Note: This story was dynamically reformatted for online reading convenience. Historia de ficcion; contine incesto, zoo, exhibicionismo. Berta Berta se sent'a un poco frustrada y desilusionada de su esposo Alberto, no era lo que ella ten'a en mente cuando él la pidió en matrimonio, pero sus padres estaban entusiasmados con su novio, aunque ella siempre pensó que era porque proven'a de una familia acomodada; su papá era dueño de dos haciendas aunque él era el menor de cinco hermanos, y ellos eran pobres apenas si ten'an para alimentar a cinco donde ella y su hermana gemela Juana eran las mayores pero Juana fue mandada a un convento por insistencia del cura del pueblo que convenció a mamá. Por lo que cuando su madre vio que Alberto la pretend'a como su novia cuando apenas era de trece y el era de veinte no le importo la diferencia de edad y se encargo de que ella le correspondiera sus atenciones, ella no podr'a decir si estaba enamorada de él pero lo más importante era la familia pensaba. El noviazgo apenas duro unos meses y cuando ella cumplió catorce el papá de Alberto, Don Juan, contrato un juez para que realizara el matrimonio falsificando la edad de ella, a los quince ya estaba dando a luz al pequeño Alejandro pero como era muy joven para independizarse y llevar la responsabilidad de atender un esposo, un hijo y una casa a insistencia de Don Juan ella se mudo para la casa de ellos y estuvo con ellos por cinco años hasta que por insistencia de ella su esposo se mudaron a la casa donde habitan ahora. Berta esperaba que Don Juan le diera la herencia a su esposo y as' ellos iniciar una vida independiente con algo propio pero en cambio lo que hizo fue dejarlos vivir en una de las tres casas que él ten'a en un terreno amplio a las orillas del pueblo que eran para el alquiler. Cuando se mudaron a la casa; una casa modesta con tres habitaciones, un baño para la casa y cocina comedor, su pequeño era de cinco y ten'a una niña de tres, la pequeña Ana. Berta abrigaba muchas esperanzas que ahora que su esposo se hab'a soltado de las ataduras de su padre ellas al fin podr'an vivir como cualquier otra familia, con la esperanza que su esposo se valiera por s' mismo, pero no fue as' él siguió trabajando para Don Juan como un asalariado más. En el fondo ella sent'a compasión por él y no lo culpaba porque sus padres eran muy posesivos y nunca lo prepararon para valerse por s' mismo, ella acepto su destino y dejo que las cosas siguieran su curso. Pero las cosas en vez de mejorar empeoraban su esposo se dedico a la bebida los fines de semana y al juego de apuestas, entonces ella busco el apoyo de su hermana gemela que la visitaba a menudo y la animo a que se entregara al `Señor' y dejara las cosas en manos de él que sabe porqué las cosas suceden de una u otra manera sin cuestionarlo. Berta busco el apoyo del `Señor' y cambio su actitud y vestuario; vestidos oscuros que llegaban a los tobillos con mangas y cuello tortuga que parec'a la sotana de un sacerdote, los domingos eran sagrados y no pod'a faltar a la misa junto con sus dos pequeños, pero su esposo se quedaba en casa pasando la resaca de la borrachera del sábado, Berta siempre llevaba a sus hijos aunque zapateaban o formaban cualquier alboroto para no ir, principalmente últimamente cuando sus pequeños ya no eran tan pequeños ya que Alejandro estaba en los quince y Ana en los trece. Durante este último año Alejandro apenas hab'a acompañado a su madre a la iglesia un par de veces y aunque ella insist'a y le daba cualquier sermón se reusaba ir, ella se cansaba de insistir y terminaba dejándolo en casa pero a Ana la llevaba aunque fuera atada a su muñeca, no es que Ana no le gustara ir a la iglesia, pero sent'a vergüenza que sus compañeras que iban a misa la vieran vestida con esas ropas como las de su mamá y se re'an de ella, mientras ellas luc'an ropas sexys a veces demasiado sexys para ir a una iglesia. Berta se hab'a adaptado a esta vida que el `Señor' le ten'a destinado para ella, pero las cosas estaban a punto de cambiar. La esposa de Don Juan, veinte años más joven que él, se fue de la casa con un hombre amigo de la familia dejándolo solo, entonces cuando la familia que habitaba una de las casas del terreno termino su contrato Don Juan se mudo solo a esa casa. Cuando Berta se enteró que su suegro se mudaba al lado de la casa formó un berrinche a su esposo y le rogo que alquilara otra casa lejos pero sus lloriqueos y suplicas parece que no salieron de su boca porque su esposo en cambio le dijo que ella deb'a encargarse de limpiar la casa de su papá por lo menos una vez a la semana. El primer d'a que ella fue a limpiar la casa luego que Don Juan se hab'a mudado llego a su casa toda alterada y exigió a sus hijos que no fueran a la casa del abuelo y si no ten'an contacto con él ser'a mucho mejor, especialmente su pequeña Ana. Berta hablo con su esposo que ella no volver'a a la casa a limpiar la casa de su papá, pero su esposo insistió que ella deb'a porque ellos viv'an en su propiedad y deb'an ese favor a él, Berta cedió pero con la condición que a menos que él estuviera ausente ella no volver'a a esa casa aunque no quiso darle explicaciones, pero su esposo supuso que para una mujer religiosa como ella le chocaba ver a alguien que ten'a las paredes de la casa con poster de mujeres que él pegaba de las revistas porno que compraba, o con grafitis vulgares que estaban escritos por todos lados. Apenas hab'a trascurrido dos meses que Don Juan se hab'a mudado a la casa cuando llego la polic'a un domingo cuando ella iba para la iglesia a buscar a su esposo por no saldar una deuda con un hombre de una apuesta que hab'a perdido en la carrera de caballos, su esposo dorm'a la borrachera del d'a anterior cuando la polic'a lo saco esposado como un delincuente llevándoselo a la penitenciar'a, Berta sintió que el mundo se le hund'a a sus pies, luego que la polic'a se fue ella estuvo llorando toda la mañana en su cuarto junto con la pequeña Ana, pero Alejandro hab'a decidido salir fuera de la casa para no soportar aquella situación. En la tarde ella fue donde estaba recluido su esposo a pedir información porque estaba preso, fue recibida por un fiscal que le dijo que él hab'a hecho una apuesta legal por la casa donde viv'an con documentos falsos y hab'a perdido la apuesta, cuando el apostador se dio cuenta que él lo hab'a timado hizo la demanda pidiendo la compensación, pero como su esposo no es el propietario del inmueble y no tiene para pagar al menos el 75% del costo de la deuda entonces la deuda ser'a pagada en cárcel lo que amerita 15 años privado de libertad más los dos años por timador usando documentos falsos ser'an 17 años. Berta se enteró que eso fue ya hace un mes que él perdió la apuesta y en todo este tiempo estuvieron tratando de resolver el asunto de la mejor manera para no llegar a esta situación. El apostador hab'a aceptado una compensación del 50% que Don Juan pago pero se negó a pagar la fianza por la libertad de su esposo por lo que debe pagar los dos años de cárcel por estafador. Berta regreso a la casa un poco consolada que apenas ser'an dos años y no los diecisiete, al principio culpo a su esposo por lo que hab'a hecho pero luego pensó que quizás él quer'a tener algo propio para no depender del sucio y pervertido de su padre y busco la manera más fácil pero las cosas no le salieron como pensaba, entonces ella se sintió culpable por conducirlo poniéndolo en semejante situación, entonces estaba su suegro que como un mal padre lo hab'a abandonado en la cárcel, ella apretó los puños de la rabia odiando más que nunca a Don Juan, pero entonces pensó que para un hombre tan tacaño como él fue misericordioso de su parte pagar la deuda evitando que su esposo pagara quince años más de cárcel, luego se pregunto si hab'a pagado tanto dinero porque no pod'a sacar unos piches miles más de pesos por la libertad de él, pero de nuevo ella concluyo que ten'a sus razones para que aprendiera que el dinero se debe ganar de la manera correcta. Berta prácticamente no durmió esa noche, a la mañana siguiente cuando despertó miro al lado de su cama para ver si fue una pesadilla pero estaba vac'o, de nuevo se quebró y las lágrimas brotaron se incorporó y luego de vestirse en su camisón fue al pequeño altar que ten'an a un lado de la casa y se arrodillo rezándole a sus iconos, entonces fue adentro y vio que las puertas de los cuartos de sus hijos estaba cerrada, fue cuando se recordó que ese d'a era d'a escolar y los niños se hab'an quedado dormidos ya que ella acostumbraba levantarse primero y luego de preparar el desayuno los despertaba para que fueran al colegio, entonces miro el reloj y ya hab'a pasado una hora de retraso por lo que ella se olvido de ellos y fue a la cocina, pensando que iba hacer de su vida y la de los niños ahora que su esposo estaba en la cárcel y era él el que llenaba la lacena. Luego que Alejandro y Ana se levantaron y desayunaron ella les comunico que deb'a ir a hablar con Don Juan sobre su esposo, entonces salió. Berta llego a la puerta principal y toco con la esperanza de hablarle a su suegro en el porche de la casa sin necesidad de entrar pero nadie salió, toco de nuevo y de nuevo esperando unos cinco minutos, aunque ten'a llave de la casa no quer'a pasar porque estaba segura que Don Juan estaba en la casa, de nuevo toco el timbre y espero cuando se dio la vuelta para regresar a la casa la ventana de al lado de la puerta se abrió y Don Juan se asomó para luego abrir la puerta. Berta sintió repulsión cuando lo vio en la puerta llevando solo unos bóxers sueltos y una sonrisa socarrona, ella dijo mientras miraba a los ojos de él sin bajar la mirada: "Don Juan necesito hablar con usted sobre su hijo." Sin el más m'nimo decoro Don Juan abrió completamente la puerta y dijo: "Pasa muñeca." "Yo le he dicho que no me llame muñeca, usted deber'a saber que soy la esposa de su hijo y tener un poco de respeto, para mi Berta estar'a bien pero no vengo a discutir con usted sobre eso, pero prefiero que hablemos aqu' en el porche y si no le importa vaya y se pone algo decente que yo espero." Don Juan no le hizo caso en cambio salió al porche donde la luz le pegaba trasparentando los bóxers y Berta no pudo evitar bajar la mirada y ver su miembro que colgaba en una manga del interior casi a mitad de la pierna, ella rápidamente levantó la mirada mientras Don Juan sin importarle que estaba semi desnudo fue y se sentó en una silla mecedora de cuero, Berta dijo: "No deber'a andar as' fuera de la casa no es decente y alguien podr'a verlo." "Yo estoy en mi casa y puedo andar como me da la gana, además no creo que otra persona además que tu preciosa me vea." Con una sonrisa. "¡Te he dicho...! Bueno pero mis hijos están en casa y si alguien sale si podr'a ver y si nos ve aqu' estoy segura que se acercar'a. ¿No te da vergüenza que tus nietos, principalmente tu nieta te vea en esa facha?" "¿Por qué? Que yo sepa tú ten'as su edad cuando vio a mi hijo desnudo y estoy seguro que supo lo que es un guevo, aunque no puede compararse con este." Entonces el de manera atrevida agarro el material de la manga que cubr'a su miembro dejando ver la forma, Berta miro pero inmediatamente subió la mirada y con un ademan de repudio y rechazo dijo: "Usted sabe a qué me refiero, además ella es tu nieta." "Yo veo es a una mujer que es la copia de su madre cuando ten'a su edad y mira como se ha puesto, dios m'o me babeo y me provoca masturbarme cada vez que te veo a pesar que llevas esa sotana como vestido, vea ya me estoy poniendo duro." Berta de nuevo bajo la mirada por un instante y noto que la manga del bóxers estaba soplada como si una culebra tratando de salir estaba adentro, pero de nuevo levanto la mirada y con una mirada penetrante replico: "¡Ya basta Don Juan! Por quien me ha tomado usted, deber'a recordarle que soy una esposa y madre y si no lo recuerda la esposa de tu hijo y madre de los hijos de él, además no vine a escuchar tus vulgaridades sino hablar de tu hijo." "Okey siéntate cariño soy todo o'do." Berta quiso de nuevo replicar pero supo que era inútil entonces fue por la otra silla mecedora que estaba a un lado y se sentó levantado la mirada a él pero como ahora estaba a su mismo nivel era imposible solo mirar a la cara ya que el per'metro de la vista abarcaba más allá de la entre pierna y desde su posición pod'a ver la punta negra de un trozo de carne como una ciruela que buscaba salir por la parte baja de la manga del bóxer, sin embargo ella se esforzó para no bajar la mirada y dijo: "¿A usted pareciera no importarle lo que esta pasándole a su hijo?" "¿Por qué deber'a?, se merece lo que esta pasándole y deber'a agradecerme que le pague la deuda o si no se pudrir'a en la cárcel." "Usted tiene razón Don Juan en eso pero como padre no le duele que este dos años en la cárcel por un error que estoy segura que está arrepentido." "Por supuesto me duele. Yo hable con él y ya lo perdone por su error, además el dinero que pague se lo voy a descontar de la herencia, pero es justo que él pague por algo, no puede ser que haga lo que hizo y ande por ah' como si todo estuvo bien y simplemente hizo una chiquillada, que ejemplo voy a dar a mis otros hijos, eso también lo sabe y estamos de acuerdo que mientras este en la cárcel no le va faltar nada a él ni a ustedes ya que le promet' hacerme cargo de ustedes." Berta ten'a un mar de confusiones, ella estaba preocupada por el futuro de ellos ahora que el proveedor no estaba en casa y resultó que el hombre que más odia iba a ser su protector, ella fue hablar con su suegro con la esperanza que pagara la fianza de su esposo y lo dejaran salir para que las cosas siguieran como si nada hab'a pasado pero él ten'a sus razones que parec'an validas, pero para ser un hombre tan tacaño esta vez no le importaba gastar más dinero en el cuidado de ella y sus hijos y hacer que a su esposo no le faltara nada en los dos años que pagar una fianza. Berta se acomodo hacia atrás en el espaldar de la mecedora y se quedo mirando al horizonte. Don Juan agrego: "Querida. Por supuesto que como yo se que a usted no le gusta que le regalen nada yo no pienso hacerlo." Berta como si fue alcanzada por un rayo se incorporo hacia adelante casi saliéndose de la silla y la mano fue a parar al brazo de la silla donde estaba sentado su suegro para no caer, entonces cuando se dio cuenta su mano estaba apoyada en el muslo de Don Juan justo sobre la rodilla y a escasos cent'metros del bulto, ella de nuevo se echo hacia atrás pero no pudo evitar de fijar la mirada en la cabeza grande que sobresal'a por debajo de la manga del bóxers que estaba recogido hacia arriba a la entrepierna, luego de tomar la calma dijo: "¿A qué se refiere con eso?" "Fácil cariño tu vas a trabajar para m' como mi servicio tres veces a la semana y vas a ganar tres veces lo que tu pinche esposo te daba para el gasto semanal." Con una mirada dura de nuevo respondió: "Prefiero salir a buscar trabajo en otro sitio como domestica aunque tenga que trabajar toda la semana que trabajar para un pervertido como usted." "Usted decide cariño, pero estoy seguro que al final vas a regresar." "Eso veremos." Con eso Berta se apoyo en el brazo de la silla y se incorporo levantándose saliendo para la puerta de su casa que apenas estaba a unos veinte metros separados por unos árboles frutales. Cuando entró a la casa Ana estaba viendo tv en el único televisor que ten'an en la sala pero Alejandro hab'a salido para la calle a jugar en la plaza donde siempre iba cuando no estaba en el colegio o la iglesia, Berta cerro con fuerza la puerta y fue a su cuarto, Ana supo que algo no andaba bien y la siguió cuando entro al cuarto su madre estaba sentada en la cama llorando y cuando Ana paso Berta se limpio las lagrimas con un pañuelo tratando de parecer normal, Ana fue y se sentó al lado de su mamá y puso una mano en la espalda dándole masajes suaves con cariño, luego de unos minutos Berta dijo: "Cariño tenemos que irnos de esta casa." "¿Por qué mamá es que el abuelo nos hecho?" "No pero no lo soporto, y te exijo que no vaya a su casa." "Yo sé mamá usted siempre me dice eso como si el abuelo fuera un ogro, pero a m' me parece muy cariñoso." Berta reacciono diciendo. "¿No ha estado ese viejo por aqu' cuando yo no estoy verdad?" "No mamá, solo que me parece que tu exageras de él." "Bueno yo sé porque te lo digo. Hoy mismo voy a salir a la casa de empleo para emplearme como domestica para que tengamos algo que comer o moriremos de hambre mientras vemos que vamos hacer ahora que tu papá no está con nosotros." "¿Pero que te hizo el abuelo que estas as'?" "Nada pero es que no lo soporto y ahora sale que él va velar por nosotros mientras tu papá está en la cárcel." "Mamá pero eso no está mal, si acaso me parece muy bueno del abuelo." "Es que yo odio a ese hombre y no soporto que nuestro bienestar dependa de su ayuda aunque me dijo que yo podr'a pagar trabajando para él como su domestica." "Ve no está mal, creo que usted está exagerando con el abuelo, el se preocupa por nosotros eso es todo." "¿Quizás...? Pero prefiero trabajar en otra casa aunque gane menos y tenga que trabajar toda la semana." "¿Qué te dijo el abuelo?" "Quiere que vaya tres d'as a la semana y me da el triple de lo que tu papá nos daba para los gastos de la casa." "Ve mamá el abuelo es muy bueno, yo no creo que en cualquier otra casa usted siquiera puede ganar lo que papá nos daba aunque trabaje los siete d'as de la semana. Pero si usted quiere probar por mi está bien." "Gracias amor por tu compresión, lo voy a intentar." Luego que Ana salió del cuarto Berta se acomodo poniéndose su mejor vestido para ir a la pequeña oficina de empleo que estaba en el centro en el pueblo, entonces ella regreso a la casa con la esperanza que la llamaran. Pasaron los d'as y no recib'a nada pero la lacena se estaba vaciando y si las cosas segu'an as' para la siguiente semana no tendr'a nada. Luego del cuarto d'a de espera ella se levantó temprano y fue a la iglesia a confesarse e implorar al "Señor" que la ayudara luego fue al la oficina de empleo pero la noticia que recibió fue que hab'an una veintena de personas en espera que estaban por delante de ella y en los cuatro d'as pasados solo se hab'a podido colocar a una. Berta no pensaba que era tan dif'cil especialmente cuando escuchaba por las noticias que la econom'a estaba bien, ella salió decepcionada de la oficina pero no quer'a ir a la casa a atormentarse sintiéndose inútil, entonces se dirigió al convento que era orfanato y escuela para niños y niñas abandonadas, aunque la mayor'a de los jovencitos ven'an de la capital, a hablar con su hermana gemela, que ya se hab'a enterado de la situación por teléfono. El convento estaba a las afueras del pueblo y para llegar deb'a tomar el autobús que iba al pueblo cercano como unos diez minutos, cuando llego ella toco un intercomunicador y luego de anunciarse le abrieron un portón gigante que serv'a de entrada que estaba a la orilla de la carretera, todo alrededor de aproximadamente dos cuadras por los cuatro costados eran de muros altos y con una cerca electrificada para evitar que los intrusos entraran o para desanimar algún jovencito a escapar, cuando traspaso el portón camino por una carretera de tierra y piedra a una construcción antigua que más bien parec'a una casa antigua de algún ricachón de los tiempos de la colonia, ella entro al recinto y fue directamente a un escritorio donde estaba sentada una monja, como no era la primera vez que iba a visitar a su hermana ya conoc'an a Berta y luego de recibirla con un amable saludo la monja que estaba en sus veinte llamo por teléfono, Berta sabia que deb'a esperar por lo que fue a un recibo y se sentó a esperar, al cabo de unos diez minutos su hermana salió y fue donde Berta y ambas se saludaron cariñosamente como si tuvieran mucho tiempo que no se ve'an, Juana dirigió a Berta afuera hablar mientras caminaban por el jard'n que estaba a la entrada entre el portón y la construcción. Berta contó a su hermana con detalle lo que le hab'a dicho por teléfono y también como las cosas iban evolucionando, luego de la conversación que tuvo con su suegro hace unos d'as, Juana sabia de Don Juan por boca de su hermana que le hab'a contado la clase de hombre que él era: sus perversiones y como ten'a su casa llena de afiches de mujeres vulgares. Juana también supo de un secreto que Berta solo le hab'a contado a ella, fue cuando ella viv'a en casa de sus suegros luego de casarse; Berta hab'a visto a Don Juan tener sexo con su hija mayor cuando su marido no estaba en la casa y desde entonces lo odio y siempre lo evitó aunque cada vez que él ten'a la oportunidad la manoseaba y le ofrec'a dinero si se acostaba con él, ella hab'a logrado mantenerse fiel a su esposo y se alegro mucho cuando por fin pudo salir de aquella casa del pecado. Ahora estaba pasando por esta situación y como en aquella oportunidad Berta fue donde Juana por consejo, pero justó como en aquella ocasión el consejo fue casi el mismo: Juana le dijo: "Hermana los caminos del `Señor' son infinitos y no debemos cuestionar las tentaciones que nos pone, él sabe que cualquier cosa que estemos pasando es por nuestro bien, solo debemos dejar todo en sus manos." "Yo entiendo hermana pero me da miedo que ponga su interés en mi hija, el muy pervertido me dijo que mi pequeña Ana ya es una mujer con doble sentido." "En eso él tiene razón ya Ana no es una niña lo mismo que Alejandro ya es un hombrecito y tú debes aceptar ese hecho, si quieres mi consejo acepte la oferta de Don Juan, en todos estos años no te ha hecho daño y no creo que piense hacerlo ni a usted o Ana, solo el `Señor' puede juzgar nosotros no somos quien para hacerlo." Luego de caminar unos minutos en silencio Berta dijo: "Gracias hermana voy a pensarlo mejor." Berta regreso a la casa sintiéndose mejor luego de recibir el consejo de su hermana Juana, y cuando abrió la nevera para buscar algo para comer y encontrarla vac'a tomo la decisión. Sus hijos aun no llegaban del colegio y le pareció que ser'a un buen momento para ir hablar con Don Juan, estaba cayendo la tarde y era frecuente que a esa hora Don Juan se reuniera con sus amigos, Berta atravesó la distancia que separaba las dos casas y llego frente a la puerta principal cuando se dispon'a a tocar el timbre escucho un bullicio, Berta pensó que no era el momento y entonces se dispuso a regresar, pero una voz que sobresalió en el coro de voces le llamo la atención, `Vamos nena, hasta el fondo, eso jajá' Berta dio unos pasos para regresar pero entonces un coro se escucho, `OHHH' ahora intrigada Berta fue lentamente alrededor de la casa siguiendo de donde proven'a la bulla cuando llego al lugar vio que la ventana estaba abierta y se escuchaba con claridad las vulgaridades de al menos unos cinco hombres, Berta se acerco lentamente y cuando estuvo justo al lado de la ventana espero unos minutos como tanteando si alguien la podr'a ver si se asomaba como ya no aguantó más se asomo con temor y vio un grupo de cinco hombres de edad entre 60 y 80 años todos sentados alrededor de una mesa larga de madera jugando cartas y tomando cerveza, ella se sintió aliviada cuando vio que todos estaban de espaldas a ella mirando una pel'cula en un tv que estaba al fondo en una esquina, Berta fijo la mirada en la pantalla y lo que vio la helo, nunca jamás en su vida ella se imaginó semejante atrocidad la escena era de dos mujeres desnudas como de 30 años con un caballo, una de ellas estaba debajo sobre unas pacas de heno con las piernas abiertas a los lados mientras la otra sosten'a el miembro que estaba empalado en su vagina con una mano y la otra mano estrujaba las bolas, la mujer empalada se retorc'a cada vez que el caballo empujaba metiendo casi todo el miembro y era la causa del alboroto en la sala, Berta se ruborizo y aparto la mirada alejando la vista de la ventana, entonces como si alguien la hubiera asustado prácticamente regreso a la casa corriendo. Todo el resto de la tarde la escena no se aparto de su mente a pesar que busco distraerse, en la noche después de rezar frente al altar y encender una veladora fue al dormitorio y luego de ponerse la bata de dormir que parec'a uno de sus vestidos fue a la cama. Berta era de sueño ligero y se dorm'a rápidamente luego que su esposo ten'a sexo con ella casi todas las noches dejando su vagina llena de semen, pero ya hab'a trascurrido quince d'as desde la última vez y últimamente le costaba conciliar el sueño, pero no tanto como hoy ya hab'a pasado dos horas desde que se hab'a acostado y la escena que hab'a visto en la tarde no se alejaba de ella, Berta boto la cobija fuera de la cama porque se sent'a acalorada y noto que la bata se hab'a recogido en la cintura, entonces puso una mano entre sus piernas y noto que sus pantaletas estaban todas mojadas como cuando su esposo vaciaba la semilla en ella dejando un enredo de semen en el matorral de pelos que nunca hab'a visto una navaja de la vagina mojando las pantaletas, Berta metió la mano en las pantaletas tocando el matorral y sintió un alivio cuando sus dedos tocaron inconscientemente un cl'toris que sobresal'a como un nudo pidiendo atención, Berta dio atención al nudo quedándose al fin dormida, a la mañana siguiente la despertó la alarma y Berta sent'a que apenas durmió un par de horas cuando se recupero despertándose completamente vio que la cobija no estaba sobre la cama, el vestido recogido a la cintura y las pantaletas grandes recogidas a la rodilla, como impulsada por un rayo se subió sus pantaletas y se levanto poniéndose uno de los viejos vestidos de casa y salió a preparar el desayuno de los chicos para mandarlos al colegio, mientras desayunaban Berta les comunico que hab'a decidido trabajar en casa del abuelo tres d'as a la semana mientras encontraba algo mejor, Alejandro parec'a no importarle mientras que Ana la animo. Luego que los hijos salieron para el colegio Berta fue a darse un baño y mudarse de ropa para salir a la casa de Don Juan. Llego a la puerta y toco varias veces pero al igual que el otro d'a no sal'a nadie y cuando se dispon'a a regresar escucho que la puerta se abr'a y apareció de nuevo la figura solo en bóxers sueltos con una cara que mostraba que se estaba levantando de Don Juan, Berta dijo que aceptaba el trabajo, el rostro del viejo se ilumino y la mando a pasar para que empezara ese mismo d'a, Berta dijo que podr'a regresar más tarde cuando él estuviera decente pero él replico que ella deb'a acostumbrase porque él acostumbraba estar todo el d'a en sus bóxers y desde aquel d'a no era necesario que tocara porque ella ten'a una llave y podr'a entrar sin ser avisada, Berta ya se hab'a mentalizado que las cosas iban a ser de esa manera por lo que paso, Don Juan le dijo que ella ya sab'a qué hacer y la dejo alejándose hacia el baño. Ya eran más de quince d'as desde la última vez que ella fue a limpiar la casa y todo era un desastre: Basura en el piso, vasos y platos sucios regados por la casa, botellas dejadas en cualquier sitio y el piso manchado. Berta respiro profundo tratando de ordenar sus ideas para saber por dónde empezar entonces su mirada se enfoco en las paredes todas tapizadas de afiches vulgares por todos lados y donde no hab'a un afiche estaba un mamarracho de dibujo hecho con marcador de alguna obscenidad, en todas las ocasiones anteriores que hab'a venido Berta nunca presto atención a los afiches y vulgaridades pero hoy dio una mirada rápida a los que ten'a en frente, entonces vio uno de una mujer con un perro anudados como una perra y perro, la mujer estaba desnuda y llevaba un collar en el cuello y el perro era uno de raza grande negro, Berta inmediatamente recordó la escena que hab'a visto el d'a anterior y dirigió la mirada a una sala que era un desorden total con botellas por todos lados y sobre la mesa la caratula de una pel'cula, Berta sintió el impulso de ir y ver que hab'a en la caratula pero se abstuvo porque Don Juan podr'a salir del baño entonces recuperando sus sentidos se dirigió a la cocina a limpiar todo el desorden. Berta estaba limpiando la cocina que era un asco cuando escucho la puerta del baño y unos segundos después sintió que alguien con olor a fresco se apoyaba contra su espalda mientras alargaba una mano fuerte llevando una olla y poniéndola sobre una hornilla, Berta estaba demasiado acalorada para sentir repulsión como fue la primera vez que vino a limpiar y Don Juan estaba en casa y entonces corrió a su casa y fue cuando le dijo a su esposo que no regresar'a a menos que la casa estuviera sola, hoy en cambio sintió placer cuando sintió ese cuerpo que a pesar de los años aun conservaba su cuerpo fuerte, Don Juan puso la olla en la hornilla y luego de encenderla agarro la mano derecha de Berta con sus manos grandes que prácticamente arropaban la muñeca de la asustadiza mujer apoyando el cuerpo contra la espalda presionando el cuerpo de Berta contra la cocina, Berta se sintió bien pero sab'a que no era correcto por lo que dijo: "¿Qué cree usted que está haciendo Don Juan? ¿Acaso su mente torcida no le dice que soy la esposa y madre de los niños de tu hijo?" Sin apartarse replico: "Solo estoy poniendo una olla para hacer café ya que usted no se digno a poner una, además me importa un carajo que sea la esposa de Alejandro y usted sabe que me tiene babeando por usted desde que se caso con él, mira como estoy." Entonces presiono duro su cuerpo contra las nalgas de la mujer y Berta supo que algo duro golpeaba justo en medio de sus nalgas. "Yo preferir'a que usted me respetara si voy a estar trabajando aqu', soy una mujer decente y muy religiosa." Don Juan noto que ella no lucho por salirse del acoso entonces el presiono más duro asegurándose que su trozo de carne presionara el vestido metiéndolo entre las rajas de las nalgas y acercando la boca a los o'dos de ella replico: "Además de todo lo que usted dijo yo también veo a una mujer caliente que se oculta bajo una sotana como una monja y que apenas necesita unos arreglos para tener a todos los hombres desde niños a viejos haciendo cola en la puerta de tu casa." Estas palabras tocaron su parte sensible y Berta lucho soltándose del emparedado que la ten'an entre él y la cocina entonces se alejo a un lado volteándose furiosa pero la mirada fue primero a la entrepierna del viejo que apenas llevaba una toalla que apenas lo cubr'a pero su pene de más de 30 cent'metros de largo y unos ocho de diámetro con una cabeza grande como una mandarina como un sombrero negra estaba como un tronco apuntando afuera, Berta inmediatamente levantó la mirada y con ojos amenazantes dijo: "¿Qué se ha cre'do usted viejo pervertido, que soy una prostituta o qué?" Don Juan supo que hab'a presionado demasiado por lo que se dio vuelta sin responder y salió para su cuarto. Berta se quedo recostada un instante contra el mostrador de la cocina pensando en salir y regresar a la casa y renunciar, pero entonces como una visión vino la imagen del espécimen que acababa de ver y que en muchos años no hab'a visto uno como este, ella sab'a que el de su esposo era tan grande como ese pero aunque él le hac'a el amor todas las noches era al modo tradicional, él se montaba sobre ella en modo misionero y la penetraba por unos minutos hasta que vaciaba su semilla y luego se bajaba para su lado. Esta visión la tranquilizó y recordó que en la casa hab'a tres bocas que alimentar y la nevera estaba vac'a, Berta regreso a limpiar la cocina recordando que apenas unos minutos antes estaba all' como carne de hamburguesa en medio de un hombre y la cocina pero el recuerdo de ese trozo de carne presionando contra el material del vestido justo entre sus nalgas la hizo temblar, el agua estaba hirviendo y ella esperaba que Don Juan regresara a retirarla con el mismo atrevimiento con que vino a ponerla, ella ya hab'a terminado de limpiar pero se entretuvo esperando, pero se desilusiono y entonces ella misma retiro la olla y fue por la manga para colar el café. Unos minutos después la puerta de la habitación de Don Juan se abrió y Berta miro con interés, el viejo estaba vestido para salir y fue directamente y se sentó en una silla al lado del televisor encendiéndolo, Berta lleno una taza de café y se la llevó poniéndola en la mesa donde estaba la caratula de la pel'cula, miro a Don Juan que estaba concentrado mirando las noticias entonces ella miro la caratula y efectivamente ten'a que ser de la pel'cula que estaban mirando el d'a anterior, Berta alargo la taza a Don Juan quien la recibió y empezó a tomar sin prestarle atención entonces Berta fue por un trapo para limpiar la mesa y recoger las botellas que estaban encima esperando que Don Juan le dijera algo, como no fue as' ella dijo: "Si voy a trabajar aqu' entiendo que debo acostumbrarme a este lugar." Don Juan retiro la mirada del TV y volteo donde ella diciendo: "¿Qué coño significa eso?" "¿No ve como está la casa parece un basurero y todas esas cochinadas pegadas a la pared pero que se puede esperar de un viejo pervertido?" "CARAJO, si no te gusta puedes irte, además para que necesitar'a una mujer que me limpie si todo está en su lugar." "No me gusta pero necesito el trabajo, solo digo que usted es un viejo sucio pervertido eso es todo, pero lo soportare con tal que usted cumpla lo que dice." "¿A qué coño se refiere?" "Al salario, usted me dijo que me dar'a el triple de lo que ganaba mi esposo." "Yo no dije que te dar'a el triple de lo que ganaba el pinche de tu marido, te dije que te pagar'a el triple de lo que tu esposo te daba para los gastos que es muy diferente, pero si quieres ganar el triple del sueldo de lo que ganaba Alejandro tendr'as que trabajar horas extras." "¿Horas extras?" "Si, atender a mis amigos cuando estemos reunidos." "¿Se refiere a los vejestorios pervertidos como usted que se reúnen aqu'?" "Vejestorio solo en edad querida pero estoy seguro que más de un joven quisiera tener la energ'a que tenemos especialmente con una mujer, si lo duda puede probarnos." "Paso, búscate una mujerzuela que quiera complacerlos aunque lo dudo que alguien quiera tener algo con ustedes ni por todo el dinero del mundo." "Jódete eso está por verse." "Si trabajo horas extras sus amigos me van a respetar." "¿Usted no es una niña para que yo tenga que defenderte, usted parece saber cómo defenderse de los pervertidos como nosotros no es as'?" "Eso pienso." "Pero si aceptas las horas extras tienes que hacer algunos arreglos." "¿A qué se refiere?" "No vas a andar vestida de monja, tiene que usar algo sexy como van las camareras." "Estás chiflado viejo loco, prefiero morirme de hambre." "Okey, y además tendr'as que rasurarte no nos gusta las mujeres que parecen un oso." Berta reacciono como una jovencita ofendida diciendo: "Viejo estúpido." Lanzando a la cara de él el trapo y saliendo. Don Juan dijo en voz alta mientras se alejaba: "Voy a salir y te estoy dejando lo de la semana supongo que estas apremiada de dinero. Puedes venir otro d'a a terminar a mi no me importa." Berta estaba fregando cuando Don Juan salió recordándole que sobre la mesa estaba la semana, cuando el dejó la casa ella fue de inmediato y recogió el dinero, nunca en su vida hab'a tenido tanto dinero junto, ella lo contó y como si el suegro supiera cuanto le daba su esposo fue exactamente el triple. Berta se quitó el delantal y salió para su casa para alistarse para salir al mercado. Ese d'a ella gasto todo; en mercado suficiente para dos semanas, dulces, y un regalo para Alejandro y otro para Ana. Cuando los chicos llegaron del colegio no pod'an creer; el regalo de Alejandro era unos zapatos deportivos que estreno saliendo a jugar, Ana un peluche que siempre le hab'a pedido pero nuca tuvo dinero para comprarlo, Ana dijo luego de acariciar su peluche: "¿De dónde sacaste todo este dinero mami parece que se gano la loter'a?" "El abuelo me adelantó la semana." "Todo esto solo por una semana, Guao mamá, ¿No te dije que él es bueno?" "Algo si pero eso no cambia mi aptitud hac'a él." "Bueno mamá pero yo pienso que usted está equivocada." "¿Usted lo quiere mucho, no es as'?" "Si mamá, yo creo que él es muy bueno." "Okey de todas maneras debes tener mucho cuidado." "¿A qué te refieres?" "Nada cariño, vamos anda y disfruta de tu regalo que yo tengo que hacer." Cuando Berta vio que las cosas podr'a mejorar para ellos sintió que un peso le quitaron de encima, todo el resto del d'a estuvo de buen ánimo y lo celebró llevando a sus dos hijos en la noche a comer hamburguesas a la calle del hambre que estaba a unas calles de la casa. Esa noche durmió plácidamente y se levantó justo antes que sonara la alarma como no hab'a sucedido en mucho tiempo, luego de preparar a los chicos y mandarlos al colegio ella fue por una ducha para salir a terminar el trabajo que estaba pendiente del d'a anterior, Berta se metió al baño, este fue diseñado para que fuera otra habitación pero termino siendo el baño de la casa por lo que era espacioso, para ocupar el espacio su esposo mando a poner un closet para guardar las cosas de limpieza, papel, jabones, afeitadoras, etc, que eran necesarias, también justo a la entrada frente a la puerta un espejo grande de cuerpo entero. Ella se dio una ducha lenta por casi media hora, cuando terminó alargo la mano por la toalla pero no estaba, entonces salió de la regadera y fue al closet por otra limpia, mientras se secaba miro su reflejo en el espejo como siempre lo hac'a pero esta vez como si tuviera una grabación en la mente le pareció escuchar la voz de su suegro de nuevo: "No nos gusta las mujeres que parecen un oso." "Viejo estúpido" pensó en voz alta y siguió secando su cuerpo, solo que esta vez no dejo de mirar su imagen reflejada, ella siguió diciendo como si estuviera hablando con alguien: "Ese viejo pervertido tiene razón, mira como parezco" entonces soltó el paño dejándolo caer al piso y fue al espejo poniéndose frente entonces paso ambas manos por sus piernas hasta los tobillos calculando el largo del bello; ella no era velluda pero nunca en su vida supo lo que era una navaja por lo que los vellos que ten'a alcanzaban un largo de casi cinco cent'metros, teniendo aglomeraciones entre los muslos y las pantorrillas, luego miro en el vientre y vio que casi no se ve'a carne sino una selva de bello de por lo menos diez cent'metros de largo, luego de la cintura hacia arriba y estaban amontonados entre sus tetas grandes blancas con rosetas marrones y pezones alargados y los sobacos que parec'an un matorral, se giro y vio en la espalda eran menos pero hab'an, pero entre sus nalgas blancas tersas se notaba que sobresal'an entre la raja de las nalgas, se agacho hacia adelante abriendo sus piernas y miro de reojo para ver que toda la raja hasta la vagina era un matorral que no dejaba ver carne. Esta exhibición de s' misma la hizo sentir malévola entonces abrió mas sus piernas y alargo ambas manos por debajo de la entrepierna y agarro pelo apartándolo hasta que pudo ver la raja de la vagina que estaba hinchada y mojada, abrió lo suficiente para apartar las labias y dejar a la vista el túnel rosado, entonces soltó y llevo las manos por los lados abriendo sus dos voluminosas y redondas nalgas firmes a los lados exponiendo la raja completamente cubierta de pelos, luego de la inspección ella se incorporo y acerco el rostro al espejo para darse cuenta prácticamente por primera vez que en su cara también hab'an vellos especialmente justo encima del labio superior como el bigote de un adolescente, ahora dijo: "Ese viejo pervertido tiene razón quien podr'a fijarse en una mujer que parece un oso" medito luego agrego: "El `señor' entenderá" Berta salió desnuda del baño y fue por una silla del comedor y la llevo al baño poniéndola frente al espejo, luego fue al closet y busco las cremas de afeitar de su esposo y las afeitadoras recogiendo todo en el piso al lado de la silla. Eran apenas las ocho de la mañana cuando empezó rasurándose las piernas y a las once de la mañana estaba haciéndose los últimos retoques en la cara, luego que termino fue de nuevo y se ducho pero esta vez su piel lisa y suave como de bebe, entonces se seco y fue de nuevo al espejo, esta era otra mujer completamente diferente mucho más joven y sus encantos parec'an acentuarse su rostro era liso con los labios y ojos grandes que sobresal'an, sus tetas grandes y redondas, las caderas y nalgas que parec'an dos globos de carne, las piernas luc'an tersas y esculturales, entonces una mirada a su sexo que lo hab'a afeitado completamente como lo hac'an las mujeres de los afiches y vio que este se ve'a obsceno, las labias externas eran grandes e hinchadas y las interiores sobresal'an como dos pliegues apenas colgando forzando a las exteriores a los lados y el cl'toris sobresal'a como la ñema del dedo pulgar haciendo un nudo. Berta sintió vergüenza por lo que hab'a hecho a su cuerpo pero luego de mirar de nuevo los cambios se olvido, y fue por una loción y se hecho por todo su cuerpo haciéndola sentir fresca juvenil. Luego de vestirse salió para la casa de Don Juan, toco pero como nadie salió entro con su llave, Berta miro alrededor llamando pero la casa estaba sola, miro los afiches que ahora no los ve'a como algo repugnante en cambio se detuvo en algunos para detallar si alguna de las mujeres ten'a una vagina como la de ella, y aunque algunas eran parecidas la de ella le pareció más vulgar, luego a dedicarse a los quehaceres de la casa. Eran las dos de la tarde cuando escucho la puerta y vio entrar a Don Juan llevando en su mano otra pel'cula, y paso directo a la habitación, minutos después salió vestido con un shorts suelto hasta las rodillas y sin camisa como acostumbraba estar en la casa, el fue a la mesa y dijo mientras encend'a la TV: "Berta tráeme algo de comer que tengo hambre" Berta ya lo conoc'a por lo que supo que acostumbraba a tratar a todos como si estuviera tratando con los peones de su hacienda. Berta le preparo el almuerzo y lo llevó a la mesa, Don Juan la miro extrañado y Dijo: "Jódete, no me digas que te afeitaste ese bigote, mira también te arreglaste las cejas, te ves preciosa mujer, pero te aconsejo que te maquilles para que hagas el mandado completo." Entonces Don Juan alargo la mano agachándose y la tomo por los tobillos. Berta dio un salto retirándose a un lado que si no hubiera puesto los platos sobre la mesa habr'a ido directo a la cara de él, dijo: "Que cree que está haciendo." "Solo quer'a saber si también se afeito esas piernas de oso." "Mis piernas no son de oso, y será mejor que se dedique a comer antes que pase un accidente." "Te reto pendeja." Berta no aguantó más y se abalanzó a la mesa por el plato para vaciárselo en la cara, pero a pesar de los sesenta años Don Juan le tomo rápidamente el brazo antes que agarrara el plato de sopa y retorciéndolo la doblo sobre la mesa, en la lucha mientras él le aplicaba una llave para inmovilizarla la sopa y seco se rego dejando un enredo que fue directo al vestido de Berta, ella grito: "¡Suéltame o grito por ayuda!" "Quien te va escuchar parece que se te olvida que estamos retirados de la calle y aunque gritaras con todas tus fuerzas nadie podr'a o'rte a menos que tus pequeños estén en tu casa." Berta supo que era inútil gritar entonces dijo como suplicando: "Déjame por favor Don Juan mira como quedo mi vestido, necesito ir a mi casa a cambiarme." "Se te olvido pedir perdón primero, condenada." "Perdón." "No es suficiente, zorra" Berta escucho la palabra zorra pero era inútil seguir corrigiéndolo, por ahora quer'a librarse de las tenazas que la ten'an contra la mesa, ella dijo: "Perdón Don Juan no lo volver hacer." "As' está mejor pero primero quiero saber algo." Entonces Don Juan fue con la mano libre por los tobillos y empezó a tocar, subiendo la mano a las pantorrillas. Él continúo diciendo: "Como lo sospeche, ve tus piernas a hora parecen tan suaves como las de una niña, apuesto que son tan suaves como las de Ana." Berta se heló y con voz de suplica dijo: "Por favor suéltame y no me compares con mi niña ella es apenas una jovencita." Don Juan hizo caso omiso y agarro el vestido en un manojo y lo puso sobre las nalgas exponiendo completamente las piernas, luego agrego mientras Berta se esforzaba por soltarse pero lo que lograba era embarrialarse más: "OHHH Mira estas piernas, deber'a haber una ley que castigue a cualquier mujer que esconda un tesoro as' de la vista." Mientras estaba manoseándolas. "Suéltame Don Juan por favor, no me avergüence as', mis piernas son tan normales como cualquier otras." Don Juan percibió un cambio de aptitud y siguió la corriente: "No Cariño te puedo asegurar que estas piernas ganar'an el concurso de miss universo de piernas, estoy seguro, mira la textura son suaves como las de un bebe, apuesto que las de tu hija no se igualar'an a estas." "las de Ana son de primera calidad no las puede comparar con las de una mujer de 30 años." Don Juan noto que se hab'a quedado tranquila sin luchar, dijo: "La edad no importa, sino la calidad, pero tienes razón deber'a tocar las de Ana primero antes de dar un veredicto." Medio forzándose replico: "No te atrevas viejo pervertido." Don Juan cambio de tópico diciendo: "Apuesto que tu coño también lo afeito." Entonces levantó el vestido sobre la cintura exponiendo las pantaletas grandes blancas y acariciando una nalga sobre la tela. Berta de nuevo reacciono al ultraje y empezó a luchar pero como era inútil de nuevo suplico: "Déjame ir por favor. No me avergüences lo que yo haga con mi coño no es tu problema." Don Juan de inmediato supo que para una mujer religiosa como ella decir `coño' era un avance para él. Dijo: "Okey está bien no quiero saber nada de tu feo coño que debe parecer una selva de pelos." "No es una selva de pelos." "Te reto a que lo compruebe y si es cierto te dejo ir pero si no te tienes que desnudar aqu' y trabajar el resto del d'a desnuda." "¿Por qué viejo sucio es que acaso soy una esclava? ¡Déjame ir!" "Esa es mi condición y si tienes razón tienes el resto del d'a libre para que vaya a tu casa a masturbarse con un pepino grande." "Desgraciado pervertido usted gana, pero solo revisa por debajo de las pantaletas no hay necesidad que las quite." Don Juan escucho `Esta bien pero tiene que quitar las pantaletas para que chequee bien' el respondió: "Si solo toco como se que está completamente afeitado mejor te quito las pantaletas." Entonces fue por la banda de las pantaletas mientras Berta se esforzaba luchando aunque al espectador podr'a parecer que ella estaba retorciéndose para darle mejor acceso a las manos y que las pantaletas bajaran fácilmente y as' fue, Don Juan bajo las pantaletas a las pantorrillas y luego llevo la mano a los globos redondos estrujando y apretando ambos dejándole marcas rojas, el dijo: "Que nalgas más perfectas pera ser una mujer madura parecen de jovencita me imagino que las de Ana deben ser as' de firmes pero de tamaño pequeño." "Sucio mentiroso mis nalgas son gordas y quien podr'a fijarse en ellas." Don Juan sonrió para s', Berta no hab'a hecho referencia a su hija y además estaba quieta sobre la mesa mirando de reojo a él mientras el expon'a sus nalgas y las acariciaba a veces dándole palmaditas que la hac'an pringar, el replico: "Si yo fuera mujer y tuviera unas nalgas como estas andar'a por la calle exponiéndolas para que todos la vean, deber'a haber..." Berta continuó: "Una ley que prohibiera esconder unas nalgas as'." Don Juan replico: "Jajá, pero más bien deber'a haber una ley que obligara a la mujer que las poseyera a exponerlas y dejar que cualquiera las manoseara desde niño hasta el viejo Aristóbulo que tiene casi 100 años." "¿Ya basta viejo sucio, pervertido y pedófilo, ahora vas a ver mi coño o no?" Don Juan dio una palmada a los muslos obligando a los pies abrirse más de un metro exponiendo a la vista un coño hinchado y pelón. El dijo: "Por tu puta madre que pedazo de raja tienes tu por coño, parece que lo hubiese picado una abeja de lo hinchado que esta y mira ese cl'toris parece un dedo pulgar, como es posible que el `Señor' le dé un coño as' a una mujer que lo prefiere tener oculto deber'a ser un crimen. Mierda y mira como esta todo empapado." Berta se sintió vulgarmente expuesta como la más baja de las prostitutas pero el fuego que sent'a entre sus piernas compensaba todo ese ultraje, ella dijo con voz cortada por la excitación: "El `señor' no tiene nada que ver, quizás mi madre si pero estoy segura que mi coño es tan normal como cualquier otro." "Apuesto que el de tu hija debe ser igual, de tal madre tal hija." Don Juan esperaba su reproche pero nada solo silencio por uno instantes luego escucho la voz de ella que dec'a: "Ya reviso que mi coño esta afeitado y no tengo un matorral, ahora me puede soltar." Don Juan soltó el brazo y espero, Berta quedo inmóvil por unos segundos entonces se incorporo y vio que su vestido era un desastre, se agacho y se subió las pantaletas como pudo y corrió a la puerta de regreso a la casa. Cuando llego a la casa se hecho en el sofá de la sala maldiciendo: "Maldito, maldita sea Juan, mira como hiciste una vergüenza de mi." Se quedo mirando el techo unos minutos y de repente vio al reloj que estaba encima del TV y vio que en una media hora llegaba Alejandro y Ana entonces se levantó y fue a ducharse de nuevo y mudarse de ropa. Al siguiente d'a ella no ten'a que ir a la casa de Don Juan no ten'a cara para presentarse y verlo a los ojos luego de lo que él le hizo, ella se quedo en casa y empezó a dedicarse a los quehaceres de la casa pero no era igual ella quer'a estar en casa de Don Juan, trato de distraerse con los oficios pero luego de una hora iba camino a la casa, cuando estaba al frente en el porche ella pensó: "mi `Señor' que estoy haciendo aqu', no deber'a hoy es mi d'a libre y que escusa le doy" ella volteo para regresar pero como una autómata se encontró abriendo la puerta entonces entro sigilosamente para no ser vista y se sintió aliviada cuando supo que no estaba en casa porque su habitación estaba abierta y no estaba por ningún otro lugar, Berta estaba en la casa donde quer'a estar pero se sintió sola y defraudada porque Don Juan no estaba, `que hac'a ella all'' pensaba entonces fue a la habitación y al igual que toda la casa era un desorden, las paredes estaban repletas de afiches como estaba el resto de la casa, Berta fue a la cama y se echo encima revolcándose como si quisiera llenarse del sudor masculino, mientras estaba en la cama volvió en s' y se levanto de la cama entonces vio sobre una mesa en un rincón un montón de pel'culas en varias columnas que en total ser'an unas cien, se acercó y vio tres columnas, no se necesitaba ser muy inteligente para saber qué clase de material habr'a all', pero Berta fue agarrando una por una mirando las caratulas y las iba echando a la cama cuando termino de ver todas las caratulas ya hab'a trascurrido más de una hora entonces ella escogió tres y luego de poner el resto como las hab'a encontrado regreso a la casa. Cuando ella entro a su casa su corazón palpitaba como si se iba a salir, entonces fue y se sentó en un mueble de la sala tratando de recuperarse pero pensando para as': "mi `Señor' que me está pasando ayúdame, no permita que caiga en tentación." Luego de unos minutos ella fue al altar y se arrodillo ante los iconos y rezó. Ella quer'a tomar el control por lo que de nuevo continuo en los quehaceres de la casa, pero al rato de nuevo estaba pensando en Don Juan y lo que hab'a hecho de ella el d'a anterior y perdió el control por lo que fue de nuevo a la sala donde hab'a dejado las pel'culas y encendió el DVD entonces miro las caratulas; ella hab'a escogido tres temas diferentes por las portadas: una de mujeres con animales, otra de mujeres con objetos, y una tercera que en la portada mostraba lo que parec'a un aula por el pizarrón y los pupitres. Berta hab'a escogido esta porque del grupo total hab'an como diez que en la caratula mostraban una foto que no era vulgar, ella se imagino que quizás era una pel'cula de otro tema por lo que escogió esa, Berta de nuevo miro las caratulas y al final se decidió por la de bestialidad entonces encendió la TV y empezó a verla. Cuando termino la pel'cula Berta estaba con los pies sobre el asiento del sofá mientras su trasero estaba al borde y la espalda apoyada al espaldar, la vista era vulgar; toda abierta con su vestido recogido a la cintura y las pantaletas en el piso estrujando duro su buche que tenia por coño, Berta golpeaba duro su cl'toris hasta que culmino con un orgasmo como nunca en muchos años hab'a tenido y cayo explayada en el mueble cuando reacciono unos minutos después sintió vergüenza por lo que hab'a hecho, e inmediatamente se levanto recogiendo sus pantaletas y pel'culas dejando todo como estaba y fue a su habitación y se acostó en la cama a llorar por lo que hab'a hecho pidiendo al `Señor' que la perdonara. Al d'a siguiente le tocaba ir a trabajar y Berta era un mar de nervios, confusión y excitación; no quer'a ir pero también está deseosa que la hora llegara para ir. Antes de salir fue al altar a rezar y salió, cuando llegó a casa de Don Juan iba a tocar pero pensó que quizás estaba durmiendo entonces abrió la puerta y cuando entro vio que la casa estaba como ella la hab'a dejado entonces miro al la habitación de Don Juan y estaba cerrada por lo que intuyo que estaba durmiendo; Berta fue a preparar el desayuno y café primero antes de ponerse a limpiar el piso. Cuando estaba ocupada en la cocina escucho la puerta de la habitación y por reflejo volteo entonces vio a Don Juan que sal'a al baño apenas con sus bóxers sueltos pero la bragueta estaba abierta y su pene que parec'a un plátano colgaba Berta miro fijamente pero inmediatamente levantó la mirada para encontrarse con la sonrisa burlona de Don Juan que entro al baño sin decir nada. Berta siguió preparando el desayuno tratando de borrar de la mente la vista que acababa de ver, Don Juan salió del baño y fue directo a la mesa esperando que Berta le llevara el café y as' lo hizo, Berta vio que aun estaba en los bóxers aunque esta vez su bragueta estaba cerrada pero el bulto se ve'a ella puso la tasa sobre la mesa pero en vez de ponerse del otro lado de la mesa fue por un lado parándose al lado de él, Don Juan alargo la mano agachándose y metió la mano por debajo del vestido y toco la pantorrilla de Berta que inmediatamente se pringo y replico: "¿Qué está haciendo Don Juan cuantas veces le tengo que decir que soy una mujer decente y madre y por si lo olvida la esposa de su hijo?" Sin importar lo que escucho y como Berta no se retiro el mantuvo acariciando una pantorrilla entonces respondió: "Si lo sé, pero se le olvido decir `una mujer caliente' además solo estoy revisando si se volvió a rasurar las piernas." "Eso no es asunto suyo si me rasuro o no." "Siento los cañones, deber'a rasurarse o van a comenzar a picar sobre todo en el coño." Berta reacciono y se alejo soltándose de la mano pero no regreso a la cocina, Don Juan dijo: "Deber'a decirle a su hija que te ayude a rasurarse sobre todo en tu coño y culo." "Ya basta Don Juan mejor sigo con mi oficio." Entonces regreso a la cocina. Luego de tomarse el café don Juan fue al cuarto y regreso sentándose de nuevo en la mesa, Berta ten'a preparado el desayuno y lo llevo y a pesar del ultraje anterior de nuevo fue al lado de él, ella vio una botella sobre la mesa y cuando Don Juan supo que la hab'a visto dijo: "usa esa crema luego de afeitarse para que el afeitado dure más." Berta respondió calmadamente: "¿Cómo sabe usted eso, quien se lo dijo acaso una de las prostitutas a las que va visitar?" "Jódete, eso no te incumbe, pero si quiere saber fue mi hija Marta." "Claro su hija, deb' suponerlo" Don Juan entendió la implicación de la respuesta y replico: "Porque no deber'a ella y yo somos muy unidos." "Viejo pervertido usted cree que no sé lo que usted y Marta hac'an mientras yo viv'a en su casa, deber'a tener vergüenza y supongo que todav'a lo hace, asqueroso." "Coño Jódete ese es mi maldito problema, acaso tiene envidia porque no te coges a Alejandro él ya tiene quince y supongo que todas las malditas noches debe estar mojando las sabanas quizás pensando en usted." "Cállate pervertido pedófilo, mis hijos son decentes no como la puta de Marta." Don Juan sonrió para s' cuando escucho que ella uso la palabra `puta' entonces respondió: "Si lo es no lo niego, pero es una puta sabrosa no una fr'gida como usted." "Yo no soy una puta y tampoco soy fr'gida." "Eso está por verse. Todo lo que yo veo es a una mujer caliente pero fr'gida, te reto a que me demuestres lo contrario." "¿Por qué deber'a? Acaso soy una de tus putas." Don Juan de nuevo alargo la mano y metió la mano bajo el vestido tocando las piernas de Berta, él esperaba que ella se retirara pero continuo poniendo la mesa sin prestar atención entonces Don Juan avanzo y empezó a tocar muslos y dijo: "Aun no pero podr'a serlo." Berta alargo una mano y dio un manotazo al brazo invasor diciendo con voz t'mida. "Estas soñando, y déjame o voy a tirar el desayuno sobre la mesa." Don Juan aprovecho y saco una tijera que tenia escondida en el asiento y empezó a cortar el vestido sin que Berta se diera cuenta, pero cuando ella noto que algo raro estaba pasando y volteo vio las tijeras y como un alce salto a un lado pero en el tirón el vestido termino de rasgarse quedando desnuda más arriba de medio muslo, dijo: "Que diablos está haciendo, maldita Viejo." "Solo estoy haciendo unos cambios a tu sotana es todo, no es justo que una mujer como tu se esconda bajo un saco que le llega a los tobillos, mira esas piernas, nunca he visto algo tan perfecto y escultural es un pecado ocultarlas, deber'a..." "Si ya sé... deber'a haber una ley que proh'ba a una mujer con esas piernas usar un vestido largo." "Más o menos as' es." Mirando a las piernas ella dijo: "Me siento desnuda, yo no puedo andar por ah' vestida as' que van a pensar de mi; mi esposo o mi hija y sobre todo mi pequeño Alejandro, parezco una mujerzuela." "No exagere para que parezcas una prostituta tiene que estar más alto justo debajo del coño, pero eso lo puedo arreglar." Entonces alargo la mano para alcanzar el vestido pero Berta retrocedió gritando: "Estas loco, Nooo." "Déjame terminar de cortar, no pretenderás andar con el vestido colgando de esa manera." "Voy a mi casa y me cambio, ya regreso." Cuando Berta se movió para alejarse de la mesa Don Juan se levanto y la tomo por una mano haciéndole una llave neutralizándola, entonces con la otra mano termino de cortar el pedazo de vestido que colgaba, Berta zapateaba y gritaba: "Suéltame, déjame ir viejo sucio." Pero Don Juan haciendo caso omiso luego de cortar el vestido prácticamente rasgándolo metió la mano y alcanzo la banda de la pantaletas y las tiro abajo con esfuerzo porque Berta zapateaba pero luego de lucha las logro quitar soltando a Berta que corrió a la salida, mientras corr'a Don Juan grito: "Si regresa con otro vestido de monja lo vuelvo a cortar esta vez más alto y no te atrevas a traer pantaletas." Berta corrió a la casa llego sentándose en el sofá empezó a llorar que las lagrimas bañaron su rostro, no dejaba de murmurar: "Maldito viejo mira lo que has hecho de mi." As' permaneció durante una hora hasta que se calmo entonces se levanto y fue a su habitación tirándose en la cama a pensar que iba hacer, luego de otra hora se incorporo y de nuevo salió para la casa de Don Juan que la estaba esperando en el porche, ella le dio una mirada dura y siguió a la puerta de entrada, entonces Don Juan grito: "Espero que no traiga pantaletas o voy a cortar ese vestido que una prostituta va parecer decente. Muéstrame" Berta estaba molesta por semejante ultraje pero también demasiado excitada entonces all' mismo en la puerta se levanto la falda del vestido y dándole la espalda le mostro las dos perfectas, grandes y redondas nalgas blancas como nalgas de bebe entonces sin molestarse en bajar la falda entro a la casa, mientras Don Juan era todo sonrisas. El resto del d'a Don Juan permaneció en la casa sin molestarla pero no la dejo regresar a la casa hasta que no terminara la tarea, cuando Berta salió de casa de Don Juan para su casa era un manojo de nervios porque sab'a que ya deb'an estar sus hijos en casa y efectivamente cuando abrió la puerta las dos cabezas que miraban la TV voltearon a mirar. Alejandro y Ana no pod'an creer lo que ve'an, Alejandro dijo: "¿Qué diablos te paso?" "Berta reacciono: "Que palabras son esas jovencito si no fuera porque tengo que ir a ponerme otro vestido te lavar'a la boca con jabón." Luego agrego las palabras que hab'a memorizado: "Fue un accidente se me derramo el aceite y me mojo completamente la falda del vestido y me lo corte porque no pod'a caminar." Alejandro replico: "AHH y supongo que el maldito aceite le afeito las piernas." "Cállate Alejandro y te me vas a tu cuarto que luego tengo que arreglar un asunto con usted jovencito grosero." Alejandro se levantó del sofá y fue a su habitación cerrando la puerta con rabia, luego que ambas vieron que Alejandro entro al cuarto Berta dijo: "Fue un accidente cariño." "Está bien mamá usted no tiene por qué dar explicaciones ya es bastante grandecita." Berta se admiro de la madurez de su hija, entonces dijo mientras se sentaba en el sofá con sumo cuidado para no enseñar que no llevaba pantaletas: "Gracias dulzura." "No le hagas caso a mi hermano, a veces me pregunto a quien salió." "Yo si lo sé es exactamente como Don Juan, grosero" "Usted y el abuelo, ¿mamá usted se ve muy linda con vestidos usted sabe...no tan largos, además no sab'a que se estaba rasurando?" "Gracias cariño pero me siento bien con mis sotanas además yo soy una mujer casada ¿No tengo necesidad de impresionar a nadie?" "Eso no importa mamá, mi profesora de puericultura es una mujer casada con cinco hijos y uno de ellos está conmigo en mi grado y lleva una falda más corta que la falda del vestido que usted lleva ahorita, cuando está escribiendo en la pizarra prácticamente se le ven los pompis." "Ella no deber'a andar vestida as' `mi Señor' para donde va este mundo." "¿Mami no sab'a que usted se afeitaba las piernas?" "No lo hac'a cariño apenas lo hice hace dos d'as y fue una niñada de mi parte." "¿Me quieres contar?" "Puedo. Hace tres d'as tu abuelo me dijo que yo era un oso peludo." "¿Por qué te dijo el abuelo eso?" "El supuso porque yo uso los vestidos hasta los tobillos, `Señor' perdóname pero yo le respond' que no era ningún oso, tu abuelo es un pasado cariño y no respeta a nadie yo me imagine que en cualquier momento que estuviera distra'da iba a revisar mis tobillos para ver si yo dec'a la verdad, entonces al siguiente d'a me afeite las piernas." "Cool mamá, as' te ves muy bien." "Que vocabulario es ese niña. Pero gracias amor, creo que no hay ningún pecado si me sigo afeitando." "¿Mami yo puedo afeitarme también, mira mis piernas parecen un oso?" Ana alargo la pierna, Berta vio pequeños retoños tan escasos como los de ella que apenas se notaban, entonces dijo: "Okey cariño puedes afeitarte tus piernas." "Gracias mamá", entonces se levantó y se abalanzó sobre Berta dándole un abrazo, Berta perdió el equilibrio abriendo las piernas para apoyarse y no caer hac'a atrás, ella agradeció que nadie la estaba viendo porque en el esfuerzo abrió completamente las piernas exponiéndose. Luego del abrazo Berta fue a su cuarto y se puso uno de sus viejos vestidos de casa. Al siguiente d'a Berta se levantó y luego de despedir a los chicos fue directo al baño y se afeito completamente como lo hab'a hecho anteriormente ya los cañones le molestaban especialmente entre sus piernas y trasero, cuando se afeito se sintió libre y joven, luego se hecho la crema que ella se trajo de casa de Don Juan, con la crema la piel parec'a recuperar su textura suave, se miro en el espejo y parec'a piel de bebe. Luego de ponerse una de sus viejas sotanas Berta miro el reloj y era apenas media mañana como hace dos d'as sintió el deseo loco de ir a casa de Don Juan, pero se contuvo y fue al cuarto entonces tomo una de las dos pel'culas y fue a la sala y encendió el DVD y el TV: la trama era de mujeres jugando con dildoes y objetos de todos los tamaños en sus coños y culos, cuando termino la pel'cula Berta estaba desnuda en el piso con el vestido, pantaletas y sostenes tirados en cualquier parte mientras ella jugaba con sus tetas y coño, cuando la pantalla del TV se puso azul ella se levantó y fue a la nevera y saco un pepino grande y regreso a la sala tirándose de espalda y levantado las piernas a lo alto mientras se abr'a completamente se metió todo el pepino, los más de 30 cent'metros y por lo menos 10 de diámetro, entonces empezó con movimientos lentos a bombear en el coño que estaba completamente mojado y poco a poco fue avanzando en velocidad hasta que exploto en un orgasmo quedando completamente explayada en el piso con el pepino a un lado, luego de media hora cuando se recupero del orgasmo se sintió culpable y de nuevo se levanto vistiéndose y recogiendo todo, dejándolo como estaba para luego ir al altar y rezar. El siguiente d'a era viernes y luego de despedir a los chicos para el colegio ella salió para casa de Don Juan aunque apenas estaba amaneciendo, abrió la puerta y entro encontrando de nuevo un reguero de botellas sobre la mesa y el piso mojado, miro a la habitación y estaba cerrada entonces fue a la mesa a recoger el reguero que hab'an dejado el d'a anterior y vio sobre la mesa otra portada de pel'cula que le llamo la atención porque la foto era de una mujer como de su edad desnuda abierta acostada sobre una mesa larga mamando el pene a un viejo de unos 80 años mientras otros cinco alrededor se masturbaban con una mano y con la otra manoseaban el coño y tetas de la mujer. Berta sintió un escalofrió por la imagen, de repente ella se vio sobre esa mesa grande justo como la mujer y con todo ese grupo de vejestorios amigos de Don Juan abusando de ella, inconscientemente se retorció apretando sus piernas como si quisiera ahogar el grito de su vagina que le dec'a algo. Berta recogió el reguero y luego se fue a la cocina, estaba concentrada en sus quehaceres pero no dejaba de retorcerse cada vez que la imagen de ella sobre la mesa le ven'a a la mente sin poder quitársela cuando de repente una mano la tomo por un brazo aplicándole una llave que la hizo voltear sobre el mostrador del fregadero dejándola indefensa entonces Don Juan con las tijeras cortó el vestido apenas cinco cent'metros bajo la entrepierna mientras Berta gritaba y luchaba por zafarse: "Déjame qué coño está haciendo viejo vulgar." "Si te sigues moviendo no respondo si te corto." Sollozando replico: "Por favor Don Juan no me avergüence más de lo que ha hecho." "Jódete, Yo soy un hombre de palabra y te dije muy claro que si ven'as con otro vestido además del que le hab'a cortado lo iba a cortar más corto y eso es lo que estoy haciendo." `Sollozando': "Yo no sab'a perdóname pensé que era solo hace dos d'as." "Yo no dije d'as, ¡dije si vienes! está claro mujerzuela." Don Juan corto el vestido todo alrededor dejando a la vista las pantaletas grandes blancas, luego dijo: "¿Qué te dije de traer pantaletas?" Berta soltó el llanto y empezó a suplicar: "Por favor, por favor Don Juan no me avergüence más yo voy a mi casa y traigo el otro vestido." "Demasiado tarde." Don Juan soltó las tijeras al piso y levantó la pequeña falda a la cintura entonces sin misericordia tiro las pantaletas abajo por las piernas rompiéndolas mientras Berta se esforzaba por evitarlo mientras suplicaba en llanto. Cuando las pantaletas estaban en el piso Don Juan dio unos puntapiés para que levantara y Berta levanto un pie luego el otro y Don Juan dio un puntapié a las pantaletas lejos, sin soltar la garra empezó a manosear las nalgas blancas como de bebe como cualquier vulgar raptor, diciendo: "UHM que suave nalgas bebe" entonces dio unas palmadas suficientemente fuertes para dejar marcas que hizo a Berta saltar, Berta hab'a dejado de suplicar y apenas sollozaba, Don Juan soltó la garra, y sonrió cuando vio que ella simplemente quedo as' en la misma posición sin moverse, entonces él fue con ambas manos a manosear las nalgas y coño dándole unas palmaditas en los muslos internos para que abra, Berta dejo de luchar y abrió para que la mano sucia de Don Juan atacara su coño hinchado, el dijo: "Mira cómo estás toda mojada Perra sucia, te gusta verdad, ¿Te gusta verdad?" dándole una manotada fuerte en la nalga derecha, Berta respondió desafiada mente: "¿No tengo otra opción, no es as'? Y no soy una perra sucia." "Eso veremos, Mierda" Don Juan se agacho detrás de ella y con los dedos de ambas manos empezó a jugar con las labias de la mujer que permanec'a como una estatua, un golpe en los muslos y las piernas abr'an dándole más campo para jugar con el coño hinchado chorreando, luego de unos minutos de manoseo él se incorporó y dijo: "No puedo aguantar más Puta, estas demasiado buena." Entonces soltó los bóxers dejándolos caer y con un solo empujón sin la más m'nima misericordia la penetro hasta las bolas, Berta reacciono cuando sintió ese pedazo de carne caliente que parec'a quemarle sus entrañas, ella mordió su labio inferior pero en el fondo sab'a que lo que estaba haciendo era incorrecto y empezó a suplicar: "Don Juan que está haciendo, yo soy la esposa de su hijo y usted me está violando." "Jódete, si te estoy violando y me importa un carajo que sea la esposa de mi hijo, el `Señor' sabe que es un pecado dejar que una carne de primera como esta sea de un solo hombre y termine comiéndose los gusanos." Berta que ahora gem'a y sollozaba respondió: "El `Señor' no tiene nada que ver con un pervertido como usted si acaso el demonio." Berta estaba relajada sosteniéndose en el borde del mostrador para no caer cada vez que Don Juan bombeaba ese trozo de carne que llegaba hasta la entrada del útero, el respondió: "Que as' sea entonces yo soy capaz de entregar mi alma al diablo por una puta como usted." Berta no respondió y se mantuvo inmóvil hasta que sintió la carga caliente que roso las paredes internas del coño llenándolo, entonces Don Juan saco su miembro y recogiendo los bóxers fue a la habitación, Berta lo maldijo porque estaba a punto de tener un orgasmo como nunca en su vida hab'a tenido y la dejó all' como un trapo viejo que cuelga del fregador, ella volteo y le dio una mirada dura y dijo gritando antes que el entrara al cuerpo: "Viejo de porquer'a por eso es que tu mujer te dejo por otro, estoy segura que nunca en su vida ella tuvo un orgasmo con usted." El volteo y le lanzó un beso entonces entro a su cuarto, mientras Berta no aguanto más y salió corriendo para su casa. Berta no entro a la casa solo se sentó en el porche en uno de los bancos de madera que estaban en el corredor y soltó su llanto que baño en segundos su rostro y las lagrimas ca'an en lo que quedo del vestido que estaba recogido a la cintura, Berta estuvo all' sentada por un largo tiempo llorando mientras sent'a remordimiento y se sent'a la mujer más culpable del mundo; era la primera vez que hab'a engañado a su esposo en todos los dieciséis años de matrimonio y aunque fue una violación eso no cambiaba nada para ella porque se dec'a ella pudo correr cuando la soltó en cambio se quedo all' esperando lo que al final sucedió, ella pensó en voz alta: "Maldita raja que tengo entre mis piernas solo estaba esperando por una vara grande y gruesa como la de ese viejo pervertido, soy una puta, una vulgar puta sin ninguna pizca de decencia." Cuando acepto que el daño estaba hecho se levantó dejando un pozo de semen y jugos de ella en el asiento y fue dentro de la casa, ella no ten'a más animo de nada se sent'a enferma y culpable por lo que fue directo a su cuarto levantándose antes que llegaran Alejandro y Ana tratando de parecer normal no quer'a preguntas. Esa noche Berta apenas pudo dormir las imágenes de la violación la ten'an confundida con sentimientos de culpabilidad y excitación. Como era sábado no hab'a alarma por lo que ella dorm'a unas dos horas más, cuando despertó miro el reloj y se hab'a quedado dormida una hora más de lo que acostumbraba para los sábados, solo los sábados porque los domingos hab'a una alarma para levantarse temprano e ir a la misa de la primera hora. Cuando salió del cuarto vio a su hermana Juana que estaba sentada en el sofá mirando la TV y a Ana que se apuraba en la cocina con el desayuno, ella fue a la sala y luego de darle la bienvenida y un beso en la mejilla se quedo mirando a Juana, entonces escucho la voz de Ana: "Mami mi t'a nos está invitando a la ciudad, ¿puedo ir? Si por favor." La ciudad era la capital del estado y estaba apenas a una media hora en autobús pero Juana ten'a su propio carro que hab'a comprado, Berta no pod'a entender como con la ayuda económica que le daban a las monjas pudiera alcanzar para comprar un carro. La última vez que Juana los hab'a visitado eran más de dos años y en aquella ocasión todos incluso su esposo y ella la acompañaron a la ciudad y estuvieron todo el d'a fuera de casa, casi nunca iban más allá del centro del pueblo por lo que Berta no pod'a negarse, ella respondió: "Esta bien cariño puedes ir y ¿Dónde está Alejandro?" "Está durmiendo todav'a" Juana se adelanto: "En la mañana quiero llevar a Ana y en la tarde Alejandro, es que pienso comprar algo para ella y para que Alejandro no se aburra visitando tiendas de mujeres prefiero llevarlo a él en la tarde, si no te importa." Berta miro a Juana y dijo: "Okey" entonces se sentó al lado de su hermana y dijo en voz baja: "¿Para ser una monja no te parece que llevas un vestido muy corto y escotado? ¿Es un pecado?" Juana se relajo en el sofá haciendo que la falda subiera a escasos cent'metros de la entrepierna y se echo hacia adelante para responder mostrando los globos de las tetas blancas que flotaban sobre el sostén de media copa: "¿Berta nuestro `Señor' no nos hizo para que escondamos nuestros encantos debajo de una sotana, es como un pintor cuando hace una obra de arte no la esconde detrás de una cortina más bien la expone para que todos la vean y lo alaben, no te parece?" "Si pero es que... ¿Mira como andas vestida no te reprenden en la iglesia por eso?" "Solo si me ve alguna chismosa hipócrita y corre al convento." Mientras conversaban y Ana fue al cuarto a mudarse de ropa para ponerse su ropa del domingo un vestido que le llegaba a los tobillos, Alejandro salió del baño en pijamas todav'a y fue donde la t'a a saludarla, Alejandro no pudo evitar el picón entre las piernas de su t'a y la vista de sus globos blancos que sobresal'an por la abertura de blusa, Berta también supo donde estaba mirando su hijo y volteó la mirada a Juana para que hiciera algo, y as' fue Juana se levanto del sofá para darle un beso a su sobrino pero cuando lo hizo abrió sus piernas un poco dándole una mejor vista al bikini rojo debajo de la falda de flores de tela suave de seda que flotaba debajo de las caderas. Berta dio una mirada dura a su hermana que hizo caso omiso y luego de saludarlo y tomarlo por las manos acariciándolas suavemente por unos segundos se sentó de nuevo esta vez cerrando las piernas pero mostrando la mayor parte del muslo interior, Berta mira la entrepierna de Alejandro y vio un bulto que empujaba al material, entonces volteo donde Juana que también ten'a la vista en el mismo lugar mordiendo el labio inferior. Alejandro vio donde miraba su t'a y no le importó, entonces dirigiéndose a su mamá dijo: "Vea mamá usted deber'a aprender de mi t'a, usted es la que parece la monja de la familia." Entonces dio la vuelta y fue a su habitación al momento que sal'a Ana. Juana se quedo mirando a Ana detallándola entonces dijo a Berta: "Que pecado Berta como usted permite que una jovencita como ella este vistiendo de esta manera, ella no es una niña y ya es hora que le de libertad de escoger que sea ella misma, no la puedes tener sometida toda la vida." "El `Señor' dice..." "El señor no dijo eso o acaso no escucho lo que dije antes, es más deber'a haber una ley..." "Que castigue a las mujeres que oculten sus encantos. Eso ya lo he escuchado, estas como Don Juan." "Pues él tiene razón querida." Entonces levantándose del sofá fue por la mano de Ana y ambas fueron a la puerta, mientras Ana se desped'a de su mamá que estaba atónita inmóvil parada en el mismo lugar mirando a su hermana llevarse a su hija, antes de salir Juana se volteó y dijo: "Yo sé lo que es mejor para Ana y espero que usted entienda eso." En cuestión de minutos ya hab'a sido cuestionada dos veces; tanto por su hermana que para ella vest'a más vulgar que una prostituta como por su propio hijo que la criticaba por no ser como su hermana. Luego de irse Juana junto con Ana, Berta se dedico a sus oficios mientras Alejandro iba y ven'a del cuarto, habr'an trascurrido unas cuatro horas cuando Berta escucho la puerta de entrada y cuando se abrió entraba Ana saltando de alegr'a llevando tres bolsas grandes, Juana la segu'a sonriendo, Ana dijo apenas entró y vio a su mamá en la cocina: "mami ya te muestro lo que t'a Juana me compró" Ana fue al sofá y vacio el contenido de dos bolsas mientras Juana y Berta se acercaban, cuando Berta vio las blusas franelas, vestidos y faldas que todas no encajaban con su código de vestido dijo: "¿Mi `Señor' Juana cómo pudiste comprarle eso a Ana no ves que ella es apenas una niña?" Ana repico a su t'a: "Vio t'a yo te dije que mi mamá no estar'a de acuerdo." Juana se sentó al lado de ella en el sofá tomándola por una mano y dijo: "Ya cariño, déjame hablar con tu mamá yo estoy segura que es un mal entendido, recuerda que ella y yo somos gemelas y yo como piensa ella, Ahora ve a tu cuarto" Ana se levantó y fue al cuarto, cuando entro y cerró la puerta Juana dijo: "Berta me niego aceptar que usted este pretendiendo que Ana sea una mojigata puritana como tú, yo puedo entender que las cosas no han salido como tú quer'as pero obligar a tus hijos a que sigan tu derrotero es un pecado y usted deber'a saberlo." Berta bajo la guardia y dijo: "Si pero es que son demasiado... usted sabe" Juana respondió: "As' es como visten los jóvenes hoy en d'a de otra manera no los vendieran, no te parece. Déjala ser ella misma quizás eso te ayude a ti misma y puedas salir de ese claustro en que estas." "Lo pensaré eso es todo." "Por lo menos es algo ¿Dónde está Alejandro?" "¿Alejandro...? En el cuarto" Juana fue y toco la puerta entonces Alejandro salió llevando una franela estampada con la banda de rock favorita y unos shorts de tela sueltos hasta las rodillas, Juana vio entonces miro Berta que aún estaba en la sala mirando y dijo: "¿Ve as' es como visten los jóvenes hoy en d'a, porque el si puede y Ana no?" Juana y Alejandro salieron entonces Berta se sentó pensando por unos minutos y se levanto dirigiéndose al cuarto de Ana, luego de tocar abrió la puerta y vio a Ana acostada en la cama con la almohada sobre la cara, Berta se acerco y se sentó en la orilla de la cama entonces alargo la mano acariciando la tela que cubr'a el brazo de la chica y dijo: "Lo siento querida creo que estoy siendo muy dura contigo, tu t'a tiene razón no puedo permitir que tu pases por lo mismo que yo pase." Ana bajo la almohada que le cubr'a la cara sobre su estomago, Berta vio las lagrimas y entonces cariñosamente con la palma de una mano limpio las mejillas y continuo: "Esta bien preciosa puedes ponerte lo que tú quieras no le hagas caso a esta vieja anticuada." Ana se incorporó recostándose sobre el muslo de su madre diciendo: "Mamá usted no es ninguna vieja, quizás anticuada si." "Gracias cariño, vamos anda y pruébate algo de lo que te compraron para mi, anda" Ana corrió a la sala y trajo las bolsas entonces dijo: "Espera en la sala." Berta salió y espero unos minutos hasta que Ana salió descalza llevando una falda corte bajo de Jean azul desgastada en el dobladillo que llegaban a medio muslo y una franela que apenas le cubr'a el ombligo exponiendo el vientre, Berta trago duro cuando vio a su pequeña que parec'a toda una mujer, era una imagen de ella cuando ten'a su edad, el vestido largo que usaba escond'a todos sus encantos haciéndola ver plana pero con este equipo que parec'a pensado para hacer resaltar sus atributos era diferente la vista que ten'a en frente, Ana se acercó y giro, sus nalgas bien formadas y redondas hac'an un juego perfecto con las caderas y cintura, la franela de algodón se amoldaba perfecto a las dos tetas redondas como naranjas que estrechaban el material, Ana giro de nuevo y dijo: "¿Cómo me veo?" "Te ves muy..." "Sexy, mamá d'galo." "Sexy cariño, te ves sexy si jiji." Ya vuelvo mamá no te vayas. El siguiente equipo era unos shorts de jean ajustado que hac'an sus nalgas y caderas más pronunciadas de corte bajo casi a nivel del mont'culo y las mangas apenas cubr'an las nalgas con otra franela parecida a la anterior, Berta sintió un rechazo por este equipo porque le pareció obsceno para una joven llevar pero se contuvo, ye ella hab'a dado su palabra de no interferir con el código del vestido de ella. El siguiente era un vestido de flores de tela suave y ligero que apenas llegaba a medio muslo y ten'a un escote pronunciado, luego otro shorts. Cuando termino la exhibición Ana de nuevo pregunto: "¿Qué te parece mamá mi t'a me dijo que escogiera a mi gusto, está bien?" Cuando termino de desfilar el equipo, Berta se sent'a como una madre pervertida y excitada queriendo ver más de los encantos de su hija, entonces dijo: "Si cariño todo está perfecto, solo hay un detalle." "¿Qué cosa madre?" dijo Ana sobresaltada. "Si vas a andar por ah' mostrando toda esa piel, deber'a pensar en rasurarte, no te parece." "Si mamá eso haré, gracias." Cuando iba para el cuarto a cambiarse, Berta grito: "Yo puedo ayudarte, no te vayas a cortar." "Si mamá usted puede, ya vengo." Berta se levanto y fue al baño llevando una silla y preparando la crema de afeitar y las afeitadoras, Ana entro al baño cubierta con un paño y luego de quitárselo fue a la ducha primero, Berta no pod'a quitar la mirada de su hija mientras se bañaba y enjabonaba, a simple vista no parec'a que tuviera bellos pero sobre su vagina que parec'a una bolsa justo como la de ella ten'a un parche negro, luego de salir de la ducha y secarse Ana fue donde su mamá y se sentó en la silla, Berta se agacho en cuclillas y tomo la pierna izquierda y la apoyo sobre el vestido sobre su muslo y luego rego la crema por la pierna afeitándola, mientras afeitaba cerca de la entrepierna sus dedos rozaban las labias de la joven que parec'a no importarle si acaso puso la otra pierna aparte para darle mejor acceso a la afeitadora y el puño, Berta no pudo dejar de notar la vagina hinchada y humedad, luego cuando afeitaba en la entrepierna los nudillos de los dedos chocaban el sexo caliente abriendo los labio y exponiendo la carne rosa brillante, Berta se dedico especialmente a esa zona por un buen tiempo entonces con la otra pierna siguiendo la misma rutina, cuando estaban listas las piernas se levanto y se puso detrás de la silla mientras Ana solo miraba entonces Berta tomo mas crema de afeitar apoyándose adelante sobre la cabeza de la joven engrudo sobre el vientre y tetas dando masajes pronunciados a las dos naranjas blancas par luego afeitar, Luego ordenó a Ana que se pusiera de pie y apoyara las manos sobre el asiento para afeitarle la espalda, después que afeito la espalda Berta se puso en cuclillas frente a las dos nalgas blancas redondas y con las dos manos abrió las nalgas dejando al descubierto una roseta arrugada marrón y un pequeño parche de pelos alrededor, entonces ella tomo la crema y unto, Ana que hasta ahora estuvo callada dijo: "¿Es necesario mamá que afeite mi popo?" "Si cariño, si no lo afeitas crecen como una barba y el d'a que lleves tanga se verán obscenos." "¿Puedo usar tangas?" "Puedes amor, puedes usar hilos también." "¿Cuándo vamos a la playa para usar un hilo madre?" "La playa está muy lejos y a menos que tu t'a nos lleve no creo que vayamos, pero no es necesario que estés en la playa para usar un hilo, lo puedes llevar en cualquier d'a." "¿Puedo ir al colegio con un hilo?" "Puedes, pero no quiero quejas del colegio." Berta termino de afeitar a Ana y le dio unas palmaditas en las nalgas entonces se incorporo y fue por la loción que Don Juan le hab'a dado y la froto por todo el cuerpo de la chica. Cuando termino Ana dijo: "Mami yo podr'a afeitarla a usted si no le importa ya sé cómo se hace." Berta estaba excitada y ansiosa de mostrarse a su hija, dijo: "¿Verdad cariño? Gracias es muy dif'cil afeitarse una misma sin ayuda especialmente en algunos lugares. Déjame ducharme primero" Berta soltó los botones del cuello y espalda entonces se doblo y agarro su largo vestido por el dobladillo y de un solo impulso lo paso por sobre la cabeza quedando en sostenes y pantaletas, luego fue por los sostenes grandes que cubr'an las dos grandes jarras, Ana estaba admirada por el cuerpo de su mamá, a pesar de los treinta y que hab'a dado a luz a dos hijos su cuerpo parec'a una guitarra con apenas unas estr'as en el estomago que se podr'an disimular fácilmente, la piel era blanca completamente como un bebe, las tetas apenas colgaban pero conservaban su redondez como dos melones, las aureolas de los pezones eran grandes y marrones y en el centro dos pezones de unos tres cent'metros de largo tan gruesos como sus dedos pulgares, Berta noto la mirada escrutadora de su hija y sintió una picazón entre sus piernas, entonces coloco las dedos pulgares a los lados entre la banda de las pantaletas grandes que parec'an un pañal y con movimientos sexys las bajo, sin apartar la mirada a los ojos de su hijo que parec'an dos taparas completamente abiertos por lo que estaba viendo, ella miro donde estaba su mirada y vio que estaba enfocada en la bolsa de su coño hinchado, Berta continuo como si nada y quitándose las pantaletas las arrojo lejos a un cesto, Ana dijo con asombro: "Mami usted se afeitó la totona" Berta quer'a soltar la risa por la manera como llamo a su coño, pero dijo: "Si cariño mi coño parec'a que ten'a una barba colgando entre las piernas, mira mi culo para que vea que no miento" Berta dio la espalda a ella y se agacho y si el más m'nimo decoro abrió con ambas manos sus nalgas mostrando a Ana la selva de pelos que iban por toda la raja del culo, luego agrego: "Ves porque te dije que se necesita ayuda para afeitarse en algunas partes." Ana sin asimilar todav'a todo ese despliegue de vulgaridad dijo: "Mami usted dijo coño." "As' es como llaman los hombres a lo que tenemos nosotras las mujeres entre las piernas, porque deber'a llamarlo diferente." "Pero es que usted siempre nos ha enseñado que..." "Está bien cariño acepto, hay momentos cuando podemos referirnos a esto como coño, otras veces será vagina, otras totona, ahorita ya que estamos siendo sinceras las dos y luego que he permitido que tu andes por all' exhibiéndose como una pequeña mujerzuela me pareció correcto llamarlo coño eso es todo." "¿Madre usted cree que soy una mujerzuela?" "Aun no pero si andas por la calle vestida de la manera como me mostraste no va pasar mucho tiempo que algún pervertido te vuelva una." "Un pervertido como el abuelo." Berta se levantó de su posición vulgar y volteándose fijo la mirada en ella diciendo: "¿Qué sabes de tu abuelo?" "Muchas cosas mamá, pero para que este tranquila él nunca me ha tocado ni siquiera sabe que Alejandro y yo estuvimos en su casa." "¿Alejandro y tu han estado en casa del abuelo?" "Si y sabemos de todas las cosas que hay en las paredes, por eso creo que es un pervertido." "Si un pervertido como tu abuelo, cariño por eso te he dicho que te cuides de él." "¿Pero a usted parece no importarle que el abuelo sea un pervertido?" "Ya basta Ana, ahora prepara la crema de afeitar y las afeitadoras mientras me ducho." Ana ayudo a Berta a afeitarse completamente y luego las dos mujeres salieron del baño a sus habitaciones sin volver a mencionar el asunto. Berta se quedo en sus habitación pensando en todo lo que acababa de pasar con su hija y ella y como se hab'a dejado llevar permitiéndole que vistiera como ella quisiera incluso animándola a que fuera más allá y vistiera como una mujerzuela, luego referirse a su vagina como coño sin ningún tipo de recato, ella pensó entonces rezó al `Señor' por ser tan débil en la carne, pero entonces recordó que su hermana es una sirviente directa del `Señor' y se portaba peor que ella sin importarle nada, al menos ella no andaba con esas ropas de prostituta enseñando sus pantaletas rojas a su hijo, como ella hizo con su Alejandro. Cuando escucho la puerta de entrada Berta miro el reloj y ya eran pasadas las siete de la noche, ella siempre fue estricta con la hora de llegar a casa incluso con Alejandro y ya se hab'a pasado hace mucho la hora de llegar por lo que ella se levantó con la intensión de preguntar porque llegaba a esa hora, cuando se asomo a la puerta de la habitación ya Alejandro estaba entrando a la suya, pero también vio a Ana que estaba en unas licras rosadas que dejaban media nalga fuera y se encajaban completamente en su entrepierna y una franela que apenas cubr'a sus tetas sin sostenes salir apresuradamente al cuarto de Alejandro, Berta toda intrigada salió sin hacer ruido y con paso lento fue a la puerta de la habitación que estaba cerrada, puso la oreja en la puerta y no escucho nada, entonces giro la cerradura sin que la escucharan y apenas abrió la puerta para que pudiera ver con un ojo, ella quedo helada cuando vio a su pequeña Ana montada a horcajadas encima de su hermano que estaba acostado en la cama boca arriba y con las dos manos le sujetaba la cintura desnuda, Berta estaba paralizada y no atinaba a moverse mientras apenas ve'a sin poder escuchar lo que dec'an porque la radio en el cuarto estaba encendida pero por los ademanes supuso que Ana le estaba contando todo lo que ellas hab'an estado haciendo en la tarde, porque Ana le mostraba piel con los dedos mostrándole que estaba rasurada, Berta sintió vergüenza pero también excitación al ser expuesta por su hija ante su hijo, entonces vio que Ana hacia ademanes desproporcionados con ambas manos y las puso entre su entre piernas como si estuviera diciéndole de que tamaño ten'a ella su coño, luego el tamaño de las tetas, Berta ahora estaba más excitada que molesta y abrió la puerta un poco más para ver mejor, cuando Ana termino de contar con detalle lo que hab'a visto de su madre se inclino hac'a adelante y ambos se besaron apasionadamente, Berta quer'a persignarse pero en cambio su mano bajo entre sus piernas, luego del beso apasionado Ana se echo hacia atrás bajando de la cintura entonces fue por la banda del shorts y lo bajo con todo y bóxers exponiendo a la vista un pene tieso como un palo tan grande como el del abuelo aunque un poco más delgado pero la cabeza era purpura y grande en forma de sombrero, Berta se apoyo contra la pared sin dejar de mirar, entonces vio como su pequeña golfa se inclino contra el pene y abriendo su boca lo engolfó todo hasta el fondo con las labios tocando las bolas, Ana chupo y sacudió la cabeza luego de unos segundos retiro la boca dejando al palo tieso lleno de saliva, para luego volver y chupar manteniendo un ritmo hasta que la carga exploto en su boca bajo la mirada de su propia madre que no pod'a creer que su inocente niña era un pequeña puta mamona, Ana retiro la boca y lamio sus labios luego de tragar todo sin botar nada, Berta se movió rápidamente y corrió a su cuarto antes que la pillaran a pesar que después ella pensó que debió entrar a la habitación y poner en orden a esos dos pervertidos. El domingo sonó la alarma y Berta se levantó y como todos los domingos fue a despertar a sus hijos, fue donde Alejandro y toco pero como no abr'a entro, su hijo estaba dormido o eso parec'a entonces fue a la cama y lo sacudió, Alejandro se dio vuelta quitándose la cobija que lo cubr'a quedando boca arriba antes que se volviera arropar Berta fijo la mirada en el bóxers con la bragueta abierta justo como el abuelo y el trozo de carne tan largo que llegaba a medio muslo fuera, ella insistió llamándolo para ir a misa pero no le hizo caso, entonces salió del cuarto y fue donde Ana e igual que Alejandro estaba dormida durmiendo en las licras rosadas y la franela pero la franela estaba recogida en el cuello exponiendo completamente sus tetas, ella movió más duro a Ana hasta que se despertó y cuando vio a su mamá frente a ella se cubrió completamente, Berta insistió pero ella tampoco estaba dispuesta a ir, entonces Berta se cansó de ellos y salió para su cuarto alistarse para salir a la misa, en las ocasiones anteriores los hubiera levantado si porque si, pero hoy no sent'a animo de pelear. Berta estaba escuchando el sermón en la iglesia pero su mente estaba en otro sitio, se preguntaba que estar'an haciendo sus hijos en ese momento, las imágenes que llegaban a la mente la hac'an retorcer en el banco duro de madera apretando las piernas juntas como si eso le aliviara la comezón que sent'a, pasaron otros minutos y como era dif'cil concentrase salió de la iglesia rumbo a su casa, Berta atravesó el portón principal de la entrada como sonámbula hab'a recorrido todo el trayecto desde la iglesia a la casa sin percatarse del tiempo, se dirigió a la casa pero cuando saco las llaves para abrir la puerta se detuvo, pensó y dio media vuelta rumbo a casa de Don Juan, Berta entro y como supuso Don Juan no estaba entonces fue a la mesa donde hab'a otro reguero de botellas y otra portada de pel'cula, dejo la biblia sobre la mesa y fue a la cocina. Habr'a trascurrido escaso media hora cuando escucho la puerta de entrada y volteo cuando vio a Don Juan pasar, Don Juan apenas la tomo en cuenta y luego de dejar unas bolsas de mercado en el piso fue a su habitación. Berta que estaba intrigado volteo cuando sintió la presencia de él que se acercaba en bóxers con la bragueta abierta y portando una erección que apuntaba a su pedazo de carne hacia su trasero y la tijera en la mano, ella no corrió simplemente se quedo all' pero dijo: "Espero que no vayas a dañar mi mejor vestido de domingo viejo sucio, si sigues as' me voy a quedar sin ropa." "La ley es la ley y usted volvió a fallar." Cuando Don Juan vio que Berta segu'a en el oficio sin oponer resistencia se agacho detrás de ella y corto la falda del vestido justo sobre la entrepierna exponiendo prácticamente la mitad de las nalgas, esta vez Berta se rindió y retrocedió medio metro para que pudiera cortar sin ningún obstáculo, cuando termino de cortar y la falda del largo vestido cayó al suelo Don Juan fue por las pantaletas y las bajo sin ninguna dificultad, acaso Berta abrió las piernas para facilitar el trabajo, cuando las pantaletas salieron de los pies Don Juan le propino con todas sus fuerzas una nalgada dejando la marca roja de la mano como una impresión que hizo a Berta gritar: "OHHUU. AYYY" mientras daba un salto, luego dijo: "¿Por qué me pegas viejo pervertido?" "Perra. Por portarse mal y desobedecer mis órdenes." Berta con voz sensual respondió: "He sido una chica mala, UH." "Muy mala y te voy a castigar." "Cast'game papi porque me he portado mal." Don Juan aplico varias nalgadas que dejo los globos de las nalgas completamente rojas mientras Berta apenas gem'a de placer mesclado de algún chillido, ella apenas atinaba a decir mientras se doblaba sobre el mostrador y abr'a completamente las piernas: "Cast'game, vamos dame más duro, OHH, AY que he sido muy mala y necesito aprender, AY" Luego agrego: "Mi coño necesita una reprimenda también, vamos dame con tu pedazo de tronco, mételo profundo en mi coño hambriento y enséñale quien es el amo." Don Juan se posiciono detrás de ella y empujo sin ninguna misericordia su trozo de 35 cent'metros al fondo, empujando a Berta contra el mostrador chillando de placer, Bombeo y bombeo varias veces con todas sus fuerzas y luego dijo: "¿Vas a seguir siendo una puta sucia desobediente?" "Mi mamá me dec'a que yo no aprend'a nunca, a menos que la castigaran" respondió Berta mientras se agarraba duro de la esquina del fregadero. "En ese caso te voy a castigar más duro para que aprendas." "Si cast'game duro papi, yo he sido muy desobediente, obl'game a venir cuando estén aqu' tus amigos." Don Juan sin dejar de bombear replico: "¿Eso quieres puta, No?" "Me lo merezco, obl'game a estar desnuda y llevar apenas un delantal que diga `Soy un trapo sucio' y yo serviré a todos tus amigos y no permitiré que su semen se desperdicie en el suelo cuando estén viendo una de esas sucias pel'culas." "Pues esta noche vas a venir, puta" "¿Y el delantal?" "Mientras compro uno vienes con este vestido y sin pantaletas." "OHH, pero a mi vestido le falta algunos arreglos, ¿no le parece?" "¿Como cual?" "UHH, digamos hacer dos cortes redondos justo donde están mis tetas para que estas andes libres, quizás sean premiadas y reciban atención de alguien que esté interesado en tetas." "Eso se puede arreglar puta sucia." Berta no aguanto más y exploto en el orgasmo de su vida, pero Don Juan segu'a bombeando y rápidamente se estaba construyendo otro cuando sintió la carga caliente que fluyó por las paredes chorreando por los muslos. Berta estaba en un estado catal'tico recuperándose mientras Don Juan recogió las tijeras y tomándola le dio la vuelta de un tirón, Berta giro y permaneció quieta mientras Don Juan corto alrededor de la base de la tetas del vestido hasta que las copas grandes blancas de los sostenes estaban fuera, luego fue y corto las tiras de las copas dejándolas caer y los dos melones grandes blancos con una roseta marrón y pezones que parec'an dos dedos pulgares de gruesos y unos tres de largo apuntaron afuera orgullosos, Don Juan se retiro y miro diciendo: "As' te gusta puta sucia." "Si a mi amo le gusta, yo soy su esclava y desde hoy voy hacer cualquier cosa que me pida no importa lo que sea." "As' se habla, ese es el esp'ritu" A Berta ya no le importaba nada, entonces le dijo a Don Juan lo que hab'a presenciado el d'a anterior, y cómo fue que ella fue a parar a su casa hoy y finalizo diciendo: "Venga Don Juan que quiero mostrarle tomando la mano de él lo guio a la salida y cuando se desvió a la casa que estaba sola al final del terreno Don Juan replico: "¿Mierda, para donde vamos?" pensando que ella iba para su casa. "Solo venga conmigo." Berta y Don Juan fueron por el lateral de la casa sola a la parte de atrás, y sin ninguna precaución cruzaron y vieron a Alejandro y Ana desnudos en el suelo en un pequeño corredor unidos con Ana encima de su hermano que estaba boca arriba montándolo como un caballo mientras ella cabalgaba. Los dos jóvenes no se dieron cuenta de la presencia de su mamá y del abuelo que se quedaron mirando por unos minutos, entonces el abuelo hizo un gruñido con su voz ronca haciendo a los jóvenes voltearse en el acto y Ana se bajo de la montura y se puso de pie tratando de taparse, mientras no pod'a creer la vista bizarra de su mamá con el vestido de domingo destrozado; cortado justo encima del mont'culo mostrando su buche hinchado y rojo y semen bañando los muslo y las tetas colgando orgullosas fuera de la tela del vestido, Alejandro solo se acostado sin importarle que lo hubiesen pillado mientras miraba la vista obscena de su madre, luego de mirar y detallar el cuerpo de la mujer madura por unos segundos: "¿Que fucking mierda te paso mamá?" Él abuelo respondió serenamente: "Tu madre sabe todo" Berta entendió como iluminada por un rayo y volteándose a Don Juan le dio un manotazo en el hombro que pareció más un cariño, diciendo: "Tu Viejo verde pervertido estaba detrás de todo esto." Ana soltó las manos y corrió donde el abuelo colgándose al cuello y colocando sus piernas alrededor de la cintura del viejo entonces le dio un beso húmedo que duro varios minutos ante la mirada atónita de su madre que no pod'a creer, Don Juan saco su miembro tieso de la bragueta del bóxers y luego de darle unas palmaditas en las nalgas a la jovencita esta se deslizo suavemente mientras Don Juan guiaba su palo en su coño hinchado y la empalo completamente, Berta apenas atinaba a mirar a su inocente, ya no tan inocente criatura comportarse como una puta entonces miro a Alejandro que permanec'a impávido en el piso mirándola con una sonrisa socarrona, como hipnotizada Berta fue donde el jovencito y se monto encima de él empalándose y al igual que su hija ella misma bombeaba duro haciendo a sus tetas bolar arriba y abajo, Alejandro fue por las tetas y jugaba con ellas manoseándolas hasta que Berta no aguanto más y exploto dejándose caer sobre el cuerpo del chico, y luego de unos segundos ambos se besaron como amantes. Después de la orgia familiar los cuatro estaban sentados en una barda pero Berta en las piernas de Don Juan y Ana en las de su hermano, Ana rompió el silencio diciendo: "¿Abuelo usted va pagar la fianza para que papá salga de la cárcel?" "Cariño, si tu mamá quiere yo lo haré como te promet'" Todas las miradas se posaron en Berta que con una mano abrazaba la espalda de Don Juan y la otra estaba jugando en su buche hinchado hecho un barrial, ella respondió rápidamente: "No cariño tu papá tiene que aprender a ser más responsable, él debió pensar en nosotros primero y de no ser por el abuelo hoy estar'amos viviendo debajo de un puente. Además en estos dos años mientras tu papá paga la pena yo pienso servir a tu abuelo como su juguete, es justo por todo ese dinero que tu papá le hizo pagar." "¿Cómo su juguete?" "Tu abuelo puede hacer lo que quiera conmigo, si quiere que ande desnuda lo haré, si quiere tirarme a sus amigos para que les sirva como una vulgar puta lo haré, si quiere venderme en la calle lo hare y si quisiera traer un perro o un poni para que lo mente lo hare." "Guao, abuelo usted va hacer todo eso." "Eso pienso." "Y también el poni y los perros" "Sobre todo eso y cuando lo haga voy invitar a todos mis amigos para que vean." "¿Podemos invitar a mis amigos?" "Si ustedes quieren son bienvenidos." Berta ahora estaba estrujándose duro en su coño con las piernas abiertas y unos minutos después colapso sobre el pecho de Don Juan." Don Juan ordenó a Berta a obedecer cualquier orden de su hijo Alejandro y as' durante los siguientes dos años Berta fue el juguete de Ambos, y ambos fueron muy creativos en Berta pero ella amaba todo lo que la obligaron hacer, incluso cuando su pequeño la tomo una noche a las dos de la mañana por una cadena con un collar en el cuello y una campanita en los pies y la paseo por el centro del pueblo desnuda. Como hab'a prometido Don Juan él se fue de la casa de nuevo para la hacienda apenas un mes antes que su hijo saliera de la cárcel dejando en libertad de toda obligación a Berta. El d'a que sal'a de la cárcel Alejandro el esposo no pod'a creer sus ojos cuando vio a su amada esposa y sus dos ahora de 15 y 17 años hijos esperándolo a la salida, Berta estaba maquillada llevando una blusa semi trasparente y sostenes y una falda tropical de tela suave a las rodillas, mientras su Ana iba en unos shorts cortos ajustados y las mangas apenas cubr'an sus nalgas de jean y una blusa al ombligo mientras Alejandro estaba en pantalones cortos, Berta y los chicos fueron donde él y lo abrazaron mientras Berta le dio un beso como una adolescente cuando ella lo besaba hace diecisiete años. La familia fue a la casa y desde entonces Berta se esforzó por retomar su rutina de esposa fiel aunque de vez en cuando cada vez que alguien por descuido dejaba el portón abierto se presentaba en la puerta de la casa uno de los amigos de Don Juan pero hasta el d'a de hoy nadie les ha abierto. Fin