspiro profundo y me dio una abrazo muy fuerte. Le devolví el abrazo, y ella caminó hacia la estufa y empezó a hacer más panqués. “Dado que estoy cocinando, me voy a preparar algo para comer” dijo.

Después de poner tocino en el sartén, me preguntó, “¿Así que estas enamorada de Kevin?”

La pregunta me tomó por sorpresa, pero no fue difícil para mi contestar. “Lo estoy” admití. “Él es la mejor cosa que me ha pasado en mucho tiempo, bueno, con excepción de ti. Cuando mis padres murieron me sentí muy sola en el mundo, tú estuviste allí para ayudarme a recomponer mi vida. No sé como podría haberlo hecho sin ti…”

“Gracias, cariño” sonrió Tía Dawn. “cuéntame más de Kevin.”

“É les maravilloso” dije. “Es brillante, encantador y quiero pasar el resto de mi vida con él.”

Escuché un bostezo detrás de mi, Amy entró caminando en la cocina.

“Si no es molestia” dijo Amy. “¡Muero de hambre!”

“Estará listo en unos minutos” dijo Dawn mientras daba vuelta a un panqué en la sartén. “¿Por qué no te sirves un jugo mientras esperas?” sugirió.

Amy cogió un vaso y se dirigió al refrigerador.

“¿Es tocino eso que huele?” Preguntó Kevin desde la puerta de la cocina.

“Y panqué con huevos” dijo Dawn. “Toma algo de beber y te prepararé un plato.”

No pasó mucho tiempo antes de que los cuatro estuviéramos sentados a la mesa comiendo un gran desayuno.

Dawn preguntó ¿qué piensan hacer hoy?

Kevin respondió, “Me gustaría pasar un Domingo haraganeando alrededor de la piscina.”

Amy rió. “¿Eh, Kevin?” dijo.

“¿Si?”

“Hoy no es domingo. Es lunes.”

“¿Cómo?” Kevin y yo preguntamos al unísono.

“Ella tiene razón” confirmó Dawn. “Tú y Kim pasaron el día de ayer en cama. Estaban tan borrachos después del concurso del sábado en la noche, que Amy y yo prácticamente tuvimos que remolcarlos hasta la casa y los metimos en la cama.”

“¿Recuerdan cuántos vasos de “Té helado” bebieron “anoche”?” preguntó Amy, sonriendo ante la idea del día perdido.

“Por lo menos tres o cuatro” me encogí de hombros. “Creo que pudieron haber sido más. No recuerdo.”

“Uh, ¿Saben que no era té helado normal?” preguntó Amy.

“No…” Admití, sonrojándome por la vergüenza.

“Ustedes estuvieron bebiendo Té Helado Long Island” Explicó Amy.

“¿Hay alguna diferencia?” Preguntó Kevin.

Amy miró al cielo ante tanta ingenuidad. “¡Claro que la hay! Un té helado Long Island es una combinación de ginebra, ron, vodka, triple sec y tequila con algo de coca cola y un toque de cítricos. Parece té helado y sabe un poco como el té helado, pero definitivamente no es té helado,” dijo Amy. “¿Estás segura?” preguntó Kevin.

“¿Recuerdas lo que yo hacía para ganarme la vida? Yo era la responsable del Bar en Dave and Busters. Yo hacía los mejores té helados Long Island en el estado de Maryland, y posiblemente de Washington DC y Virginia también,” Dijo Amy con un toque de orgullo en su rostro. “Por supuesto también he estado del otro lado de la barra. Yo perdí un fin de semana debido a que bebí demasiados Long Island.” Amy sonrió. “¡Nunca más!”

“Estoy de acuerdo” dije y me froté la cabeza.

“También yo” dijo Kevin.

“Así que eso deja abierta aún la cuestión de qué es lo que quieren hacer hoy” dijo Dawn. “Pero antes de que hagan cualquier cosa, creo que ustedes dos necesitan bañarse” insistió con una voz maternal mientras encogía su nariz y alejaba el aire con la mano en dirección mía y de Kevin.

“Si mami” Kevin y yo dijimos al mismo tiempo. * * *

Le di una nalgada a Kevin y dije, “¡Carrera hasta la bañera! ¡El último se “come” al ganador!” Sonreí de manera malvada al tiempo que pensaba para mí misma, “De cualquier manera yo salgo ganando.”

Kevin respondió, “¿Eh?” mientras yo corría dejándolo atrás y rumbo a mi cuarto. Tiré mi bata cuando pasé corriendo por la recamara rumbo al baño, salté dentro de la bañera y grité. “¡Gané, gané!” Kevin apareció momento después, todavía confundido.

Brinqué fuera de la bañera y abrí la corriente de agua tal y como la mera idea de Kevin comiendo mi sexo hacía correr mis fluidos. Me senté en el borde de la bañera y separé mis piernas. “Es hora de tu postre. Ven y tómalo” sonreí con malicia, doblando mi dedo para que viniera.

De repente Kevin pareció entender lo que yo quería. Tiró su ropa y caminó hacía mí. Me besó en los labios con mucho entusiasmo, su lengua casi tocó mis amígdalas. Entonces me fue besando hasta la garganta y luego hasta mis pechos.

Kevin puso ambas manos en mis pechos y empezó a frotar mis pezones entre el pulgar y el índice. Mis pezones inmediatamente se pusieron rígidos. Luego él cogió uno de mis pechos y succionó mi pezón muy dentro de su boca. La sensación fue eléctrica e increíblemente sexy. Casi tengo un orgasmo cuando él raspó suavemente mi pezón con sus dientes. Después, cuando hizo lo mismo en mi otro pecho, tuve un orgasmo.

Eventualmente la boca de Kevin llegó a mi centro de placer. Su lengua se movió de arriba a abajo por mi rendija. Finalmente, insertó la lengua entre mis labios inferiores y la usó para atacar mi clítoris. Mi cuerpo se tensó cuando puso uno y luego dos dedos dentro de mi coño.

Tan pronto como encontró mi punto G, mi cuerpo se puso realmente tenso en anticipación al orgasmo. Me recliné un poco para permitir a Kevin un acceso más libre a mi coño. Cuando la fuerza completa del orgasmo me golpeó, mi cuerpo tembló tanto que me resbalé y caí de costado dentro de la bañera.

Hubo un gran chapoteo, gotas de agua se esparcieron por todo el lugar. Un segundo después, yo estaba fuera de bañera gritando. Se me había olvidado abrir el grifo del agua caliente. Kevin se río de mi reacción, pero no le pareció tan gracioso cuando lo empujé dentro de la bañera con el agua helada. Gritó, y su pene que ya estaba casi listo para la acción, se encogió hasta casi nada. Pobre Kevin…

Cuando él salió de la bañera, me arrastro a la regadera y abrió el grifo a todo lo que daba. Al principio la ducha era congelante, pero luego el agua se fue poniendo más cálida, Y Kevin cuidadosamente ajustó los controles para asegurarse de que el agua permaneciera a una temperatura confortable.

Me acerqué y toqué el pene de Kevin. Su cuerpo era realmente impresionante. Pocos minutos antes, su pene se había retraído dentro de su cuerpo para protegerse del agua helada. Pero un toque de mi mano fue suficiente para que se levantara, listo para jugar.

Sosteniéndome de los hombros de Kevin, me puse en cuclillas en el fondo de la bañera. El rocío de la regadera me golpeaba en la cabeza, y el agua de mi cabello caía sobre el pene de Kevin. Rodeé el pene de Kevin con mi boca, y le devolví el placer que él me había dado antes.

Mientras jugaba con su pene, Kevin emitía pequeños gemidos. Pronto me di cuenta que él estaba cerca de eyacular. Continué lamiendo y frotando el pene de Kevin, llevándolo cerca del orgasmo, cuando escuché, “Los esperamos a fuera, en la piscina.”

Volteé mi cabeza solo un momento para ver a Dawn cerrar la puerta, en ese momento el pene de Kevin explotó en mi cara. El primer disparo de semen me dio en la mejilla; y el segundo me golpeó en la oreja. Cuando volteé de regreso a Kevin, otro disparo aterrizó en mi mentón mientras que el último casi entró en mi nariz.

Kevin se agachó con la toalla de baño y trató de disculparse diciendo, “Lo siento. Dawn me desconcentró.” Se río tímidamente.

Sonreí y dije con una mueca pícara, “¿Quieres intentarlo de nuevo?” * * * * * ** * * Después de nuestro baño, Kevin se puso su traje de baño holgado. Mientras yo me puse mi modesto bikini. Encontramos a Amy y Dawn afuera cerca de la piscina.

Amy atormentó a Kevin diciendo. “¿Por qué escondes todo dentro de ese traje de baño, mientras que nosotras vestimos estos pequeños traje de baño?”

“Simplemente creo que soy afortunado” respondió Kevin con una sonrisa.

“No es justo” protesté. “Necesitas usar algo que nos mantenga entretenidas” insistí, cruzando mis brazos.

Amy y yo nos miramos y gritamos al mismo tiempo “¡Ir de compras!” * * * * * * * Arrastramos a Kevin hasta el centro comercial con el fin de encontrar un Nuevo traje de baño. Tía Dawn no fue al viaje de compras alegando de buen humor que tenía algún trabajo que hacer en su estudio.

Fue cerca del atardecer cuando llegamos al centro comercial Daytona Beach. A pesar de todos los estudiantes que abarrotaban el pueblo, el centro comercial parecía casi vacío. Amy y yo decidimos tomarnos nuestro tiempo y visitar toda tienda que se pareciera interesante, solo por atormentar a Kevin.

Fuera de la tienda de juguetes Kay-Bee había un montón de juguetes eléctricos, desde un gran tren de plástico hasta un oso mecánico que aplaudía con un par de platillos. Arrastré a Kevin y Amy dentro, e inmediatamente corrí a ver las muñecas Barbie.

Las Barbies fueron mis favoritas en mi niñez. Tuve un montón de muñecas, la casona rosa, el Corvette rosa y maletines llenos de ropa. Miré con asombro las nuevas y costosas muñecas. Los vestidos eran magníficos.

“Mira aquí, Kevin” dijo Amy. La tienda tenía un par de muñecas y un Ken de muestra, Amy los estaba poniendo en varias posiciones lascivas. “Kevin, Kim y Amy se divierten” dijo ella con su mejor imitación de voz de Barbie.

Cuando le arrebaté las muñecas de las irrespetuosas manos, Amy tenía a la rubia Barbie sentada sobre la cara de Ken, y la pelirroja Midge estaba sentada sobre la entrepierna de Ken. Luego movió las cabezas y brazos de las muñecas de modo que las dos se besaran y se tocaran los pechos, mientras montaban a Ken.

“¡Amy, este es un lugar público!” la regañé. “¡Un niño podría verte. Compórtate!”

“Aguafiestas” dijo Amy, enseñándome la lengua.

Cuando me di la vuelta, Kevin había desaparecido. Lo busqué por la tienda y lo encontré en los juegos de Lego. Cuando no estaba jugando con Barbies en mi niñez, jugaba con Legos. Tal vez esa fue la razón por la que quise estudiar ingeniería.

Un niño estaba teniendo dificultades moviendo el brazo de una figura de acción de muestra. Kevin se colocó al nivel del niño y le mostró las varias maneras en las que podía mover y doblar el brazo de la figura. Los miré con una sonrisa al tiempo que Kevin tomaba otra figura de acción y los dos jugaban hasta que la madre del niño lo llamó, “Timmy, ¡Tenemos que irnos!” Kevin sería un gran padre algún día…

Le tendí mi mano a Kevin y lo ayudé a levantarse. Luego enganché mi brazo alrededor de él y caminamos por la tienda mirando los juguetes. Kevin se veía fascinado por los diferentes tipos de juguetes. Él era como un niño emocionado.

No pudimos encontrar a Amy en la tienda, así que caminamos hacia la entrada y Kevin señaló una tienda al otro lado del corredor. Amy estaba mirando una joyería de fantasía. Cuando nos vio, Amy corrió, tomó a Kevin por el brazo y lo arrastró hasta el ventanal. Los seguí.

“Mira esos bellos aretes” dijo Amy, mientras señalaba unos pendientes blancos y negros. “¿No crees que se me verían bellos?”

Siempre delicado, Kevin dijo, “Eh, seguro, Amy. Lo que sea.”

Tan pronto como Amy volteó a mirar otra cosa, vi a Kevin tomar los aretes que ella había estado mirando y los llevó al mostrador para pagarlos. Él los puso en su bolsillo de modo que Amy no los viera.

A mí no me atrae la joyería de fantasía –por lo menos no del mismo modo que a Amy. Por otra parte, vi un carrusel antiguo, completo con caballos de madera y música de órgano. Me detuve fascinada frente a él, mirando el carrusel dando vueltas y vueltas. Cuando Amy y Kevin se acercaron, los llevé a ambos a la cabina donde vendían los boletos.

Compré un boleto para cada uno de nosotros, no tuvimos que esperar mucho antes de subirnos. Amy se subió, vio un unicornio, y ágilmente se montó en él. Yo encontré un gran caballo blanco de circo, Kevin se montó en un caballo café con silla de montar estilo vaquero.

Mientras montábamos en el carrusel, miré a la gente que se había reunido para mirarnos. Me imagino que era inusual ver a un grupo de estudiantes universitarios jugando como niños grandes. En un momento dado, tuve un mal presentimiento cuando miré a la gente reunida. Vi a alguien que se parecía a alguien que yo seguramente conocía, pero por mi vida que no pude recordar quien era o dónde lo había conocido.

La cabalgata terminó pronto, pero me hizo sentir como niña una vez más. Yo quería montar una vez más, pero Amy y Kevin cortésmente declinaron. Los tres reanudamos nuestra caminata por el centro comercial. **** * * * * * *

Cuando pasamos frente a una tienda de dulces, Kevin y Amy se quedaron mirando los diferentes tipos de golosinas. El olor dulce debió haber sido demasiado fuerte de resistir para ellos, dado que pronto estaban dentro de la tienda, debatiendo las virtudes de cada tipo de golosina.

Yo decide pasar por alto la tienda de golosinas. En lugar de eso, caminé por el pasillo un poco más y me quedé mirando el ventanal de una tienda de joyas verdaderas, dejé a Amy y Kevin solos en el paraíso de los adictos al azúcar, mientras yo miraba la impresionante colección de collares de oro y aretes de diamante.

Mi curiosidad me llevó dentro de la tienda, empecé a ver los anillos de compromiso y de matrimonio. Cuando Amy dijo mi nombre desde el pasillo salí de la tienda y le hice señas con la mano, y luego volví a entrar. Kevin y Amy traían pequeñas bolsas de dulces en las manos, Kevin chupaba una paleta de caramelo, mientras Amy mordisqueaba una barra de chocolate.

Amy me siguió de vuelta a la joyería, arrastrando a Kevin con ella. Cuando Kevin se dio cuenta de lo que yo estaba mirando, entró en pánico. Sus ojos se agrandaron en esa mirada familiar de estoy-listo-para-salir-corriendo-de-la-habitación. Afortunadamente, Amy lo tenía bien agarrado del brazo. Amy se acercó al mostrador y empezó a señalar varios anillos que llamaban su atención. Sospeché que lo hacía para atormentar a Kevin, dado que mantenía firmemente tomado el brazo de Kevin.

Eventualmente, Kevin pudo separarse de Amy, y salió disgustado de la tienda. Amy y yo nos miramos y reímos.

A pesar de mi risa, me sentí asustada. Muy dentro de mi, yo sabía que Amy amaba a Kevin tanto como yo y que tarde que temprano él tendría que escoger a una de nosotras. No envidiaba a Kevin por tener que tomar esa decisión al final, cualquiera que no fuera seleccionada por él terminaría con el corazón roto.

Encontramos a Kevin en el medio del centro comercial. Había una gran zona para comer, y el olor a pizza mezclándose con el de tacos y hamburguesas me recordó cuan hambrienta estaba. Miré mi reloj y me di cuenta de que eran casi las 6 p.m. Me pregunté a dónde se había ido el día.

“Tengo hambre” dije.

“Ok, ¿qué tipo de comida quieren?” Preguntó Kevin.

“China” respondí.

“Pizza” dijo Amy.

“Grandioso” dijo Kevin. “¿Qué les parece si nos separamos y cada quien consigue su comida?” Amy y yo estuvimos de acuerdo con esa sugerencia. Kevin señal{o una mesa vacía cerca de unas plantas y una fuente. “Encontrémonos allí” dijo él tomando control de la situación.

Vagué arriba y abajo en la zona de restaurantes mirando la variedad. Realmente quería algo de comida china. Había dos tipos diferentes para escoger, y no podía decidirme. Finalmente me decidí por el lugar en el que servían el pollo General Tso, al cual agregué cerdo frito con arroz y lo mein.

Cuando regresé a la tabla, Amy y Kevin ya estaban comiendo. Amy comía un triángulo de pizza de pepperoni, mientras Kevin estaba comiendo un sándwich de pollo Chick-Fil-A.

Cuando Amy terminó su pizza, dijo, “Aún tengo hambre.” Miró hacia la bandeja de Kevin.

Kevin abrió una caja rojiblanca en su bandeja, y sacó un nugget de pollo. “Abre la boca” dijo él, tratando de poner el nugget en la boca de Amy. Amy se abalanzó y se metió el nugget en la boca junto con los dedos de Kevin. Ella cerró los labios alrededor de los dedos de él, lentamente los fue dejando libres.

Amy comió dos nuggets más. Decidí divertirme también un poco. Ensarté una pieza de pollo General Tso con un palillo y lo moví frente a la cara de Kevin. Kevin me siguió el juego y trató de morder el pollo en el palillo. Le llevó cuatro intentos para comerse la pieza de pollo.

Kevin tomó otro nugget y jugó el mismo juego con mi boca. Al final, atrapé el nugget con los dientes y los retiré de la mano de Kevin. Me ayudé con la lengua para terminar de meterlo en mi boca.

Amy hizo pucheros y dijo, “¡Hey aún estoy hambrienta!”

Kevin buscó en la caja y extrajo dos nuggets, uno en cada mano. Movía uno en frente de mi cara y otro frente a la cara de Amy. En esta ocasión abrí mi boca y mordí los dedos de Kevin. Amy hizo lo mismo. Kevin retiró ambas manos como si sintiera verdadero dolor. Amy y yo reímos, y después de unos segundos Kevin se nos unió. * * * * * *

Casi habíamos caminado por todo el centro comercial cuando encontramos Surf City Beachwear. Parecía ser el lugar perfecto para encontrar el nuevo traje de baño para Kevi. Amy arrastró a Kevin hasta la sección de caballeros. Ella le mostró uno tras otro varios trajes muy pequeños, y él permaneció diciendo, “No… nop… definitivamente no… de ninguna manera!”

Finalmente, Amy encontró un traje de baño Speedo azul brillante que dejaba muy poco a la imaginación. Se lo dio a Kevin y lo empujó dentro del cubículo vestidor.

Cuando él salió a modelar el traje, Amy y yo comenzamos a reír. Él aún vestía su ropa interior de algodón debajo del Speedo. Él vio nuestras burlas y dijo, “Lo sé, pero eso es lo que decía el cartel.”

Amy le pasó un par de calzoncillos rojos para que se los probara, y luego se dirigió a la sección de bikinis. Antes de que Kevin hubiera podido meterse dentro de esos pequeños calzoncillos, Amy estaba de regreso con un par de pedazos de tela en las manos.

Cuando Kevin salió para modelar el Segundo traje. Amy asintió en señal de aprobación. Entonces ella empujó a Kevin dentro del cubículo vestidor y, con un vistazo rápido alrededor para asegurarse de que nadie estaba mirando, lo siguió dentro y cerró la puerta.

Pude adivinar lo que Amy tenía en mente para Kevin, pero no pasó mucho tiempo antes de que un empleado de la tienda se acercara a su cubículo, tocó la puerta y dijo, “No permitimos que se haga eso allí dentro. Por favor vístanse y salgan.” Me cubrí la boca con la mano y me reí.

Un minuto o más después, un Kevin con la cara roja salió del cubículo de vestir completamente vestido seguido de Amy, quien tenía una gran sonrisa en la cara junto con unas cuantas gotas del semen de Kevin.

Amy caminó hacia el vendedor que les había tocado la puerta y le entregó los 3 trajes de baño y su tarjeta de crédito. Mientras el vendedor llevaba a cabo la venta con un gesto de desaprobación, Amy le explicó, “Mire, me tenía que asegurar de que nos quedaran bien.” Luego se limpió el semen de los labios con un dedo, y después metió el dedo en su boca para chuparlo. * * * * * * * * * *

De salida del centro comercial, vi un extraña tienda de osos de peluche. Entramos y vimos unos barriles, cada uno repleto de algún tipo de animal relleno. Recogí uno y me di cuenta de que no tenía ninguna clase de relleno. La vendedora explicó que en esa tienda cada quien hacía sus propios animales rellenos. Miré a cada uno de los animales, pero terminé regresando al primer oso teddy que vi. Era de peluche con los colores del arco iris con un gran lazo amarillo alrededor del cuello. Antes de que tuviera oportunidad de mostrárselo a Kevin, Amy se acercó, me tomó del brazo, y me sacó de la tienda de los ositos de peluche y me llevó dentro de Victoria’s Secret, la cual estaba en la siguiente puerta.

Al parecer cada centro comercial en USA tiene un Victoria’s Secret. El de Daytona Beach no fue la excepción. Amy inmediatamente se fue al fondo de la tienda buscando la sección de lencería. Empezó mirando tangas de seda que debían ser muy incómodas de usar.

Yo anduve en el frente de la tienda en la sección de saltos de cama. Vi a Kevin entrar trayendo la bolsa con los trajes de baño. Le hice señas y se acercó a mí.

“¿Ves algo que pudiera gustarle a Dawn? Estaba pensando en darle un regalo para darle gracias por dejarnos estar en su casa,” dijo Kevin pensativamente.

“No sé,” respondí. “Veamos que hay”

Revisamos la selección de ropa de noche, Kevin levanto una pieza frente a mí para que le diera mi opinión. “¿Qué te parece esto, uh… no sé cómo se llame?” preguntó, mientras pasaba sus dedos por los lazos de la prenda.

“Eso se llama teddy.” Era de color oscuro con lazos negros. Me pareció que era demasiado atrevido para Tía Dawn, así que señalé algo menos atrevido.

Kevin dijo, “No estoy seguro, ¿NO son Dawn y tú de la misma medida?”

“más o menos” admití. Mientras pensé para mí misma que la figura de Dawn era mucho mejor que la mía.

“Entonces pruébatelo” dijo Kevin.

Acepté de mala gana. Abrí la puerta del vestidor y me desvestí casi completamente, excepto por mis bragas –No llevaba brasier- y me puse el teddy. Me quedó ajustado, pero abrí la puerta para mostrarle a Kevin.

Escuché un alarido y volteé a un lado para ver a Amy de pie con una gran sonrisa en el rostro. “Te ves bien” dijo, haciendo un guiño y levantando los pulgares. “Endemoniadamente bien.”

“Creo que está un poco ajustado” dije, manoseando el borde de la prenda.

Amy dijo, “con esto es con lo que se ajusta.” Con unos cuantos ajustes a los lazos, quedó perfectamente ajustado. Kevin asintió dando su aprobación.

Amy aprovechó la oportunidad para probarse una creación semitransparente. Regresé al vestidor para probarme la bata de noche color blanco que yo creía le gustaría más a Tía Dawn. Cuando salí, Amy le mostraba su prenda a Kevin. Ella giraba y ensayaba toda clase de poses seductoras.

No podía creerlo, pero esa prenda hacia verse a Amy más desnuda que si no estuviera usando nada de ropa. Amy se veía muy complacida con esa prenda. Kevin también se veía muy complacido, a pesar de que trataba de controlar la expresión en su rostro, no podía controlas la expresión de asombro en otra parte de su cuerpo.

Amy parecía haber notado la expresión en el sur de Kevin dado que regresó al vestidor para quitarse la prenda negra. Intentó llevar a Kevin con ella, pero el debía estar un poco asustado después de lo que pasó en la otra tienda. Tomé la prenda blanca, entré al vestidor y me la probé. Se veía realmente hermosa. A Kevin le gustó esta prenda también. Cuando salí, Amy se había puesto un teddy rojo brillante con trama de lazos negros, realmente se veía sexy en ella.

Mantuvimos entretenido a Kevin durante un buen rato mientras nos probamos varias vestimentas, cada una más sexy que la anterior. Finalmente, no pude encontrar nada nuevo que realmente quisiera probarme, así que decidí volver a ponerme mi ropa. Amy ya se había cambiado, y Kevin estaba en el mostrador hablando con la vendedora. Kevin le dio algo de dinero de su billetera, y ella le dio a cambio una gran bolsa.

Le estaba preguntando a Kevin cuál prenda había escogido para Dawn, cuando escuché el reloj del centro comercial dar las 10. El centro comercial estaba cerrando. De hecho, la mayoría de las tiendas ya había cerrado.

Kevin dijo, “Creo que es mejor que regresemos a casa.” Amy y yo asentimos de acuerdo. * * * * * * * * * ** * *

Era realmente tarde cuando llegamos a casa. Kevin y Amy entraron con sus paquetes, mientras Dawn y yo nos dirigimos a la piscina. La noche era silenciosa y apacible.

“¿Estás cien por ciento segura de que amas a Kevin?” Preguntó Dawn.

“Por supuesto” respondí sin dudar.

“¿Qué hay de Amy?” Preguntó ella.

“¿qué quieres decir?”

“¿Estás consciente de que Amy también ama a Kevin?”

“Si” dije dudando un poco, no muy cómoda con el rumbo que Dawn le estaba dando a las preguntas.

“¿Alguien quiere una cerveza?” Escuché gritar a Amy desde la puerta del patio.

“Yo no” respondió Dawn

“No gracias” agregué.

Mientras Amy volvía dentro de la casa, Kevin salió modelando su nuevo traje de baño rojo. “Eso no deja mucho a la imaginación. No es que yo realmente necesitara imaginarme lo que había debajo,” pensé para mí misma.

“Revisé mi email cuando llegamos a casa” dijo Kevin. “Había un mensaje de Walt diciendo que la policía aún no ha encontrado a Nick, y que sospechaban que ha salido de la ciudad.” Kevin parecía un poco nervioso y preocupado.

“No le digamos a Amy” respondí, dado que no deseaba arruinar el poco tiempo de espring break que nos quedaba.

“¿No le digamos a Amy qué?” Preguntó Amy mientras se acercaba con una cerveza y vistiendo su traje de baño. Se acercó a Kevin le dio un pellizco en el trasero. “Bonito trasero, Kevin” le hizo un guiño, y luego corrió hacia la piscina.

Kevin gritó, “Hey,” y comenzó a perseguirla. Amy pasó corriendo al lado de Dawn y yo, me pasó la botella de cerveza y se dirigió a la piscina. Kevin la siguió al tiempo en que ella se zambulló en la piscina. Mientras que Kevin era más fuerte, Amy era más ágil y rápida. Ella se las arregló para apenas ir por delante de él. Cuando alcanzó la orilla de la piscina, dio la vuelta y comenzó a nadar hacia la otra orilla. Pronto, la persecución se convirtió en una competición dado que ellos empezaron a nadar vueltas a la piscina.

Dawn y yo solo los mirábamos sentadas en las tumbonas. Después de un día tan largo, no pasó mucho tiempo antes de que los dos empezaran a bajar el ritmo. Desafortunadamente Kevin fue el primero en hacer una pausa, y Amy se escabulló detrás de él y le volvió a pellizcar el trasero.

Esta vez Kevin se las arregló para agarrar a Amy. La levantó por completo fuera del agua y la dejó caer. Ella cayó de espaldas en e agua, haciendo un gran chapoteo.

Con su venganza consumada, Kevin salió de la alberca y caminó hacia nosotras. Bostezó y dijo “Voy a adentro. Realmente necesito dormir” sonrió. Se incline y me dio un beso con promesas de cosas por venire. “Después,” susurré. “Me meteré en tu cuarto más tarde.”

Kevin asintió, y entró en la casa.

Amy se recuperó del chapuzón y decidió dar un par de vueltas más. Sin embargo, no pasó mucho tiempo antes de que ella también decidiera retirarse por lo que restaba del día. Deambuló hacia nosotras, me dio un beso de buenas noches, y dijo, “Noches Kim. ¿No vienes a dormir?”

“Pronto, también estoy muy cansada” respondí.

Entonces Amy camino entró a la casa y caminó rumbo a la cama.

Con la tranquilidad y el silencio de la noche reestablecidos, disfruté de la compañía de Tía Dawn. Hablamos de todo tipo de asuntos: Kevin, mis padres, Amy, colegio, el concurso de camisas mojadas, incluso hablamos de sexo.

Era ya muy tarde cuando Dawn bostezó y dijo que realmente necesitaba dormir un poco, como Kevin y Amy.

Cuando nos dirigíamos adentro. Escuchamos un ruido. Habíamos apagado las luces de la cocina cuando salimos para evitar que los insectos entraran en la casa, pero podíamos ver una especie de luz moviéndose dentro de la casa.

Dawn se llevó un dedo a los labios y me hizo señas para que guardara silencio. Caminé de puntillas detrás de ella y vi a alguien con una linterna caminando por el corredor hacia las habitaciones. Ella se escabulló en su oficina por unos momentos, y salió con algo que casi no pude ver.

Calladamente seguimos la linterna y vimos a la persona que la llevaba abriendo la puerta del cuarto de Kevin. El tipo con la linterna jaló las sábanas y vio a Kevin acostado casi desnudo. Emitió un gruñido, lanzó las sábanas, y dio la vuelta para salir del cuarto. Dawn y yo nos agachamos y tratamos de ocultarnos. El tipo salió, y pude ver su cara claramente por el reflejo de la luz de la linterna. Era Nick. Escuché un crujido y luego un disparo. Cubriendo mis ojos por el miedo, emití un grito capáz de helar la sangre.