Author: Tod Natürlich Title: Primos Part: 1 Summary: Consideras las visitas semanales a casa de tus abuelos aburridas. Hasta que tus primas te muestran que hay cosas en qué ocuparse. Keywords: Mf gi fant 1st cons inc cous Language: Spanish ===== Primos ===== *** En casa de los abuelos *** Mirabas la televisión aburrido, no era que el programa no te interesara, sino que podrías estar viendo cosas mucho más interesantes de estar en tu casa, ante tu computadora. No hacía mucho que habías descubierto una excelente página gratuita pornográfica y querías bajar todas las imágenes antes que sus dueños lo notaran. Miraste alrededor, estabas sentado en una silla reclinable junto a la cama en el cuarto de tu abuela, donde habías pasado la mayor parte de los domingos de tu vida, ya que el viaje semanal a casa de tus abuelos era casi manda. En la cama estaban acostados tus dos primos mayores, Luis Ricardo, un año mayor que tú, y Cesar, de catorce años, junto a tu abuelo. Y sentada en el suelo estaba la hermanita de Cesar, Ana, a quien no le importaba que no le dejaran la cama. Recordabas que cuando tenías la edad de Cesar te encantaba ir los domingos pues, siendo hijo único, era de las pocas oportunidades que tenías de jugar con tus primos y tíos. Pero ahora nada te encantaría más que estar de vuelta en casa. Miraste distraído la televisión, estaba una película de Stallone, con la copia del guión de todas las películas: algo pasaba y el héroe tenía que pelear con medio mundo para salvar ya fuera a su familia, al país o al mundo, dependiendo del grado de credulidad que se quisiera. No era una gran obra de arte, pero te agradaba, así que intentaste concentrarte en la película. Pasó una de las grandes escenas de lucha, donde Stallone mató a quince terroristas usando sólo un cuchillo de mantequilla mientras las balas volaban a su alrededor haciendo estallar vidrios, mesas y otros terroristas. Entonces pusieron comercial. También eso extrañabas en tu casa, el cable, ahí al menos los comerciales duraban menos, pero en la televisión abierta parecía que eran más comerciales que programa. Entonces sentiste un golpe en tu pierna, y viste que Ana te había pateado sin querer mientras veía la tele tendida bocabajo y con las piernas en alto. Mas antes que pudieras reclamarle notaste que en aquella posición la falda que llevaba había caído sobre su trasero y podías adivinar el principio de sus bragas. Miraste a tus primos y abuelo en la cama, algo preocupado, sin embargo tu abuelo ya estaba dormido y tus primos veían los comerciales sin percatarse del espectáculo a los pies de la cama. Casi sin pensar moviste un pie y apartaste una de las piernas de Ana, dejando a la vista mucho más de sus bragas. ---Me estás pateando ---le reclamaste cuando volteó a verte, y sin decir nada continuó viendo la película. En realidad ahora no podías concentrarte mucho en la película, pues con los movimientos de las piernecitas de tu primita ya podías ver el estampado de sus calzones, y un poco del trasero que cubrían. Una vez más moviste tu pie para empujar su otra pierna a un lado, y ésta vez tu primita no volteó a verte, sino que simplemente se puso a dar patadas hacia atrás, tratando de golpearte, mientras tu levantabas las piernas para evitarlo. Era un juego divertido para ambos, aunque probablemente por razones muy distintas, con tanto movimiento ya su falta se había deslizado completamente sobre su espalda dejando al aire su trasero cubierto por la delgada tela del calzón con estampados de flores, se veía suave y aterciopelado, y sólo te podías imaginar cómo se vería lo que estaba debajo. Pero la visión de su trasero y la delgada línea de las nalguitas de tu primita te distrajeron demasiado, y un pie con un duro zapato impactó contra tu espinilla. Diste un grito y te agachaste en la silla a sobarte la espinilla. Ana, al oírte gritar dejó de patear y se dio la vuelta en el suelo para verte. En aquel momento viste claramente el frente de sus bragas, y debajo de éstas casi podías adivinar la diminuta línea que sería la pequeña vulva de tu primita. Sin embargo Ana notó el estado de su vestido y lo arregló con un simple movimiento de las manos antes mientras te preguntaba si estabas bien. Con todo aquel movimiento tu abuelo había despertado y ahora había lugar en la cama para Ana, por lo que cualquier fantasía que hubiera pasado por tu mente se detuvo ahí. Aún así no pudiste concentrarte en la película. De regreso en tu casa te pusiste a pensar en lo que habías visto y hecho. Sabías que estaba mal, pero por otro lado no habías hecho realmente nada, y sin duda estabas excitado. No te importaba que fuera sólo una niña de nueve años, era lo más cercano que habías estado de ver una vulva verdadera fuera del Internet. Finalmente decidiste que no había que pensar más en ello, no era probable que las cosas se repitieran, ya que Ana casi siempre usaba pantalón, raramente falda, y no estarían de nuevo en una situación como aquella. Aún así dormiste toda la semana soñando con el estampado de flores de las braguitas de tu prima.