Note: This story was dynamically reformatted for online reading convenience. Keywords: cons, nc, torture, snuff Léa despertó ya sin la bolsa en la cabeza. Estaba sentada en una silla con las manos atadas por delante, aunque no estaba atada a la propia silla. En frente, a pocos metros, Mark estaba sentado. Él si se encontraba atado a la silla. Ten'a los rastros de una buena paliza. -Por fin despierta la bella durmiente. Era el l'der quien hablaba. Léa miró de un lado a otro, asustada. Estaban en otro lugar. Una especie de almacén abandonado. Se asustó. Preguntó qué ocurr'a, pidió auxilio. Solo consiguió carcajadas. Léa no era tonta. Sab'a a qué se dedicaba Mark. En parte era lo que la hab'a atra'do. La t'pica fantas'a del chico malo. En su caso hab'a sido real. La fantas'a jamás contemplaba el momento en que la mafia decid'a intentar recuperar su parte. -Esto va as', encanto. Aqu' tu amiguito nos ha robado una buena tajada. No la debe tener encima, pero sabe donde se reunirán los suyos. Lo malo es que no nos lo quiere decir. Por suerte vas a ayudarnos. Léa no comprend'a qué quer'an decir. -¿Qué? Le agarraron un dedo, el meñique de la izquierda. Tiraron hacia atrás con fuerza hasta romperlo. Léa, que jamás se hab'a enfrentado a nada parecido, gritó. Dijo algo en francés que ninguno de los all' presentes entendió. -¡Déjala! El grito de Mark no sirvió de nada. Simplemente agarraron el siguiente dedo. No les dejó proseguir. Fue el momento en que les contó todo. El l'der hizo un par de llamadas. -¿No es mejor as'? Lo malo es que nos has robado, chico. Eso no ha estado bien. Pero has tenido cojones, muchos cojones. Te vamos a dar un pequeño espectáculo. Entre dos de los matones levantaron a Léa de la silla. La llevaron hasta Mark y la hicieron arrodillarse delante. Ella segu'a llorando, dolorida. As' opuso menos resistencia. -Chúpasela Léa miró al l'der sorprendida. -¿Qué? Dio una patada justo por debajo del cuello a la mujer. La hizo caer de espaldas al suelo. All' la golpearon un poco más entre los otros tres. Con una señal, el l'der les hizo detenerse. Léa se mostraba con algunos moratones y arañazos en todo el torso. Hab'a pedido que parasen, suplicado incluso. Aún as' hab'an acabado la pequeña paliza. -Cada vez que te niegues, te vamos a pegar. Es un castigo, ¿lo entiendes? Ella asintió muy rápido con la cabeza -Pues empieza a chupársela. Léa se incorporó cómo pudo. El pecho le dol'a much'simo. Se acercó de rodillas hasta Mark. Él no estaba erecto. Léa no preguntó. Comenzó a lamer el miembro, suavemente. Trató de olvidar la situación en que estaban. Se concentró en dar placer. La hac'a sentir sucia por saber el espectáculo que estaba dando a esos malnacidos. Ni siquiera era capaz de mirar a los ojos a su amante. A pesar de todo continuó. Le llevó un rato conseguir una nueva erección de Mark, mucho más de lo habitual. No usaba las manos, tan solo la boca. Cuando finalmente la tuvo preparada, se la metió completamente entre los labios y empezó a bombear. Siguió as', a un ritmo cada vez más rápido, hasta que notó el orgasmo de Mark aproximándose. -Trágate hasta la última gota. Léa detestaba hacerlo, pero no iba a volver a protestar. Cuando finalmente Mark se corrió en su boca, ella realizó el mejor esfuerzo posible por tragárselo todo. Ni siquiera se atrevió a sacar el pene de la boca cuando este comenzaba a ponerse flácido. Entonces escuchó un disparo. Se sobresaltó e intentó levantarse torpemente, cayendo de bruces al suelo. Mark estaba reclinado hacia atrás. No le pod'a ver la frente, pero sal'a humo, y por detrás de la silla goteaba sangre. Tardó en comprender que lo hab'an matado. Gritó entre aterrada y desesperada. En su estado solo acertaba a hablar en francés. El l'der dio una patada a Mark para tirarlo de la silla. Mientras tanto otros dos cogieron a Léa. El tercero cortó las ataduras de las manos para atarlas una segunda vez, en esa ocasión por la espalda. Con algo de esfuerzo la pusieron de pie sobre la silla que ocupaba antes. Uno de ellos utilizó la otra silla para subir a su lado. Léa no se hab'a fijado antes, pero desde el principio ca'a una soga justo en el lugar donde ella se encontraba. Reconoció el nudo de una horca. Intentó alejarse, pero la sujetaban con fuerza. El que estaba subido en la silla tuvo que abofetear un poco a Léa para conseguir meter la cabeza en el nudo. Luego le sacó el pelo y apretó con tanta fuerza que Léa creyó estar asfixiándose ya. Por fortuna o por desgracia no era as'. Apartaron la otra silla, dejándola en alto unos instantes. Léa les suplicó en francés. No le hicieron caso. Tras concentrarse tanto como era capaz, consiguió hablar con ellos. -¡No!, por favor. No diré nada. -¿No dirás nada? - respondió el l'der. - Pero eso ya lo vamos a conseguir matándote. ¿Qué más sacamos nosotros? -Yo... tengo algo de dinero. -Nos pagan bastante bien. Seguro que, si lo piensas, se te ocurre algo mejor. Léa quedó en silencio. Estaba claro lo que ese hombre insinuaba. Ella no pod'a aceptarlo. Disfrutaba del sexo como la que más, pero no as'. No se ten'a por una furcia cualquiera. Sin embargo... miró arriba. Iban a matarla. No quer'a morir. -Lo haré con vosotros. -¿Qué harás? -Me acostaré con vosotros. -¿Acostarte?, ¿cómo niños pequeños que duermen juntos para no tener pesadillas? -Sexo, tendré sexo con vosotros. -Ah. Quieres decir que dejarás que te follemos -Si. Si. Folladme. -¿El coño, el culo, la boca, y las tetas? Léa calló de nuevo. Nunca hab'a tenido sexo anal. Tampoco le atra'a la idea de meterse en la boca el asqueroso miembro de ninguno de esos asesinos. Ni ninguna otra cosa. No quer'a hacerlo. Volvió a llorar. -Si -Dilo claramente. -Folladme el coño, el culo, la boca, y las tetas -¿Todos a la vez? -Si. Por favor. Folladme todos a la vez. Os gustará. -Entonces, ¿eres una puta? -¡Si! - ya lloraba tanto que era dif'cil entenderla. - Soy una puta. Soy una puta. Por favor, ¡no me matéis! -Shhh, tranquila. - Dijo él. - Me has convencido. Léa no sab'a si sonre'r o no. Hab'a hecho el trato más asqueroso del mundo. Iba a dejarse violar por todos esos hombres. Los asesinos de Mark. Aún as', iba a vivir. El l'der le dio una patada a la silla. Los pies de Léa dejaron de tener apoyo. Descendió unos diez o doce cent'metros antes de que la soga detuviese la ca'da. Desde ese instante no pudo respirar. La cabeza se inclinó al lado contrario del nudo, forzándola a ver el horizonte torcido. Intentó apoyarse en algo, solo que no hab'a nada. Mov'a los pies casi como si corriese en el aire. Intentaba soltar las manos, retorciéndolas por la espalda para intentar llevarlas al cuello. Habló sin sonido. Solo se escapaba algo similar a un silbido o a una flauta rota. Todo su cuerpo se agitaba. El pecho se hinchaba tratando de capturar aire, consiguiendo un movimiento aún más hipnótico para sus magn'ficas tetas. Ten'a miedo. Tardó en entender que no era la habitación la que giraba de un lado a otro, sino ella. El cuello le dol'a y escoc'a. Buscó con la mirada a sus asesinos. No los vio. Ya iban camino de la puerta. Tan solo vio el cadáver de Mark en el suelo. Ella iba a acabar igual. Volvió a intentar gritar con todas sus fuerzas. Consiguió hacerse aún más daño. Sin darse cuenta la lengua hab'a ido asomando entre los labios. El cuerpo intentaba hacer más espacio para que entrase el aire. Claro estaba, no iba a funcionar. Sent'a cada vez menos fuerzas. Las patadas al aire fueron dejando lugar a t'midos movimientos erráticos con las piernas. Ya no ten'a fuerza en los brazos para seguir intentando levantar las manos. Sufr'a pequeños espasmos aqu' y allá mientras ve'a cada vez peor. Primero puntitos blancos, luego todo se iba oscureciendo. Notó entonces su propia orina. Se estaba meando. Por algún motivo aquello le pareció otra tragedia. Al estar desnuda, la orina ca'a en un pequeño arco frente a ella. Pensó que eso ser'a lo último que supiesen sus seres queridos de ella. Que apareció desnuda, muerta tras haberse meado encima, en un almacén abandonado. Sufrió un pequeño resurgimiento de sus propias fuerzas. Pataleó unas veces más e intentó soltar las manos de nuevo. Finalmente volvió a quedarse quieta. Aún tardó algunos segundos más en morir, pero fue incapaz de seguir moviéndose.