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 El grupo secreto 03

   Por DagonX Paso una hora y media desde que ambos entraron en aquella
enorme casa y yo continuaba aun dentro mi auto con la ansiedad devorando mi
cuerpo, cuando de repente nuevamente la puerta principal se abrió, mi hija
sal'a sola esta vez, se despidió del guardia de seguridad y se alejó
caminando de la entrada, quizá ser'a lo ideal seguirla para ver adonde se
dirig'a pero nuevamente despues de un rato que ella saliera la puerta se
abrió otra vez, ahora era el tipo desconocido que se hab'a reunido con mi
hija hace una hora quien sal'a presuroso, decid' seguirlo a él en vez de a
mi hija.

   Tomo un taxi en una de las esquinas y yo lo segu' de cerca con mi auto
todo el trayecto hasta llegar a lo que creo era su hogar, una pequeña casa
en un barrio muy conocido, salió del taxi y fue ah' cuando al fin pude ver
su rostro con total claridad, quede asombrado al confirmar que el
misterioso extraño era nada más y nada menos que uno de mis compañeros de
oficina, no lo conoc'a personalmente pero si reconoc'a su rostro, pensar
que una de las personas que trabaja conmigo se cog'a sin problemas a mi
hermosa hija me encolerizo a tal punto que quer'a bajar de mi auto y
golpearlo ah' mismo hasta bajarle los dientes.

   Respire hondo y calme mis ansias asesinas para después, viendo el tamaño
de la casa a la que entro se notaba que viv'a solo, justo cuando me
acercaba a tocar su puerta para confrontarlo de frente mi celular sonó y
tuve que contestar, era mi hija que preguntaba por mi preocupada porque no
me encontraba en casa, le conteste que estaba haciendo algunas compras para
la cena y que no se preocupara, ella me respondió de manera alegre y
calmada como si todo lo que hab'a vivido hace unas horas fuera lo más
normal para ella y no le afectara en nada a su personalidad.

   Deb'a posponer mi interrogatorio, ya habr'a oportunidad de encararlo
después en el trabajo eso era seguro, di media vuelta y me dirig' al
supermercado para realizar las compras, al llegar a mi hogar mi hija me
recibió con su habitual sonrisa y vestida con un fino delantal de cocina
con una singular inscripción en el pecho "Kiss the cook", tomo las bolsas
de compras que tra'a en mis manos y se dirigió con ellas a la cocina, al
darse vuelta note que llevaba puestos unos mini shorts azules completamente
ajustados a su cuerpo, sus redondas y bien formadas nalguitas se mostraban
ante m' y las l'neas de sus calzoncitos contorneando su figura se pod'an
apreciar a simple vista, con esa simple escena mi cuerpo empezó a
calentarse nuevamente más aun cuando recordé que no hace mucho ella hab'a
estado completamente desnuda frente a otro hombre disfrutando de los
placeres carnales desenfrenadamente, de seguro en su celular habr'a un
nuevo video ahora mismo y quizá también otra anotación en su nueva libreta.

   Sin duda alguna en mi mente mi hija ya no era la tierna e inocente niña
de papi, ahora más bien era la niña más deseable y sensual de mis fantas'as
sexuales, por fin quedar'a satisfecho y en paz si tan solo pudiera dar el
gran paso y sometiera a mi hija a mis más bajos deseos carnales.  Podr'a
hacerlo ahora mismo si me animara o en la misma noche mientras ella duerme
tranquilamente soñando quien sabe con qué cosas, ten'a tantas oportunidades
para hacer m'a a mi hija dentro de estas paredes que el no intentarlo
aunque sea una vez de seguro seria digno de un idiota.

   Mi corazón se aceleró de la emoción mientras yo me aproximaba lentamente
a mi hija por la espalda, mis manos varoniles se encontraban a solo
cent'metros de su trasero listos para tocar sus nalgas para después poco a
poco ir bajando hasta sus firmes y suaves muslos y finalmente masajear su
entrepierna con mis dedos, al sentir mis dedos en su vagina de seguro ella
se estremecer'a un poco pero luego se acostumbrar'a a mi jugueteo y
finalmente quedar'a presa de la lujuria.

   Se dar'a media vuelta y de seguro me besar'a apasionadamente, nuestras
lenguas se buscar'an desesperadamente dentro nuestras bocas haciéndonos
experimentar sensaciones que nunca antes hab'amos experimentado, ella se
pondr'a salvaje y rápidamente morder'a mis labios adueñándose por completo
de ellos, yo en cambio le halar'a el cabello hacia atrás y la obligar'a a
soltarme, nuestras miradas se cruzar'an y nuevamente unir'amos nuestros
labios mientras prenda por prenda nos quitar'amos las ropas hasta quedar
completamente desnudos frente a la cocina, yo la tomar'a de su delgada
cintura y la elevar'a por los aires hasta abrazarla a mi entonces con ambas
manos fuertemente sujetas en su trasero la acomodar'a sobre mi caliente y
endurecido pene que sin ningún problema se encajar'a dentro de ella de
manera gentil.

   Podr'a o'r sus gritos de dolor y placer, quizá se lo tenga bien
merecido, si, esto deber'a ser un castigo a ella por preferir acostarse con
otros hombres antes que conmigo, en mi mente no pod'a soportar la idea de
que mi propia hija todo este tiempo no se fijara en mi para nada, con ambas
manos sujetándola en el aire elevar'a su cuerpo lo más que pudiera y
dejar'a que la gravedad haga el trabajo de encajarla fuertemente contra mi
verga hasta tocar lo más profundo de su interior, sus gritos con cada
estoque de seguro rezumbar'an por toda la casa sin que nadie las escuche y
sus lágrimas caer'an sobre mi pecho refrescándome y dándome aún más
energ'as para seguir con mi labor, al tenerla tan cerca de mi podr'a o'r su
corazón acelerándose casi hasta llegar a la locura y también podr'a ver su
expresión de satisfacción cuando sin previo aviso libere mi esencia en lo
más profundo de su ser, chillar'a por el orgasmo que el tibio semen
producir'a en su interior y luego de un rato podr'a o'r satisfactoriamente
sus gemidos finales en mi oreja, la tendr'a unida a mi hasta sentir el
l'quido blanco desparramándose en el suelo y luego la descorchar'a
velozmente de mi pene para obligarla a lamer hasta la última gota
derramada, me mirar'a con una expresión de sumisión y al fin quedar'a
satisfecho.

   La fantas'a en mi mente estaba por volverse realidad nada pod'a impedir
que tomara a mi hija en este preciso instante, claro a menos que algo
inesperado ocurriera y ese algo inesperado fue el sonido de su celular en
la mesa del comedor, su firme trasero se escapó de mis manos y se dirigió
rápidamente a contestar, tuve que calmar mi calentura pensando en otras
cosas y mojándome con un poco de agua fr'a del lavavajillas, carajo eso
estaba realmente cerca, unos segundos más y ahora mismo estar'a realizando
incesto definitivamente esta vez me salvo la campana.

   Luego de una deliciosa cena me encontraba en la sala mirando el
televisor todo pensativo, por un lado una enorme parte de mi quer'a someter
a mi hija a todo tipo de situaciones eróticas contra su voluntad, pero por
otro lado una pequeña pero muy insistente parte de mi quer'a simplemente
hacer lo correcto y alejar a mi hija de ese tipo de explotaciones.

   Mi decisión deb'a recaer en una de esas dos opciones de una vez por
todas, cual de ambas seria la correcta.

   Mientras pensaba en aquello mi hija se aproximó silenciosamente a m' y
se sentó a mi lado en el sofá para ver junto a m' la televisión, tomo el
control y puso uno de sus programas favoritos, a m' no me importo mi
atención estaba en otros asuntos, estuvo ah' sentada unos cuantos minutos
cuando de repente en un instante decidió recostarse y apoyo delicadamente
su cabeza en mis piernas, su aroma juvenil inundo mis sentidos y casi hizo
que nuevamente perdiera el control, pero esta vez el lado paterno se impuso
y toda la lujuria de mi cuerpo se perdió por completo, con una mano
cariñosamente acaricie el sedoso y negro cabello de mi linda hija, poco a
poco el masaje la fue relajando haciéndola dormir en un instante, de seguro
hab'a estado agotada.

   Echada sobre mis piernas mi hija estaba totalmente indefensa ante m', no
me importo, yo segu' acariciando su cabeza y ella entraba cada vez más en
un sueño profundo, hasta que nuevamente su bendito celular sonó, de un
brinco mi hija despertó de su breve sueño y rápidamente tomo el celular
entre sus manos, deb'a poner la clave para desbloquear la pantalla lo cual
hizo, sin notar que yo atentamente la observaba hacerlo, el código de cinco
números se revelo ante m'.

   Una vez termino de hablar con quién sabe quién, se despidió de m' y se
fue a descansar a su cuarto, yo en cambio me quede aun en la sala haciendo
hora hasta que mi niña se quede profundamente dormida, esta noche entrar'a
a su cuarto y tomar'a su celular para revisar más a fondo su dichoso grupo.

   Esta noche más que seguro no podr'a dormir.

   Continuara...