Diosa Geek

autor Trybble

Capitulo 5: Kim


Traducción: [email protected]

{Nota: La palabra geek ha sido desde su aparición difícil de traducir al español, no hay una palabra en especial que pueda dar una idea aproximada del significado de `geek’. Geek representa una idea, un estilo de vida que podría resumirse como: “Persona que entiende todo acerca de las computadoras y demás tecnología” }

Soy una persona de sueño ligero, de modo que cuando escuché ruido la mañana del domingo, me desperté al instante. Salí de la cama y pude ver que la luz del baño estaba encendida. Satisfecha con que el ruido hubiera sido ocasionado por Amy al entrar a la ducha, regresé a mi cálida cama. Amy debe haber tenido otra noche con Nick. No sé que es lo que ve en ese fracasado, pensé, doblando la colcha debajo de mi mentón, y me da gusto de que él nunca venga por aquí. Cada vez que él me mira, tengo una sensación extraña en el fondo de mi estomago.

Nick nunca me miraba a los ojos; él siempre le habla a mis pechos. Desde luego casi todos lo tipos que he conocido le hablan a mis pechos, concedí con un gesto avergonzado. ¿Lo puedo evitar si uso sostén talla 40D? Desearía tener un pecho como el de Amy. Sería feliz con su 36C.

Solo los repulsivos como Nick me invitaban a salir. Por alguna razón ellos creen que por el hecho de tener pechos grandes, se pueden acostar conmigo fácilmente. Los tipos lindos como Kevin están siempre temerosos de que esté saliendo con alguien como Nick y nunca me hablan.

Justo entonces, escuché cerrarse la ducha. Me preguntaba si Amy y Nick habían tenido sexo de nuevo. ¡La idea de Nick y Amy haciéndolo me revolvió el estomago!

Saqué todos los pensamientos de Nick de mi mente e intenté volver a dormir. Justo en el momento en que logré sacar a Nick de mi mente, Kevin lo reemplazó. Realmente me gustó charlar con Kevin el otro día. No podía esperar para verlo de nuevo la semana entrante. El era inteligente, lindo, y medía apenas por debajo del 1.82, es de la estatura perfecta para alguien como yo...

Kevin caminó hacia mí y me tomo en sus fuertes brazos. Frotó sus labios contra los míos. Enlacé mis brazos a la cintura de Kevin y presioné mi cuerpo fuertemente contra el suyo. Kevin miró hacia abajo y sus ojos verde azules miraron apasionadamente en los míos. Acercó su cabeza a la mía y entonces hubo chispas al tiempo que nuestros labios se tocaron. Lo besé ávidamente. Justo cuando me empecé a sentir un poco mareada, Kevin se retiró ligeramente. Ambos estábamos jadeando.

“No deberíamos hacer esto” le susurré al oído, la culpa me consumía. Mi conciencia me demandaba detenerme, pero mi corazón deseaba que el hiciera cualquier cosa.

“Lo sé” respondió con voz ronca, lamiendo sus labios hinchados. “Realmente deberías detenerte” suspiré, rápidamente perdiendo la fuerza de voluntad para terminar con esto.

En lugar de hacer caso a mi poco entusiasta sugerencia, Kevin acercó su cara a la mía. Podía sentir el calor de su respiración en mis labios. Entonces el abrió su boca y... ¡BANG!

Mi sueño se hizo añicos cuando Amy azotó la puerta de su dormitorio. Intenté volver a dormir –Quería ver que era lo que Kevin haría después – pero eso ya no sería. Me estiré y recogí la novela de romance que estaba leyendo más temprano, a leí hasta que volví a caer dormida.

La mañana siguiente un poco después de las 10, escuché que alguien tocaba la puerta. Tomé mi bata y me la puse, amarrando el cinturón holgadamente en mi cintura. “Espero que no sea Nick” pensé mientras caminaba adormilada hacia la puerta del frente. En caso de que fuera él, decidí que me escondería y esperaría a que se fuera.

Antes de abrir la puerta, vi a través de la mirilla. En lugar de Nick, vi a Kevin parado con u naire ansioso en el rostro. Abrí la puerta y lo invité a entrar. Los ojos de Kevin casi se le salen de la cara cuando me vio. Me di cuenta de que estaba usando un bata bastante corta, y él podía de ver mucho más de mí de lo que yo quería que viera, excepto en mis sueños.

“Por favor siéntate” sugerí, señalando el repleto sofá. “Me voy a vestir y regreso en un minuto.”

Cuestionándome por qué Kevin estaría aquí un domingo en la mañana, abrí mi closet y busqué algo para vestir. Decidí que mi sudadera de la Universidad Estatal de Maryland y un par de jeans bombachos serían la mejor apuesta, o al menos la más segura.

Cuando volví a la sala de estar, Kevin saltó como si pensara que yo lo iba a lastimar. Decidí que tal vez algo de beber lo ayudaría a calmarse. “¿Quieres café?” y por alguna razón el se puso colorado.

“¿Tienes una Coca-Cola?” preguntó, su voz quebrada por los nervios. Caminé a la cocina y revolví en el refrigerador, encontré una lata de Coca olvidada en el fondo y tomé una Diet Coke para mí. Las lleve a la sala y le pasé a Kevin su lata, limpiando la humedad dejada en mi mano en mis jeans. Me dio las gracias con un balbuceo y se sentó perdido en sus propios pensamientos.

Sentada en la silla frente al sofá, pregunté con mi mejor voz de Bugs Bunny, “¿qué hay de nuevo viejo?”

Estoy de acuerdo, era algo trillado, pero un asomo de sonrisa apareció en la cara de Kevin. Me miró por un momento y, con voz temblorosa, dijo “Esperaba poder hablar con Amy... ¿Esta aquí?”

“Amy está aquí, pero creo que llegó realmente muy tarde anoche.” Tome un poco más de mi DC y agregué, “No espero verla andando por aquí hasta dentro de algunas horas.”

“Oh....” dijo Kevin, con un gesto de decepción en el rostro. “Realmente necesito hablar con ella. Quizá regrese más tarde -después de que despierte.”

Kevin se levantó y fue arrastrando los pies hasta la puerta de enfrente, su cabeza mirando hacia abajo.

“No tienes por qué irte ahora mismo.” Puse mi Diet Coke en la mesa para café y lo seguí a la puerta. “Puedes esperar aquí”, agregué sin pensar. Traicionada por mis sueños de la pasada noche, pensé.

Kevin me miró a los ojos por un momento, y sentí un pequeño escalofrío recorriendo mi cuerpo. Me recordé a mí misma que este era el verdadero Kevin, no el Kevin de mi sueño.

“Gracias” dijo, y entonces se sentó en la silla en la que yo había estado sentada. Me senté en el sofá y doblé mis piernas debajo de mi para estar más cómoda.

Ninguno de los dos dijimos nada durante los siguientes minutos. Kevin miraba directamente a través de mí como si yo no existiera. Podía notar que estaba molesto por algo, pero no podía imaginar que. Así que tratando de ayudar, dije “Sé que realmente quieres hablar con Amy, pero ¿Te puedo ayudar?”

Kevin suspiró y dijo, “Probablemente no. Amy me presentó a una de sus amigas la pasada noche y...”

“¿Cuál amiga?” pregunté con un matiz de curiosidad en la voz.

“Joyce” respondió Kevin.

“¿Te refieres a Joyce McDermott?” pregunté pensando en la amiga de Amy con la lengua perforada

“Nunca supe su apellido” dijo Kevin, claramente incómodo con tal situación.

Traté de visualizar a Joyce McDermott en mi cabeza, y en todo lo que pude pensar fue en cuánto debería doler perforarse la lengua. Finalmente pregunté, “¿Era más alta que yo y con un cuerpo atlético?”

“Eso suena como a ella” dijo Kevin, ausentemente hojeando una revista rota de modas que estaba en la mesa para café.

De ninguna manera me imaginé que una revista de moda fuera de su agrado. El pobre tipo estaba en muy mal estado, eso era obvio.

“solamente he hablado con ella un par de veces, pero me pareció una buena persona.” comenté con precaución refiriéndome a Joyce.

Kevin pensó durante unos segundos y luego preguntó, “¿Sabias que tiene un pedazo de metal en la lengua?” La manera en que levanto la cabeza al hacer la pregunta fue casi pueril.

Me reí “Lo que quieres decir ‘¿Sabías que se hizo perforar la lengua?’” Kevin asintió. “La respuesta es sí. Sé de otras chicas que se lo ha hecho.” Decidí bromear a Kevin y dije con atrevimiento inusual, “Ellas dicen que vuelven locos a los hombres en la cama.” Entonces me di cuenta de que este no era el Kevin de mis sueños de anoche y, un poco avergonzada, miré al piso en lugar de mirarlo a él.

“Ciertamente fue diferente” dijo Kevin después de pensar un momento.

Miré a Kevin y vi que se estaba sonrojando. Se veía tan lindo cuando se avergonzaba.

Decidí presionar un poco más. “Kevin, no quisiera ser brusca, pero ¿dormiste con Amy la noche pasada?”

Asintió con la cabeza, y su rostro se puso aún más rojo.

“¿Fue ella tu primera vez?” pregunté, con inseguridad.

El asintió de nuevo.

“Ahh... eso explica muchas cosas” dije. “No hay por que estar avergonzado. Siempre hay una primera vez para todos. ¿Cómo te siente con respecto a Amy?” presioné, de algún modo impresionada por el rumbo que la conversación estaba tomando, ¡y aún más por que yo era quien la estaba iniciando!

Kevin se veía herido y confundido. Me moví sobre el sofá y me senté al lado de él. Me estiré, tomé una de las manos de Kevin y dije, “ahora mismo Amy está teniendo problemas con su novio. Pero en lo más profundo de su alma, ella es una buena persona. No creo que ella intentara herirte, al menos no deliberadamente.” Suavemente froté el dorso de su mano con mi pulgar en un intento por apaciguarlo.

“¿Pero por qué me entregó a Joyce?” Kevin barboteó. “Joyce me trató como si fuera un juguete o algo así. Ella me tomó y prácticamente me violó anoche, y luego ella estuvo a punto de arrastrarme para que me hiciera un tatuaje... y me pusiera un anillo en mi... tu sabes... ” dijo él, inclinando su cabeza en dirección de su entre pierna.

Yo estaba aturdida por las palabras de Kevin y por su franqueza. “No creo que Amy pensara que Joyce podría hacer algo que te lastimara. Creo que realmente le gustas a Amy. Y ella quería que hiciera pareja con alguien que te hiciera feliz. Tal vez ella no se dio cuenta de...”

“¿No me di cuenta de qué?” preguntó una voz detrás de nosotros. Me di la vuelta y vi a Amy parada detrás del sofá en su bata rosa de toalla.

Kevin miró igualmente sobresaltado por la súbita intrusión y soltó mi mano. Luego miró en a Amy y dijo “Siento que te despertáramos. Pero anoche... con Joyce fue... una.. experiencia.. única para mí.” La voz de Kevin se arrastraba nerviosamente después de cada palabra que decía. “Realmente necesito hablar contigo acerca de ella. Ella iba a hacer que alguien me pusiera un anillo en… mi… mi… ummm.. olvídalo.”

Me mordí la lengua para evitar reírme. Pobre Kevin, estaba tan avergonzado con toda esta situación. Y entre más avergonzado estaba más atractivo se volvía.

Amy miró al piso y jugueteó con el cinturón de su bata. “Siento mucho que Joyce y tú no se llevaran bien” se disculpó, su voz sonaba arrepentida. “Sabía que Joyce no estaba saliendo con nadie y creí que ella te gustaría. Estaba segura que ella te llevaría a la cama y que eso te haría feliz.”

Kevin miró a Amy, aceptando cada palabra que ella pronunciaba.

“Y respecto a mis problemas con mi novio, no tengo ningún problema de novio en tanto que ya no tengo novio. En todo lo que a mí concierne ese jodido imbécil puede irse al infierno y quedarse allí.” Profirió Amy con odio

Miré a Amy a los ojos, y articulé sin hablar “¿Quieres hablar?” a lo que Amy solo respondió negando con la cabeza. Mentalmente hice una nota para hablar con Amy acerca de Nick en privado. Sabía que algo malo debía haber pasado, pero ni siquiera podía imaginar que.

Miré a Kevin y el parecía aturdido por los comentarios de Amy. El solo la miraba con incredulidad. Entonces noté que su gesto de incredulidad lentamente se transformó en esperanza en tanto que lentamente caía en la cuenta de que Amy ahora estaba disponible. Él repasó con la mirada la corta bata de Amy notando sus atributos.

Amy debió darse cuenta de esto también, dado que dijo “Creo que efectivamente tenemos que hablar, Kevin, pero me gustaría vestirme primero.”

Me puse de pie y le pregunté a Kevin si tenía hambre “Yo estoy hambrienta y estaba pensando en hacer algunos panqués.”

“¿De los congelados?” Preguntó Kevin.

“Claro que no” dije, caminando hacia la cocina. Kevin me siguió como un cachorrito jalado por una correo. Abrí el armario y saqué una caja de Bisquick. “¿Te importaría darme el bote de leche y un par de huevos del refrigerador?” Pregunté, agarrando un cuenco para mezclar de la alacena.

“Seguro” respondió Kevin caminando hacia el refrigerador y trayendo las cosas hacia donde yo estaba trabajando. Para entonces, yo ya había depositado la cantidad correcta de mezcla para panqués en el cuenco. Agregué los huevos y algo de leche, y empecé a batir la mezcla. “Creo que hay un poco de tocino en el refrigerador si es que te interesa” dijo Amy al momento que entraba a la cocina y suavemente empujó a Kevin fuera de su camino. Ella lucía mucho más calmada de lo que estaba unos minutos antes. Abrió el refrigerador y sacó un paquetito de tocino.

“Pobre Kevin” pensé al ver la expresión de desamparo en Kevin. Me acerqué a él, lo tomé por los hombros, lo hice dar la vuelta, y lo empecé a llevar hacia la mesa del comedor. “sé que quieres ayudar, pero dos cocineros hacen que la cocina esté repleta – tres es incluso peor. Solo siéntate a la mesa y te traeremos algo de desayunar cuando terminemos.” Le sonreí al tiempo que él sacaba una silla de de la mesa y se sentaba. Parecía que Kevin se estaba calmando un poco.

Mientras Amy abría el paquete de tocino, saqué de la alacena una sartén y mi cazuela favorita para panqués y los puse en la estufa. Amy encendió el quemador y puso algunas tiras de tocino en la sartén.

Saqué un poco de mantequilla del refrigerador y puse una pequeña cantidad en la sartén para que los panqués no se pegaran. Encendiendo el quemador, oprimí la porción de mantequilla con una espátula hasta que se derritió. Cuando finalmente se derritió, la revolví con la mezcla de la forma en que mi madre me enseñó. Luego vertí algo de mezcla en la sartén.

Escuché un ruidosa explosión seguida de un aún más ruidoso “¡owwww!” que salió de boca de Amy. Había sido salpicada con la grasa del tocino. Al ver su casi cómica expresión, empecé a reír, y luego Kevin también comenzó a reír. Sacando su labio inferior para hacer un puchero fingido, Amy nos echó una de esas miradas, y entonces comenzó a reír también.

Con una sonrisa amplia, miré a Kevin y le pregunté, “¿Estás disfrutando esto?”

“Nunca antes había tenido un desayuno hecho por dos mujeres hermosas” respondió con una sonrisa casi infantil en el rostro.

Volteando a verme con un falso gesto de sorpresa, Amy dijo, “¿Nos ha llamado hermosas?”

“Creo que si” sonreí, mirando a Kevin.

Lancé al aire el panqué para darle la vuelta así como lo hacen en TV. Kevin batió palmas mientras yo recibía los aplausos con una inclinación. Amy sacó algunas iras de tocino de la sartén de freír y las puso en un plato cubierto con toallas de papel para absorber la grasa. Lancé el panqué de la sartén al plato, y juntas Amy y yo llevamos el desayuno a Kevin.

“Hermoso” dijo Kevin con un gesto de agradecimiento. “El panqué también se ve bien” agregó, sonando más como un Casanova que como un geek como el mismo se definía.

Escuché la risa ahogada de Amy y sonreí, pensando que el verdadero Kevin era incluso mejor que el de mis sueños. De regreso a la estufa me dispuse a hacer el siguiente panqué.

Los tres charlamos acerca de nada y de todo mientras desayunábamos. Nada particularmente importante, sólo plática divertida. Después del desayuno, Amy y Kevin fueron a la recamara de Amy y hablaron durante un rato. Me sentí un poco dejada fuera mientras lavaba los platos pero sabía que ellos necesitaban un poco privacidad.

Una hora después, yo estaba estudiando con mis libros desparramados sobre la mesa del comedor, cuando Amy y Kevin reaparecieron. Kevin parecía mucho más calmado después de su plática, y no pude evita desear haber sido una mosca en la pared para escuchar esa conversación. Al pasar por la mesa, Kevin agitó su mano y dijo, “Te veo mañana en clases.”

Sentí un dejo de celos recorrer mi cuerpo al ver a Amy acompañar a Kevin hasta la puerta y susurrarle algo al oído. Kevin se puso rojo, y entonces Amy se acercó y lo besó en la mejilla. Ella lo miró abrir la puerta; bajar las escaleras y salir del edificio.

Cerrando mi libro, pregunté, “¿Está todo bien con Kevin?”

“Le prometí a Kevin que hablaría con Joyce y le explicaría lo que pasó la otra noche. De hecho pienso hablarle ahora mismo.” Amy entró a su cuarto y cerró la puerta.

Con Kevin ausente y Amy en el teléfono, decidí ir a la biblioteca a estudiar. Recogí mis libros y apuntes, me puse mi abrigo, y salí del apartamento.

Cuando regresé en la tarde, encontré a Joyce llorando en el sofá con Amy abrazándola fuertemente. Decidí darles algo de privacidad, de modo que me dirigí directamente a mi habitación. Antes de cerrar la puerta, pude escuchar parte de su conversación. La curiosidad se impuso, de modo que dejé la puerta abierta para captar algo más de la discusión.

“Pero creo que de verdad me gusta” Dijo Joyce entre sollozos.

“Creo de realmente te gusta, Joyce. Pero tienes que admitir que fuiste un poco ruda con el pobre tipo. Creo que realmente lo asustaste, especialmente cuando quisiste que lo tatuaran.”

“Los tatuajes no duelen mucho” dijo Joyce, soplando su nariz en un klínex.

“Tal vez no, pero tal vez el no estaba listo para algo como eso” sugirió Amy.

“Tú lo quieres para ti sola ahora que te has desecho de Nick” Acusó Joyce, su voz llena de ira.

Amy río, “Kevin es realmente una buena persona, pero no estoy interesada en alguien como él. El es demasiado geeky” agregó, haciendo aún lado esa idea. “Además, solo tiene 17 años. Yo estoy interesada en hombres no en niños.”

“¿Lo dice de verdad?” escuché preguntar a Joyce. Amy debió haber asentido con la cabeza, dado que no la escuché hablar. Entonces escuché algunos susurros ,

Deseando saber que demonios estaba pasando; resolví que necesitaba una bebida. Caminé silenciosamente desde mi cuarto a través del pasillo hasta la cocina. Cuando miré a la sala de estar, no estuve segura, pero me pareció ver a Amy besando a Joyce en el sofá. Decidí tomar una Diet Coke y regresar a esconderme en mi cuarto.

Unos minutos después, escuché cerrarse la puerta del frente. Amy gritó, “¡Ya se fue. No hay moros en la costa, Kim!”

Salí de la recamara y pregunté, “¿Ella está bien?”

Amy respondió, “Estará bien. Evidentemente Kevin dejó en ella una impresión más grande de lo que yo pensaba. Ella realmente se enamoró de él, pero Joyce se enamora de todos los tipos que duermen con ella. Para el próximo fin de semana, ella estará enamorada de nuevo y Kevin será un recuerdo distante para ella.”

“Esas son buenas noticias” dije. “Estaba preocupada de que pudiera lastimar a Kevin de nuevo.

“Para nada” dijo Amy. “Creo que ella entendió que Kevin no es el indicado para ella. Creo que Kevin estará seguro ahora”

“Ummmm” No estaba segura hacerle a Amy mi siguiente pregunta. “Uhh.. ¿Estabas besando a Joyce hace un rato en el sofá?” pregunté, ruborizándome por el atrevimiento de mi pregunta.

“Claro” respondió ella con facilidad. “Joyce es una gran besadora. Adoro ese barra que le atraviesa la lengua.” Viendo mi expresión de shock, Amy preguntó “¿Hay algo malo en eso?”

“Uhh, no. Creo que no… ¿Significa eso que eres gay?”

Amy rió. “No. No soy gay. ¡Me gustan los hombres demasiado para ser gay! A pesar de eso, hay veces en las que besar una chica puede ser tan divertido como besar a un chico. En el caso de Joyce, esto la ayudó a darse cuenta de que incluso si no le gusta a Kevin, hay otras personas a las que si le agrada.”

“Ahora tengo que darme una ducha y cambiarme para poder llegar a tiempo al trabajo. Te veo luego” dijo Amy. Sin embargo antes de irse, se acercó y me dio un pequeño beso en los labios. Me sentí ruborizada, mareada y confundida. Sin importar que tan confundida estuviera, decidí que necesitaba volver a mis estudios. Pronto, ecuaciones complejas sacaron de mi mente todo pensamiento de Kevin, Amy y Joyce.

Mis clases de la mañana pasaron arrastrándose, mientras esperaba la clase que compartía con Kevin. Cuando entré a la clase de redes, encontré a Kevin sentado en el mismo asiento del viernes. Calculando que no tenía nada que perder, me senté a su lado de nuevo. En lugar de estar nervioso, Kevin parecía más cómodo en mi compañía de lo que estuvo la última vez que tuvimos clases juntos. Como resultado de esto, la clase de hoy pasó volando.

Después de clase, tomé a Kevin del brazo y juntos caminaos hasta la Unión de Estudiantes. Esta vez, me senté a un lado de Kevin en lugar de en frente de él. De modo que podíamos hablar sin que nadie nos escuchara.

Hablamos de un montón de cosas, su color favorito (verde), su libro favorito (La Luna Es Una Cruel Amante de Heinlein) y su programa favorito (Viaje a las Estrellas –por supuesto). El se enteró de que mi color es el turquesa , mi flor favorita la rosa y mi canción favorita era “El Beso” de Faith Hill.

Después de un rato llegó Walt el amigo de Kevin y los tres comimos tacos. Walt parecía ser una buena persona, sin embargo sentí que Kevin estaba abochornado de estar sentado al lado mío mientras Walt estaba presente. Después me enteré que Kevin no estaba avergonzado por mí, sino por que Walt pudiera hacer algo que me avergonzara.

Eventualmente terminamos de comer y Walt se retiró. Tomé a Kevin por el brazo y salimos. Habiendo estado en la Universidad Estatal de Maryland por 4 años, ya había tenido oportunidad de caminar por el campus en algún momento u otro. En el centro del campus había un espejo de agua. Aún a pesar de que se congelaba durante los meses de invierno, seguía viéndose hermoso durante la noche.

La caminata desde la Unión de Estudiantes al espejo de agua tomó solo unos minutos, pero fueron unos de los mejores minutos de mi vida. Ninguno de los dos dijo una palabra. No necesitamos decir nada. En algún momento del camino, nuestra manos se enlazaron. Simplemente caminar junto a Kevin, su cálida mano en la mía, fue divino.

Era una de esas noches claras de invierno en las que no hay ninguna nube en el cielo. Y aún que la luna estaba casi llena, todavía podías ver docenas de estrellas en el cielo.

Me detuve por un momento cuando vi algo moviéndose en el cielo. Primero pensé que era un avión, pero luego me di cuenta de que era una estrella fugaz. Cerré mis ojos por un momento y pedí un deseo. Cuando los abrí, la estrella fugaz se había ido.

Empezamos a hablar de Nuevo y me pregunté si Kevin había visto la estrella fugaz. Empecé a decir algo acerca de ella, pero entonces decidí que en realidad no quería echar a perder el ambiente.

Cuando llegamos al espejo de agua, empezamos a caminar cuesta abajo a un lado de el. La gran laguna rectangular estaba construida en una cuesta gradual y tenía una caída de agua cada 6 metros más o menos. En el verano, el sonido del agua que cae es relajante al tiempo que hermoso. Donde la acera daba la vuelta al lago, había una parte con hielo que ni Kevin ni yo vimos.

Kevin se resbaló en el hielo y cayó sobre su trasero. Intenté no reírme, pero no pude evitarlo. Pronto Kevin se me unió. Decidiendo que había sido poco caritativa con el pobre tipo, me acerqué para ayudarlo. Kevin me agarró de la mano y jaló. Un momento después, ambos estábamos tirados sobre el hielo. Lo único lastimado fue nuestra dignidad. Nos reímos un poco más, y finalmente nos las arreglamos para levantarnos.

Giré hacia Kevin y miré sus hermosos ojos verde azules mientras el miraba los mios. Estuvimos de pies así durante varios minutos como si estuviéramos hipnotizados el uno con el otro. Por alguna razón que probablemente nunca entenderé, me acerqué a Kevin y le di el primer beso verdadero de mi vida.

Kevin puso sus manos alrededor de mi y me abrazó fuertemente. Estuvimos de pie solo besándonos hasta que nos quedamos sin aliento. La calidez de su lengua y la comodidad de sus brazos enlazados alrededor mío eran casi embriagadoras. Momentos después, Kevin aflojó sus brazos y continuamos nuestra caminata alrededor del espejo de agua.

Cuando llegamos al punto de partida, decidí que quería ir a un lugar un poco más cálido. “¿Quieres ir a mi apartamento?” pregunté.

Kevin solo asintió. No tenía palabras. De modo que caminamos hacía mi apartamento mano a mano en silencio.

Cuando abrí la puerta de mi apartamento, las luces estaban apagadas. Todavía era temprano y me pregunté dónde estaría Amy, pero no pensé mucho en eso. Dejé las luces apagadas y me quité el abrigo. Kevin se quitó el suyo también, y los colgué en el closet.

Mientras yo colgaba los abrigos en el closet, Kevin se sentó en el sofá. Me senté sobre su regazo y empecé a besarlo de nuevo. Podía sentir mis pezones saltar de regocijo. Nuestra lenguas danzaron una alrededor de la otra y nos abrazamos fuertemente. Me pregunté si Amy le había enseñado a Kevin como besar durante su única noche juntos, o si Kevin había nacido con un talento para besar.

Mientras nos besábamos, deslicé mis dedos a través del cabello rizado color castaño de Kevin. Me encantaba lo grueso que era. Mientras tanto. Kevin empezó a correr sus manos arriba y debajo en mi espalda. Esto me causó un pequeño escalofrío y una sensación de calidez se esparció por todo mi cuerpo.

Por primera vez en mi vida, deseé dormir con alguien. No había duda de eso en mi mente. Me sentía bien. Justo en el momento que estaba por invitar a Kevin a mi habitación, la puerta del apartamento se abrió. Amy entró y encendió las luces. Ella nos vio revolcándonos en el sofá y nos miró con una sonrisa de entendimiento.

Kevin levantó su cabeza y parpadeó a causa de la luz. Cuando Kevin se dio cuenta de que era Amy quien estaba mirándonos, un gesto de terror –o ¿era culpa? – se extendió por su rostro. En el momento que me levante del regazo de Kevin, él se levantó y dijo, “Creo que mejor me voy a casa ahora. Tengo una clase mañana muy temprano. Te hablo después.” Kevin se acercó y me dio un besito en la mejilla y dijo “Bye.”

Debió tomarle a Kevin todo su autocontrol no echarse a correr fuera del apartamento. Caminó hacia el closet con sorprendente calma y tomó su abrigo y su mochila. Entonces miró a Amy, quien estaba todavía parada a un lado de la puerta, y perdió la calma. Por segunda vez en menos de una semana, Kevin corrió escaleras abajo y salió del edificio.

Caminé hacia la puerta abierta y juntas Amy y yo miramos la carrera de Kevin en la acera. Me di la vuelta y miré a Amy, ella me miró a mí. Súbitamente, comenzamos a reír.

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